Hubo una vez un beso que me paró los pilares de tiempo, donde adiviné, intuí, saboreé la eternidad. Desde entonces camino al borde del abismo o precipicio sin miedo y sin reloj.
AUTOBIOGRAFÍA DE UN BESO Nací en un abismo de labios ávidos por la sed y la hambruna, de mis padres la ternura y el deseo, probablemente una noche de luna. Me amamantó la pasión, huracán sin amo ni gobierno, y fui suspiro hecho ciclón, pulso, latido, alimento. De mi vida fugaz y leve dejo por testamento, un instante pleno y breve, donde quedó inmóvil el tiempo. DLV® (Para J. Por los abismos) Vida mueerte amor ahí quedan...