Serrapio - Asturias

En esta mañana de viernes, tan guapina y soleada venía al trabajo cabilando que enseguida empezará la hierba y como todos los años aparte de despertarnos los pajarinos, serán los sonidos de las segadoras y los tractores los que se apoderarán del silencio del amanecer.
Esta mañana cuando pasaba por donde casa de Colasa me invadión un aroma a rosas que me paré a investigar de donde venían. En el banco que hay enfrente la casa hay un árbol y por el medio de él trepa hasta la copa un rosalín asilvestrado que es el causante del perfume. Arranqué una rosa y aunque me pinché un poco la traje a mi mesa de trabajo para que me hiciese un poco de compañía.

Es por el tiempo de la hierba cuando el pueblo huele a verde y flores y hasta cuando viene la nube aunque nos fastidie el trabajo y el día. El olor a tierra y verde se mete en el alma y aunque pasen mil años y otros tantos kilómetros, no se olvida. Serrapio cambia de color en la temporada esta y aunque para muchos significa mucho trabajo y una dependencia absoluta del hombre del tiempo, la gente parece feliz, el pueblo se llena y los rapacinos dejan los playeros en la plaza del lavadero entre balonazos y carreras.

Hay tertulias tardias de hombres y mujeres que salen a pasear a la fresca y comentan los pormenores del día o debaten este futuro incierto que nos está tocando vivir en medio de una crisis total y absoluta que vienen de la mano del paro y el endeudamiento nacional y un montón de motivos tremendamente preocupantes. Pero afortunadamente no afecta al paseo ni a las ganas de disfrutar del anochecer en nuestros mayores.

En este periodo del año al acabar las faenas de la hierba uno disfruta de la tortillina, el chorizo y el jamón más que nunca. Y claro no puede faltar la sidra. A mí me encanta y tengo la suerte de que Maxi o mejor dicho Maxín el de Estrella siempre cuenta conmigo. Está muy buena, la hacen ellos y eso es todo un lujazo para el paladar. Y ahora que lo pienso ¿Quién acabará primero la hierba este año?. Vamos a tener que crear una "porra" y el primero que la termine gana y el último que nos deleite con un corderín asau. Creo que será Genaro, por lógica aplastante. Por lo tanto que vaya cebando algún enmerináu.

Bueno gente, mi gente tomemonos con calma esta temporadina y disfrutemos de la serenidad siempre y cuando el tiempo nos lo permita.

Caramelo