Granja de Torrehermosa - Badajoz

14-04-13 11:14#11226732
Salustiano Borrascas

NazionalcatÓlicos:

Apostólicos y romanos. Así son nuestros nazis patrios. No es que tengan en el fondo mucha diferencia con los que llevaron a Alemania a intentar destruir el mundo civilizado con el pretexto de levantar sobre el solar obteido, otro nuevo en el que el hombre y la mujeres arias puras, fueran epicentro, ladrillo y argamasa sobre el que se sustentara.

Hoy, día 14 de abril, es un día especial para quienes no tienen nada que ver que con esa idea de un mundo nuevo en el que los individuos e individuas tienen que ser altos, delgados, rubios, con los muslos bien formados y de inteligencia superior a los morenitos, negros zaino y rechonchetes en general, semejantes a nuestros carpetovetónicos ancestrales que aún perviven o pervivimos por las variadas tierras de nuestras variadas Españas. Nuestra España. Tuya y mía y de aquellos señores que están allá arriba en las montañas.

Es verdad, que toda esa gente que ayer y hoy conmemoran el aniversario de nuestra segunda República, ya han sido dos veces vencidos en el campo de batalla por los que son partidarios de la idea de que no todos los hombres y mujeres son iguales ante la ley ni tienen por qué ser medidos con la misma vara porque, no es lógico que se juzgue a un animal con las leyes de los hombres cultos e inteligentes elegidos por los dioses de las nieves y nacidos y criados para dirigir a toda la manada desprovista de cultura y sin evolucionar.

Por eso, nuestros preclaros gobernantes de hoy, fieles a los altos fines encomendados a su especie, no dudan ni un sólo instante en aplicar con arreglo a su superior criterio, el artículo 33 de la Constitución del 78 que dice que:
“Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia y que nadie, que creo que quiere decir nadie, podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa muy justificada de utilidad pública o interés social y, en el caso que así sea, mediante la correspondiente indemnización y, de conformidad con lo dispuesto en las leyes.”

Ya sabemos que la utilidad social social de un banko, es muy superior a la utilidad social de una familia con tres hijos que, encima, se ha quedado sin trabajo y por lo tanto con su único medio de obtener el dinero con el que pagar a ese bankio y los alimentos que los sustentan así que, antes que permitir ese bankio y los señores bankieros pierdan algunas migajas de sus lógicas ganancias a las que tienen derecho por razón de cuna y pertenencia a clase directora, se manda a su casa a la policía del régimen y se les echa a la calle de grado o por la fuerza y asunto resuelto. Como el Dios de los católicos manda y y las diosas de las nieves frías abalan. ¿Qué importa la Constitución? También se dice en ella que todos los españoles tienen el derecho y el deber de trabajar. ¡Nos han jodio! ¡Que se joan!
Si a eso vamos, también dice que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo y, sin embargo, vemos que sólo pagan los que pertenecen al rebaño que todavía tienen nómina y que, lo de acuerdo con su capacidad económica, sólo es pura chanza o letra muerta porque, ¿en qué cabeza cabe, que va a pagar más la Coz-pegal o el Bárcenas o la Caraguapa o el Pons, que los demás? Eso sería trastocar el orden social establecido y por lo tanto, no hay derecho. Como no hay derecho a que la santa iglesia católica apostólica y romana y además española, tenga que pagar algo por sus inmensos bienes patrimoniales muebles o inmuebles o por las cuantiosas donaciones que recibe del Estado ese que dicen que somos todos y de los particulares que aún quedan. A eso no hay derecho.

Ese gobierno filocomunista de Andalucía se equivoca de cabo a rabo pues, olvida que los bankios y los bankieros son sujetos físicos y jurídicos que merecen una protección especial y, por el contrario, se emperra en quererle usufructuar sus innumerables pisos vacíos durante un larguísimo trienio y, lo que es peor,para que vivan unas familias a las que ellos les enviaron a sus jueces y a sus policías para que los echaran a la puñetera calle por no poder seguir pagando lo que tienen que pagar. Y es que, todos esos dineros que les ha dado el Estado, no les llega para los gastos domésticos.