Guadiana del Caudillo - Badajoz

Hace algunos años, instaurada la democrácia en España, en un pueblo de Extremadura, que igual podia habe sido de otra autonomia española, vivian un joven de unos 18 años, que por su simpatia y agrado era bien considerado por todos los vecinos.
No muy lejos de su casa vivia una joven agraciada, morena, simpatica y alegre. Y Cerca de alli estaba el cuartel de la Guardia Civil, donde estaba de plantilla un jòven, alumno del colegio de guardias jovenes de Valdemoro, que al igual que la muchacha y el muchacho estaba soltero.
Al muchacho le llamaremos Luís, a la joven muchacha Ana Maria y, al recluta de la guardia civil le llamaremos Joaquin.
Los tres se hicieron muy amigos. Ya que se conocieron en el paseo, iban al cine y le gustaban estar en los lugares mas bucólicos de aquella villa y se congeniaban a la perfección
Pero uno era hijo de falangista, el caso del muchaco o sea de Luís, en cuanto el padre de Ana Maria era socialista convencido, y el guardia civil ni fu ni fa, no entendia ni queria saber nada de politica.
Mira por donde Luís se enamoró de Ana Maria, y esta de Luis, ¡vaya! los padres de los dos jóvenes enamorados.laqueformaron. Pusieron el grito en el cielo.- Ni hablar decia el padre de Luís o sea el falangista.-Con esa no te quiero ni ver. No ves que el padre es rojo, contrario a nosotros.
- Padre no entiendo de rojos ni azules-decia el enamorado jóven, yo amo a Ana Maria y se ponga como se ponga me voy a casar con ella, porque mi ideologia es el amor y nada mas.
El padre estuvo a punto de sacar la pistola y pegarle un tiro, se puso hecho un basilisco, y gracias a la intervención de la madre no ocurrió una desgracia.
Pero si el falangista puso el grito en el cielo, no digamos el padre de Ana Maria. " Con ese... antes te lo coso, te mato no se lo que voy hacer contigo. No quiero verte mas con semejante persona, ni tampoco con el civil que al fin y al cabo son enemigos del pueblo y nosotros somos el pueblo.
Padre-dijo la muchacha casi llorando pero con entereza. Me puedes matar, me puedes echar a la calle puedes hacer conmikgo lo que quieras, pero yo quiero a Luís y con el me voy a casar. Porque a mi la politica ni la entiendo ni me gusta, mi politica es el amor y estoy muy enamorada de Luís.

Como es natural esto llego a oidos del guardia civil y un dia que estab de puertas solo en el cuartel, los citó a los dos padres.
Acudieron, y empezó diciendo.
Yo no quiero saber nada de politica. Ustedes son de ideolgias contrarias, pero no de amor a sus hijos. Estoy convencido que darian los dos la vida por la felicidad de sus hijos, o sea uno de su hijo y el otro de su hija.
Eso desde luego respondieron los dos al unísono.
Pues entonces-dijo el guardia-dejenlos que sean felices, que en ellos empiece otra nueva generacion sin odios ni revanchas por causa de unos ideales que al fin y al cabo no nacen del corazón sino del orgullo y la prepotencia. Porque los ideales nobles son los que dictan el corazón, y estoy convencido de que los dos corazones estan diciendo; si, es verdad yo no puedo oponerme a la felicidad de mis hijos, Son ellos los que tienen que reconciliar los odios que nos profesamos.No podemos destruir sus vidas por la maldita politica.
Y entonces los dos hombres se abrazaron.Este abrazo por la felicidad de nuestro hijo e hija.
Nosotros seremos siempres contrarios, pero dejemos que ellos sean felices creando otro mundo mejor.
Entonces como veo que os he convencido -dijo el guardia- pronto celebramos en el cuartel nuestra fiesta de la patrona. Yo los invito a los dos y por supuesto a vuestros hijos, los futuros esposos. a compartir con nosotros la alegria.
Avergonzados se marcharon, no sin decir "En los jovenes está la reconciliacion de España." Que ellos se amen sin odios y nos enseñen el camino de la vida de la paz y del amor.


Lincoln