Guadiana del Caudillo - Badajoz

Sentada en las escalinatas de la catedral con un platillo en el suelo la mirada perdida en un punto lejano, vestida de harapos aunque bien peinada, con la foto de una niña en la mano vi aquella mujer la última vez que estuve en Valencia, No pedia solo miraba a la distancia, no puedo saber su pensamiento pero intuiyo que no seria muy alegre, No se si era española o rumana, portuguesa u magrebí o tal vez bosnia o griega, tampoco se si estaba alli para sacar algunas monedas para dar leche a su hija, o comer ella. No se si estaba porque queria como a veces decimos para justificar nuestra conciencia que piden por vicio, porque no quieren trabajar, o para drogas. Lo que si se es que es un ser humano, una hija del infortunio, en un mundo hostil injusto y cruel que entre todos hemos construido,
Aquel dia jugaba el Valencia con no se que equipo, debia de ser un Madrid, un Barcelona o un Sevilla porque la gente hablaban de fùtbol de goles, pocos la miraban, casi nadie le echaba monedas. Y ella, aun jóven, morena aunque ajada por la mala vida o los sufrimientgos, seguia con la mirada perdida en un punto lejano de la plaza. Ella sabria cual, Me acerque y la miré, entonces salieron dos mujeres del interior del templo, y con desagradable voz le dijeron
" Aqui no puedes estar. Estas espantando a la gente que viene a visitar la catedral" Por supuestgo pagando.
No dijo nada, cogió su platillo de plastico, con la izquierda mientras con la derecha apretaba sobre su pecho la foto, de la niña y se marchó a otro lugar.
Ignoro y nunca sabré quien era aquella indigente, ni aquellas dos encopetadas Señoronas que la echaron de la puerta de la iglesia.
Pero si Dios existe, no creo que aquellas dos "caritativas" y tal vez muy "cristianas" de pacotilla, alcancen la gloria, porque mas merecida la tiene aquella pobre mujer sin hogar que sentada en las escalinatas de la puerta de la catedral miraba a un punto lejano del horizonte, tal vez imaginandose el lugar en que se encontraba la niña del retrato ajado y sucio de tanto manosearlo.

Precioso relato señor lincon pero no me gusta el final prefiero su " VIVA LA GUARDIA CIVIL*** VIVA ESPAÑA ***** ARRIBA FRANCO " ( que en paz descanse )

La vida da algunas veces palos que ni podemos imaginarnos y nádie sabe lo que nos puede deparar, está claro que si fuésemos dando a todo aquel que pide serian muchos los que se pusieran en las puertas de iglésias, supermercados......, pero pensemos por un momento que esas personas podrían ser nuestros huermanos padres hijos o nosótros mismos, aunque resulte doloroso es bueno que nos paremos a mirarnos en ese espejo que bien pudiera reflejar nuestra imagen.

Yo, señor Maletilla si he dicho y lo digo de corazón ¡VIVA LA GUARDIA CIVIL! y ¡ VIVA ESPAÑA! Pero nunca habrá leido usted en mis escritos un viva a Franco.

Maletilla estas como una porra

Terminaremos todos cogiendo moscas ya nos falta menos.