Guadiana del Caudillo - Badajoz

Es curioso ver como ciertas mujeres, en un afán de sumergirse en un entorno y una edad que, hace años, dejaron atrás, pueden llegar a caer en la desatención de sus hijos y en el anteponer sus intereses a los de sus propios niños, demostrando así quienes son en realidad. Es penoso comprobar como,por una falsa sensación de libertad, esa mujer puede llegar a poner en peligro la calidad de vida de sus hijos por haber tomado una decisión que se le ha ido de las manos y que condiciona todo lo que le acontece. También es desolador ver el rostro impotente y lloroso de un hombre cuando pasa al lado de la casa en la que, por la decisión de una mujer, ya no puede pisar a pesar de haber sido el esfuerzo de media vida su construcción. Es inaudito lo de las leyes que, lejos de ser justas y equitativas, son crueles e insensibles otorgando una realidad contra la que un hombre se topa cuando una mujer decide separarse de él. Soy mujer y, en verdad os digo que no lo entiendo, y mientras la ley siga así, seguirá habiendo hombres que pierdan el juicio ante la desesperación que les puede causar esa impotencia y cometer el error de la violencia. Porque la mente humana es muy delicada y enloqueces es más fácil de lo que creemos. Muchas de las muertes de mujeres de este país tienen su raiz en las leyes que tenemos a la hora de tramitar las separaciones. Es una realidad. No podemos negar la evidencia. No se le puede dar todo a una y nada al otro. No se le puede arruinar la vida a un hombre porque una mujer decida separarse de él.

POR UNA IGUALDAD HOMBRE-MUJER EN LAS SEPARACIONES


LA JUSTICIERA

He sentido verdadero horror al leer esto.

No puedo comprender que ni siquiera un hombre piense que hay justificaciÓn para el asesinato de tantas mujeres, pero que alguien que se hace llamar mujer lo justifique es un verdadero horror.

En fin, ni el comentario merecen tantas sandeces escritas juntas. Eres un ejemplo más de todo lo que aun falta por hacer y de todo lo que hay que hacer en este país por la igualdad de género, que no va en contra de los hombres, recordémolo, sino a favor de la igualdad de todos y todas.

La de las sandeces, te pregunto y reflexiona ¿Como te sentaría a tí , que al separarte de tu marido, le dieron la custodia de los niños, el disfrute de la vivienda, y la mitad de los bienes gananciales?. Y tú mientras tanto, pagas una pensión alimenticia a favor de los hijos del 30% de tu sueldo. Si él no tiene ingresos que puedas justificar , sigues pagando la hipoteca de la vivienda, y puede que hasta te pida una pensión compensatoria para él, por los años dedicados a la familia.

Todo esto es así siempre, salvo acuerdo entre ambas partes.

Y para acabar de empeorarlo, que meta a una tía en tu casa con tus hijos, casa que tú estas pagando.

No se trata de justificar nada, sino que en esta situación, la desesperación por la injusticia que estás padeciendo, te puede llevar a hacer cosas que en cualquier situación normal , nunca harías.