La Codosera - Badajoz

Por aquí pasan, todos los días, las cabras de Penita. En estos charcos, junto al camino formados por el río, se encuentran las famosas truchas, y desde la orilla los chiquillos del pueblo con sus cañas tratan de pescarlas. Los pobres peces están como atontaos dando vueltas y vueltas alrededor del anzuelo y los crios espectantes, ni se mueven de su sitio, viéndolos a través de las aguas claras. Estas truchas son muy especiales y no les molesta que se hable en las orillas, junto al agua. No se alejan por el murmull y siguen dando vueltas y más vueltas comiéndose todo aquello que pillan, mientras que los niños no dejan de mirarlas.

El ruído que forman el paso de las cabras es como el del la leluya, pero más fuerte. El perro las precede y les marca el camino a seguir. Cuando el can se detiene ellas se paran y según sus ladridos girán a derecha ó izquierda.

Mientras los chiquillos esperan con la caña en las manos esperando que piquen las pocas truchas que aún quedan en el río.

Eso está en el molino del duque ¿No?

Efectivamente es el Molino del Duque, donde se unen el Codosero y el Gévora y donde el Ayuntamiento ha hecho una muy estupenda obra acondicionando este lugar.