Mombeltrán - Avila

Contra todo pronóstico, Donald J. Trump (el magnate republicano) ganó la semana pasada las elecciones y se ha convertido en presidente electo de los Estados Unidos de América (para los castristas recalcitrantes del "Robert", los USA).

Sin embargo, los villanos fueron, una vez, como casi siempre sin saberlo, unos adelantados a su tiempo. ¿Por qué? Porque hace más de 5 décadas ellos solitos eligieron a su Trump de bolsillo. Vamos, de andar por casa, pero un personaje parecido, similar al auténtico, que no se movió de la poltrona del poder municipal hasta hace solo 2 años.

Era, en lo malo, como el original, menos en el fortunón y la torre, aunque siempre persiguiera la fortuna y presumiera de castillo como si fuera suyo. En el resto las similitudes no dejan de ser, a día de hoy, asombrosas. Es obvio que como el original, era populista, directo, maniqueo y reduccionista. Los “analistas políticos villanos” no dormían con él, hacían cábalas y elaboraban hipótesis de lo más variopintas para explicar su éxito.

El personaje, no obstante, se guiaba por la vieja máxima de perseguir que se hablara de él a toda costa, aunque fuera mal. Por eso quizá estaba siempre en todas las salsas. Toda publicidad, en forma de foto, pregón o viaje-regalo, era buena, y desde luego, gozó de cantidades ingentes de publicidad aunque en su mayor parte consistieran en ataques de risa de los caciques pueblerinos o provinciales que le rodeaban y amparaban, así como de sus correligionarios y adláteres. El circo y la función siempre iban de su mano. Eran su único equipaje en toda actividad o mediación que emprendía. Por supuesto, todo por y en el interés de su pueblo, aunque sin contar con él.

Por suerte para todos los villanos, el Trump villano de bolsillo es ya historia. Historia triste de la Villa de Mombeltrán, que no debemos olvidar, ni repetir, nunca jamás.

¡No habrá paz villana para los malvados!