Zardaín - Asturias

El pasado día 24 de Marzo murió Rumel. Era mi padre. Aunque se llamaba Manuel Rodríguez Pérez todo el mundo le conocía por ese apodo. Al parecer tiene origen cuando era un niño y todavía no hablaba bien, pronunció esa palabra para referirse a otra y se quedó con ella. Mi padre se quedó huérfano de padre a los 3 años de edad. Así que mi abuela se quedó viuda con 40 años y cuatro bocas que alimentar más la suya, con lo que nos podemos imaginar en el año 1930, las necesidades que tuvieron que pasar. Ya desde muy pequeño se tuvo que ir de criado para otras casas a trabajar duro, muy duro para un niño, y la brutalidad en aquellos tiempos estaba a la orden del día por parte de los amos,y me contaba que a veces lo levantaban a las 6 de la mañana para ir a pañar castañas, o para sacar piedras de una finca. El caso es que la escuela la vío poco, con lo que las cuatro reglas y algo más fué toda su formación. Él desarrolló un instinto de supervivencia en medio de aquel ambiente tan brutal y hostil, y también para poder sobrevivir en ese medio se tuvo que volver brutal y hostil.
Como mi abuelo era músico, en casa había una acordeón, con lo que de muy pequeño aprendió a tocarla de manera autodidacta y de oído. Así que pronto la acordeón se convirtió en su modo de vida. Se casó con mi madre que era de Siñeriz y se establecieron en Navelgas. Como la acordeón no daba para comer, también tuvo que trabajar en la forestal plantando pinos y haciendo cortafuegos etc. Tuvo cuatro hijos. Junto con otros músicos de la zona formaron la orquesta Iris, que constaba de él, como acordeonista una trompeta, dos saxofones, y la batería. Fueron muy conocidos por la zona, del año 1960 al 68. Él seguia tocando solo como acordeonista en todo tipo de celebraciones, bodas, aniversarios, fiestas etc. y, andando al principio y luego con una moto Montesa, se recorrió todo el concejo de Tieno y parte del de Luarca, época en la que se ganó merecida fama. Pero en el año 1969, la llamada de Madrid era muy fuerte y fueron muchos los que emigraron, entre ellos mi padre. El trabajo era, como no, de sereno, y también de portero de finca urbana. Aquí en Madrid es donde sus hijos hemos crecido y adquirido la formación que él no pudo tener.El caso es que aquí trabajó hasta que le llegó la jubilación. Hace dos años le diagnosticaron un cáncer de pulmón que ya no pudo ser tratado, así que cuando le llegó la hora, de una manera tranquila, entregó su alma a Dios. Quiero agradecer desde este foro las muestras de afecto recibidas en su entierro, que como él quería, fue en Zardaín donde descansa en paz. Que así sea.

Un gran hombre.......descanse en paz.


Sergio Gracia (casa Marcos de Olaya)