La Coronada - Badajoz

Tengo en casa una hoz que es la única superviviente como el último mohicano ;de otras que compré hace tiempo en el pueblo a uno de los últimos herreros legendarios. Recuerdo que tuvo que buscarlas por los rincones, porque ya no se dedicaba a hacer estas piezas tan singulares y estas que me vendió se habían quedado como reliquias olvidadas en un cajón.

No es que donde vivo no haya hoces, pero os puedo asegurar que ni su forma ,ni sobretodo su acero es el mismo, lo que influye en su capacidad de cortar.

Los que vivimos esa época sabemos apreciar ese arte que se fraguaba en esos lugares de ambiente cálido y que de niños ya buscábamos como refugio en tiempo invernal. El tizne, las chispas saltado por el aire y el ruido ensordecedor del yunque machacando el hierro candente no impedía que fuese un sitio confortable cuando el frio se imponía.

Tuve un amigo de infancia, fallecido prematuramente y al que recuerdo con la nostalgia lógica de tiempos pasados de complicidad y aventura. Entre esos recuerdos le veo aun en una de estas fraguas , aguantando a pesar de su corta edad, con una larga tenaza una pieza tras otra al rojo vivo La giraba alternativamente hacia un lado y otro ; en total sincronía el herrero con una maza de hierro le iba dando la forma deseada.

Cuando aun no había conseguido su objetivo y el rojo perdía su intensidad, la pieza volvía de nuevo al horno donde brillaba un fuego entre carbones que refulgía con mas intensidad a medida que el aire del soplador le daba fuelle. Los que vimos in situ este proceso entendimos perfectamente con conocimiento de causa aquella frase de “machacar en hierro frio es tiempo perdío”.

Los que ya me conocéis sabéis que casi siempre intento darle una segunda forma a esos episodios ,a esos lugares y situaciones de la que muchos fuimos testigos y recordamos como años entrañables ,esos puntos comunes de incidencia y coincidencia. A cada uno después de nuestra niñez y adolescencia también a golpe de mazo en los caminos que elegimos , la vida en su fragua, nos ha ido dando forma con sus éxitos y sus fracasos .

Como dicen que cada uno cuenta la feria según le va aunque la feria sea la misma, en mi caso puedo decir que particularmente en esta fase de mi vida he encontrado refugio en una fragua en la que cada vez me siento mas identificado con lo que en ella se forja.

Soy consciente de que muchos ni lo entenderán, ni muchos menos lo aceptarán y aunque me duele porque la rechazan desconociendo la labor que se hace en ella ;poco se puede hacer contra el libre albedrío de cada uno y su poder de elección y decisión personal.

Un saludo