Arenas de San Pedro - Avila

El Pleno de ayer transcurrió en un ambiente lúdico, hasta el punto de que un concejal estuvo a punto de lanzarse a contar chistes. Este buen “royete” cambió cuando el de las “barbas” un hombre sin duda de unos modales y una educación exquisita, insinuó a los del Pleno, que ciertas cosas se hacen mejor en la taberna. Con el de las “barbas” que a pesar de ser inquisitivo, doña Caridad le trata bien, no pasó nada, sólo se volvió al orden. Lo interesante vino luego, cuando intervino una chica de Ramacastañas que venía acompañada de su marido para quejarse de que el Polígono Industrial la perjudicaba mucho e injustamente en un negocio familiar. La chica, a pesar de algunas imprecisiones jurídicas, se explicó bien.


Sin duda doña Caridad afectada por la queja de la vecina tuvo un repentino desahogo, dijo que el polígono era un “imposible” que ella cuando llegó se encontró con él, que tiene mala solución, que hace todo lo posible por sacarle adelante, que no tiene que aguantar todo lo que este marrón trae consigo … Doña Caridad tiene más razón que un santo, ella llegó “ sin comerlo ni beberlo” y se encontró con el MARRÓN, y que tiene mala solución baste decir que por tercera vez los informes técnicos sectoriales la ha tirado la aprobación inicial del Plan Parcial y toca comenzar de nuevo, que hace todo lo posible, no lo dudo, aún más, diría que tiene más moral que el Alcoyano. Lo de que no tiene que aguantar ese marrón es otra cosa, cuando se presentó a la Alcaldía debía de saber lo que había, y si se engañó o la engañaron ese es su problema.



Cuando intervino el de las “barbas” dijo otra verdad que no se “la salta un gitano” que lo peor: es que a no haberse aprobado unas nuevas Normas Urbanísticas adaptadas al Reglamento de Urbanismo de Castilla y León de 2004, no se puede desarrollar los instrumentos urbanísticos (el Plan Parcial es un instrumento urbanístico) a no ser que el Consejero de Medio Ambiente lo autorice por interés social y en eso están (desde hace años), pero hasta ahora, nada de nada.


Hay sin duda, una responsabilidad política: la coalición popularmente conocida como “de la vergüenza”, comenzó a elaborar las Normas Urbanísticas con un plazo más que suficiente, y es verdad que la Normas se acabaron a tiempo, pero con una salvedad que la Comisión Territorial de Urbanismo de Ávila (CTU) apreció en su informe preceptivo tal cantidad de irregularidades, que de hecho las tiró, entre otras que el suelo industrial destinado al futuro Polígono Industrial no guardaba la distancia exigida del casco urbano de Ramacastañas. Al encontrarse los de la popularmente conocida como la “Coalición de la Vergüenza” sin suelo industrial, para ubicar el Polígono en un “Eureka” cayeron en que las Normas Urbanísticas de 1995 reservaba una pequeña zona industrial en Ramascatañas y sobre esa zona comenzaron los trámites del Polígono, pero en lo que no cayeron es que el terreno era muy pequeño, con difíciles accesos y lo que peor con una CAÑADA, por medio y ya sabéis ustedes lo que manda esto de la Ecología


Como a “perro flaco todo son pulgas” les dieron una subvención, no por sus méritos (se la daban a todo el mundo) y la subvención se aplico. Claro que sí el Polígono no sale adelante hay que devolverla, nada, sólo un millón de euros.