Museo Municipal J. Antonio Mateo, Creador del Grapel. 2008. Un proyecto ilusionante.

J. Antonio Mateo Flórez, muy joven, viene a vivir a Granja, donde realiza sus estudios, empieza a trabajar, se casa, nace su primer hijo, y como tantos granjeños tiene que emprender el camino de la emigración, fijando su residencia definitiva en Madrid, donde nace el GRAPEL.
Su gran cariño al pueblo y sus gentes unido al interés y esfuerzo realizado por el Exmo. Ayuntamiento han hecho posible el nacimiento de este Museo.

El Museo Municipal J.Antonio Mateo es el arranque de un proyecto cultural que supone abrir un espacio a las Artes Plásticas. Con la colaboración del pueblo de Granja, y sobre todo de sus jóvenes, la plataforma que ahora se inaugura pretende colocar a la localidad en la vanguardia del arte en Extremadura y España. Además será un nuevo aliciciente para la proyección turística del pueblo.

J. ANTONIO MATEO FLÓREZ, GRANJEÑO Y CREADOR DE LA TÉCNICA “GRAPEL”, PRESENTA EN EL PROGRAMA DE FERIA LA APERTURA DEL MUSEO QUE LLEVA SU NOMBRE EN LA CASA DEL PUEBLO EN LA CALLE RAMÓN Y CAJAL.

¿Cómo podía imaginarme que esa Granja que mis ojos vieran de niño, iba a alojar un museo de mi obra? ¿Cómo iba a suponer que El Valle, bisectriz natural de La Granja, iba a albergar lo más granado y espectacular de mi arte?
El umbral de la calle Canalejas me permitió ver, oler y escuchar una Granja destrozada por el fraticidio y la injusticia social. El acento profundo aspirado pasó a ser un elemento más de mi primera educación. Las clases, los juegos y la vida familiar asentaron mis vocaciones por el dibujo y la música.
En aquellos años el tren marcaba una intensa línea en el horizonte. Los regajos, pletóricos de vida, destacaban por su dispersión cromática. Además el blanco, ese blanco reflexivo de las paredes infinitas, dañaban el iris celeste de mis ojos con su demoledora claridad. La simbiosis de todos esos impactos visuales me forjaron en lo que soy: un catalizador de formas, expresiones y sensaciones en una técnica artística que ya es Patrimonio de la Humanidad.
De niño y mozo, el deambular fue feliz. Junto a mi madre y a mi tío, referente social y ético, me convertí en un hombre. Después no tardó en llegar mi faceta de padre y esposo junto a Joaquina. Mi actividad laboral en la Hermandad también debe ser destacada en aquellos años. Como delineante poco hice. Sin embargo se me conoce mucho más como instalador de radios en casas y cortijos, labor que desembocaría en mi definitiva profesión, años más tarde, como técnico en electromedicina en un hospital de Madrid.
Mi trabajo en la Hermandad provocó de forma espontánea la escapada a Alemania y tras ella, el asentamiento lejos de La Granja. Allí quedó mi familia y mi niñez, y sólo los momentos vacacionales volvieron a unirme físicamente con mi pueblo. Mientras tanto en Madrid, mi trabajo, mi familia y mi gente – con múltiples referencias granjeñas -, se pusieron a mi favor para que dedicase lo mejor de mí a la técnica artística que acababa de concebir: el GRAPEL.
Mi madurez en Madrid (Ciudad Lineal y Dehesa de la Villa) ha estado salpicada de exposiciones que han sido retos gracias a los que he ido perfeccionando mi trabajo con la radiografía y el bisturí. Los cientos de motivos grabados han ocupado los últimos treinta años de mi existencia.
En este periodo se fueron mi madre y mi tío, y, ley de vida, los he compensado viendo como mis hijos han hecho sus caminos, y me han proporcionado nietos que en no muchos años harán lo mismo, seguir su senda. Y todo ello junto a Joaquina.
Sin embargo, esta madurez plena y feliz estaba inacabada. Ese devenir que los presocráticos tanto definían, me debía una sorpresa: Devolver a Granja un poco de la luz que Ella me había dado, y esta vez, en forma de grabado en radiografía.
El ímpetu de un pueblo, la perseverancia de sus personas destacadas, y la salud, que me ha acompañado en todo momento, han hecho que deje mi mejor impronta y obra en el museo que en La Feria se inaugura. El museo en la “Casa del Pueblo” contará, entre otros, con el primer y último cuadro realizado en GRAPEL (Grabado en radiografía), junto a otras cuarenta obras “cumbre” de mi carrera, y es sólo el comienzo de un proyecto ilusionante.
Mi amigo Santiago Castelo solicitaba en un Programa de Feria de los años ochenta “una presencia de la obra de Antonio bajo la sombra de nuestra torre”. Pues bien, el pueblo de Granja y sus gentes así lo han querido, y gracias a su esfuerzo, ya cuentan con la que es la última institución cultural de España, el “Museo Municipal J. Antonio Mateo Flórez, Creador del GRAPEL”.
Algo de mí ya ha vuelto a Granja de Torrehermosa. Será porque tras la diáspora siempre viene la luz, la luz de mis cuadros.
José Antonio Mateo Flórez.