San Esteban de Zapardiel - Avila

Para que lo tengais siempre presente, os escribimos en este “gran día” lo que sentimos al ser vuestras hijas, sentimos y sabemos que hay alguien a nuestro lado para recogernos después de una caída; que hay alguien que reza por nosotras todas las noches; que nos arropaba antes de dormir; que nos agarra de la mano y nos enseña todo lo que sabe y nos da todo lo que tiene; que nos cuenta las historias más asombrosas, que nos hizó creer en un ratoncito que recoge tus dientes en la noche, y en un hombre que mete a los niños en un saco y se los lleva.
Nos regalásteis la inocencia más dulce y la madurez más fuerte. Sabemos que se siente al escuchar en la calle vuestro nombre, y llenarnos de orgullo con una gran sonrisa: sí, ese es mi padre – sí esa es mi madre..
Y todo eso, todo lo que nos dáis, todo el amor, el sacrificio, el tiempo, el cariño, las enseñanzas, son cosas que nunca podremos agradeceros, porque son las cosas que han hecho de cada una de nosotras la persona que somos hoy.
A vosotros: NUESTROS PADRES, queremos deciros que no teneis de que preocuparos, que hicísteis y hacéis un buen trabajo, porque lo hacéis con corazón, con ganas, con empeño; y no importa la edad, los hijos nos damos cuenta de eso. Gracias por brindarnos tanto tiempo de vuestras vidas, por cada palabra de amor, por cada abrazo, por cada lección, por cada valor, por mostrarnos el mundo, por pensar en nosotros primero y en vosotros despues, por enseñarnos cómo debemos ser y por darnos la luz de la vida; porque no importa lo que hagamos de aquí adelante ya se nos ha dado la oportunidad de conoceros.

GRACIAS POR SER COMO SOIS.
Os queremos mucho...