Foro- Ciudad.com

En recuerdo de los Molinos de agua de Garlitos

Poblacion:
España > Badajoz > Garlitos
En recuerdo de los Molinos de agua de Garlitos
Distribuidos a lo largo de las riberas de Garlitos, que disponían de suficientes agua para mover las piedras, los molinos sacaron partido a las corrientes de los arroyos y nos dejaron la memoria y la experiencia de los que los vivieron.
Las circunstancias concretas de su construcción son aún desconocidas y sin descartar el posible origen romano, su similitud con otros molinos de al-Ándalus, lleva a una procedencia árabe comprendida entre los siglos X y XIII. Examinados desde una perspectiva económica, donde su gestión ha estado condicionada por el régimen de propiedad, los molinos de agua muestran el desarrollo de una comunidad dotada de una entidad específica de elevado contenido urbano, que pone de manifiesto la importancia de Garlitos en épocas pasadas.
Las primeras referencias conocidas las encontramos en el Libro de la Montería, de Alfonso XI, que allá por 1345 reflejaba: “… el camjno de sobre la foz que va a los Moljnos de Garlitos…” y en 1751, al confeccionarse el Catastro de Ensenada, se señala que: en nuestro pueblo hay veintiún molinos harineros y un batán, identificando a sus propietarios y el rendimiento que obtenían y señalando los que son de parada y las muelas, llamadas simplemente piedras, de que disponían, elemento del molino muy importante, pues sobre ellas es donde se efectuaba la molturación del trigo.
El fundamento de los molinos de agua de Garlitos es tan interesante como primitivo. Conocidos como molinos de rodezno, era el tipo de molino más antiguo. Su instalación estaba fuera del lecho de la corriente de los arroyos y estaban constituidos por un nivel hidráulico y otro superior, en el que tenía lugar la molienda. Sus elementos eran todos de madera, excepto las muelas o piedras. En su forma más simple se componía: de la Atarjea, la sala de Piedras y el Rodezno y en algunos casos y como peculiaridad técnica, el Cubo.
Su funcionamiento consistía en que el agua procedente del arroyo era guiada por una construcción de piedra o caz hasta el cubo, que una vez lleno se impulsaba hacía el cárcavo o foso situado bajo la sala del molino, por un canal inclinado cuyo caudal era regulado por una llave llamada saetín que controlaba la compuerta de entrada. Una vez dentro del cárcavo, el agua a presión golpeaba en las palas del rodezno, que era una rueda horizontal asentada sobre una viga de madera. El movimiento circular del rodezno se transmitía a su vez, a la muela superior o volandera por medio de un eje de madera denominado árbol. El árbol encajaba en la piedra molar inferior o solera, colocada sobre el alfanje y poseía un orificio central cerrado por dos trozos de madera que formaban la cama, de donde asomaba el palahierro que transmitía el movimiento a la piedra volandera. Las piedras estaban protegidas por una estructura de madera, el guardapolvo, que a su vez soportaba una caja de madera en forma de pirámide invertida, llamada tolva, donde se echaba el grano que se iba a moler. La tolva finalizaba en la canaleta, que regulaba la entrada del cereal en el ojo de la muela volandera para iniciar la molienda. El molinero podía regular la distancia entre la piedra volandera y la piedra solera con el alivio. El trigo recorría toda la superficie de la piedra hasta salir ya molturado y convertido en harina y salvado, cayendo en el cajón o harinal donde se mantenía por algún tiempo para que se enfriara antes de ser cernida y envasada en los costales.
Aunque hoy todos son historia, permanece en el recuerdo el molino de la Turbina, que tenía un generador de corriente movido por el agua que, por el día hacía funcionar el molino, y por la noche daba suministro eléctrico a la población. A cada vecino se le instalaba una única bombilla, generalmente en la cocina, pero con el agravante de que venía directamente conectada de la línea de la calle y no había corriente nada más que cuando encendían el alumbrado público. Además, era muy irregular en su suministro y era muy común quedarse a oscuras, porque la luz se había ido y no era probable que volviera esa noche. Los enchufes no existían, se empezaron a usar más tarde los portalámparas con enchufe, que eran utilizados para las primeras radios y la plancha eléctrica. Para iluminar las demás estancias de la casa, se utilizaba el candil de aceite colgado del borde de la campana de la chimenea, preparado para alumbrar en cuanto oscureciera. Este medio de iluminación aparece unido a la mujer; lucía desde que ella se casaba y se apagaba al lado de la cama donde ella moría. Muchas veces lo despabiló, atizó o avivó su llama con el atizador o gancho o con una horquilla del moño, porque: candil con moco, alumbra poco. Y al final de la jornada, ¿cuántas veces no apagaría el moco de la torcía, mojando con saliva sus dedos pulgar e índice, para evitar que humease? El candil era llevado y traído de un lado para otro por la mujer en la casa. Lucia entre sones y ronroneos de cacharros por entre la bodega y cuartos de nuestros hogares. Del ingenio abierto y campechano del hombre extremeño han brotado canciones y moralejas como aquella que con cierta sonrisa picarona la suegra solía decir al novio cuando venía a visitar a la novia: No te arrimes tanto, que el candil junto a la estopa viene el diablo y la sopla. Ya no alumbra el candil en la casa, pero aún perdura su llama en los ojos del hombre viejo y su recuerdo son poemas que lucirán para siempre.[/izq]
Enviado por: JUANRODMA | Ultima modificacion:04-07-2008 18:56
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:15/01/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com