Crespos - Avila

GARRAS DE UNA GUERRA
¡Ay, qué guerra tan liviana
contra un libio tan voraz!
Libio voraz no cavila
y no cavila el vivaz.
Me refiero al más astuto,
inteligente y veraz,
el que ostenta la varita
del orden y honestidad.
¡Ay, los coaliados del mando,
los coaliados de la paz,
en la trampa habéis caído
de intervenir con maldad!
Si invadís país ajeno
será invasión tan mordaz
que todos los no aliados
contra vosotros irán.
No es base de persuasión:
ir a guerra en son de paz,
tanta máquina, armamento
con fin de pacificar.
Que no se lo traga nadie,
ir a guerra a controlar
los abusos de una parte
y nunca participar.
Está muy clara la causa
de la infiltración en tal,
embaucaros en contienda
y el petróleo administrar.
Sois de los míos y lo siento,
mi fuerza internacional,
garras de la incomprensión,
vais al conflicto a matar.
¡Ay, qué guerra tan liviana
que será al fin muy mortal!
Pacificadores falsos
os debéis de retirar.
Euromar
Cuando iba a la escuela y dos se enzarzaban en una pelea, aún a costa de recibir un morrón, los demás íbamos a separarlos.
En las guerras de ahora, las grandes potencias van como pacificadores, pero me temo que van nada más a vender armas a los contendientes.
Lo tengo que condenar porque me parece horrendo que de una pelea de pequeños saquen tajada los mayores.
Y luego encima hay alguno que se lleva el premio Nóbel de la Paz.