Almendral - Badajoz

Domingo, séis de marzo, carnavales.
Sol y nubes por tierras de Badajoz con riesgo de precipitaciones fuertes, de máxima unos diez grados, vientos del sureste rolando a este en la cuenca del Wadiana.
Y ya se sabe, cuando el tonto coge la linde la linde se acaba y el tonto sigue.

CSQN.-Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos.
Demostración evidente de que los instalados en la negación permanente siguen a rajatabla el programa sin desviarse ni un milímetro de lo que les ordenan sus enunciados.
No, no escribo para tontos. Algo sí (malo) para veletas que se cambian de chaqueta según de donde venga el viento. Contradicción al parecer con el adagio que dice que rectificar es de sabios. Quizá si en otros asuntos.

Pero voy al grano paisano:
Dicen, y en algunos casos será, que tras un varón que triunfa siempre hay una gran mujer. El martes ocho de los corrientes es el día internacionalmente dedicado a las féminas currantes.

Sangre y sudor y lágrimas les costó, pero hasta aquí han llegado, siempre a trancas y barrancas y con el vendaval de cara. Ahora bien, ya demostrada su alta capacidad para desarrollar cualquier tipo de trabajo físico e intelectual, que en tiempos no muy antiguos les fue vedado por una sociedad machista, incluso opacando en muchos casos al género masculino; ha logrado la mujer establecer su presencia y hacerse respetar en esta sociedad suya y nuestra, adquiriendo poco a poco los mismos derechos del hombre que otrora le fueron negados. Aún con muchas lagunas, cierto, pero ahí están. Ellas, las féminas femeninas y las que quizá equivocadas, o no, han preferido convertirse directamente en varones. Son opciones.

Fue larga la brega sí. La alemana Clara Zetkin; que pertenecía al “Sindicato internacional de obreras de la confección,” ya propuso este día allá por 1910,, durante un congreso internacional de mujeres socialistas que se celebró en Copenhague. Desde entonces se ha venido celebrando invariablemente cada 8 de marzo, con el respaldo de la ONU.

En España, nuestra gran olvidada Clara Campoamor Rodriguez, (del partido radical creo y siendo ya licenciada en derecho), en pugna contra Victoria Kent que hacía de punta de lanza contra el voto femenino, consiguió con sus intervenciones en el congreso, el "sí" final: 161 votos frente a 121 que rechazaban ese derecho a las mujeres arguyendo, que su voto estaría mediatizado por el influjo que sobre ellas ejercía la iglesia.

Tal fue la oposición y la inquina que produjeron su éxito, que para explicarlo tituló un libro El voto femenino y yo. Mi pecado mortal.

Cometió otros pecados, por ejemplo, luchar por la igualdad legal de los hijos tenidos fuera y dentro del matrimonio, o por el divorcio.

Nació nuestra gran olvidada en los Madriles, un doce de febrero de 1888. Tuvo que exiliarse por culpa de nuestra última incivil y murió en Lausana (Suiza), un treinta de abril de 1972.

Con treinta y dos años se matriculó para acabar el bachillerato y poder acceder a una carrera universitaria consiguiendo licenciarse con treinta y séis. Una mujer trabajadora abogada, entre las muy contadas con los dedos de la mano que había entonces y que no eran de esta clase.

Para ella y para todas las demás que os lo habéis encontrado hecho, van mis recuerdos, deseando que el próximo ocho, sepáis aprovechar el día a vosotras dedicado. Después, a seguir en la brecha.

Salud y república

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Qué guapo eres monaguillo cagón.

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