Pel.luno - Asturias

MANIFIESTO
a favor de Pena Castro y de los derechos de los vecinos de Pelúgano
(7/02/200


En Septiembre del año 2005 el singularmente precioso paisaje de nuestro pueblo, recibió de manera alevosa y traicionera una brutal agresión que nos dejó atónitos y sobrecogidos a todos los vecinos de Pelúgano.
La enorme y cruel dentellada, que sólo un terrible y enorme monstruo pudo haber asestado a nuestra apacible, benéfica y orgullosa Pena Castro, fue desde ese momento una herida en el alma de cada uno de nosotros, de todos y cada uno de los vecinos de Pelúgano, y en el alma misma de nuestro pueblo

Transcurridos ya más de 3 años desde entonces, transcurridos más de 3 años de resistencia a nuestro propio desánimo, al menos, conseguimos saber qué monstruo fue el que entonces asestó aquella brutal y primera dentellada a nuestras almas y que aún hoy sigue gozando con cada pedazo que arranca de Pena Castro, porque siente como arranca un jirón más del alma de nuestro pueblo.
En efecto, hoy sabemos que el monstruo que amenaza con saña tan inusitada a Pelúgano es el deshonor. Y también sabemos, que tiene no una, sino varias cabezas y que destina cada una de ellas a destruir una componente diferente del ser de nuestro pueblo.

Así es, nuestra particular Hidra de Lerna, nuestra particular serpiente policéfala es el deshonor, porque con deshonor, esto es, con desprecio para con el ejercicio de los propios deberes respecto de los administrados, es como vienen actuando los diferentes organismos públicos, nominalmente encargados de velar por el estricto cumplimiento de las leyes y el respeto hacia el recto ejercicio de los derechos de los ciudadanos, que las mismas leyes amparan.

No, no son los dientes de la empresa Cantera el Reguerón los del único causante del enorme daño que Pelúgano está sufriendo.
La cantera no hubiera podido comenzar la explotación en Pena Castro, si el Ayuntamiento no le hubiera concedido la licencia de actividad. Pero tampoco hubiera podido comenzar, si la Consejería de Medio Ambiente no aprueba el estudio de impacto ambiental que la empresa presentó, ni si la Consejería de Medio Rural no hubiera consentido el continuado incumplimiento de las condiciones de la autorización de la ocupación de nuestro monte, ni si la Consejería de Infraestructuras no transigiera por un uso inautorizable del dominio público viario, ni si la Confederación Hidrográfica impidiera la destrucción del dominio público hidráulico y finalmente, no habría podido hacerlo del mismo modo, si la Consejería de Industria hubiera exigido el cumplimiento del plan de explotación que aprobó. Presúntamente.

En definitiva, si hoy nos encontramos manifestándonos en contra de la destrucción de Pena Castro, y por tanto, intentando evitar que se consume el arrasamiento de nuestro bienestar, el menoscabo de nuestras economías y la humillación de todo un pueblo, no es sólo porque La Cantera pretenda obtener su lucro empresarial “valtando” nuestra Pena, sino porque aquellos en los que depositamos nuestra confianza, aquellos que nos representan y que están obligados a defender nuestros legítimos derechos, nos engañaron, nos despreciaron y, en definitiva, nos traicionaron.

Entonces, hace algo más de tres años no lo sabíamos, pero hoy no nos cabe la más mínima duda de que fuimos traicionados por los administradores de las leyes que nos amparan como afectados por la Cantera.

1) La Consejería de Medio Ambiente, consideró como “impacto recuperable” la “alteración morfológica” de Pena Castro. Pero aun seguimos esperando a que alguien nos explique cómo van a “recuperar” el perfil de Pena Castro tras rebajar su altura en 70m.
2) La misma consejería aprobó un estudio de impacto ambiental, en el que se afirma que la explotación no será visible desde Pelúgano. Pero, de hecho, llevamos más de tres años viendo la “foraora” desde nuestras casas y, por tanto, tres años soportando la pasividad de la Consejería de Medio Ambiente en relación con lo que no aprobó.
3) Cualquier día nos dirán desde esta consejería, que lo que vemos en Pena Castro no es la Cantera, sino alucinaciones, y que por culpa de tales alucinaciones tampoco vemos, las pantallas acústicas, ni la balsa de decantación situada más abajo de los silos, ni los canales perimetrales para evitar que el agua del Reguerón penetre en la explotación, ni la señalización y el vallado perimetral, ni las cunetas para la captación de las escorrentías interiores. En fin, nos dirán que por culpa de nuestras alucinaciones, no vemos ninguna de las medidas correctoras que en tiempo y forma la Cantera implementó.
4) Por su parte, el Ayuntamiento de Ayer otorgó una licencia de actividad a pesar de que no existía (ni existe) proyecto técnico en el que se evidencie el cumplimiento de las medidas correctoras exigibles. ¡Todavía seguimos buscando una balsa lavarruedas a la salida de la Plaza de la Explotación!
5) Este mismo ayuntamiento, ¡nuestro ayuntamiento!, no parece haber tenido en cuenta ninguna de las prescripciones que en el Plan General de Ordenación se recogen, relativas a las industrias extractivas y grandes industrias, como así está considerada la Cantera.
6) La Consejería de Medio Rural autorizó, la ocupación de unas 10 hectáreas de nuestro monte, pero asombrosamente, esta consejería, a pesar de que la Cantera lleva más de 8 años ocupando una zona sobre el cauce del Reguerón para la que no recibió autorización (presuntamente), aún no tuvo tiempo suficiente para actuar conforme exige el correspondiente pliego de condiciones técnicas.
7) Ni la utilización de la calzada de la carretera como si fuese parte de un recinto privativo de la Cantera, ni la ocupación del dominio público a ambos lados (Cargadero y Plaza de Acopios), ni la construcción del cargadero sobre la línea límite de edificación, ni la destrucción de los sistemas de drenaje, ni la ausencia de barrera de seguridad y mucho menos el peligro que todo ello supone para los vecinos y visitantes de Pelúgano, es motivo bastante para que la Consejería de Infraestructuras intervenga.
¿Y qué decir de la Confederación Hidrográfica, para la que en el Reguerón no existe cauce alguno de ningún tipo de corriente de agua? ¿Qué podemos esperar del organismo responsable de proteger nuestros ríos, si niega hasta su misma existencia?
9) Para la Consejería de Industria, que aparezcan piedras, grandes y pequeñas, en nuestras fincas resultando lastimada una vecina, que de vez en cuando lluevan piedras sobre Levinco y que la carretera aparezca regada con “penones” a lo largo de 100 m, vienen a ser más trastadas del “Nuberu” que el resultado de las voladuras realizadas por la Cantera.

Esta es la manera en que nuestras administraciones promueven el respeto a las leyes y la preservación de nuestros derechos, estas son las lacerantes fechorías de la serpiente policéfala contra la que estamos condenados a luchar.

Lejos quedan ya en nuestra memoria los ofrecimientos de entendimiento con la Cantera, que éramos capaces de arrancar a nuestros angustiados corazones tras la voladura que provocó, la fatídica mosqueta, ¡la furibunda dentellada de la bestia a la esencia del alma de los Mosquitos!


Como consecuencia de tan desigual guerra entre los mosquitos de Pelúgano y la terrible serpiente policéfala, hoy nuestra Pena Castro es menos alta que hace tres años, pero no menos altiva, porque entre otras razones, el Parlamento Asturiano acordó la declaración de Pena Castro como monumento natural, si bien la Consejería de Medio Ambiente, en su línea de administrar a la contra del Pueblo, no resolvió todavía acordar tal declaración, ni tampoco el Ayuntamiento de Ayer actuar más respetuosamente con ella.

Sin embargo, nuestra convicción de encontrarnos en posesión de la razón no decrece, a pesar de que la Cantera sigue enloquecida, asestando dentellada tras dentellada a Pena Castro. Y ello, porque diversos informes periciales y otros administrativos de carácter interno, confirman nuestras sospechas relativas a un gran número de graves irregularidades e infracciones presuntamente cometidas por la Cantera, así como por las diferentes administraciones; de las cuales las antedichas, aunque sustantivas, no constituyen la totalidad.

En efecto, si las administraciones no hicieran caso omiso de nuestras denuncias, si no se comportaran negligentemente en el ejercicio de sus obligaciones, si realizaran las inspecciones que les requerimos, si impusieran las sanciones exigibles a las infracciones en que la cantera incurre, no habríamos tenido que encerrarnos hace un año en nuestro ayuntamiento, y lo que es más triste, no estaríamos hoy aquí. Porque, desgraciadamente, no podemos pasar por alto que el Ayuntamiento de Ayer, es el principal responsable de que hoy nos encontremos una vez más reunidos defendiendo nuestros intereses. Pues a lo largo del año transcurrido desde que abandonamos el encierro, el Ayuntamiento no modificó ni un ápice su práctica de oídos sordos para con todas y cada una de nuestras reivindicaciones. Tanto es así, que al día de hoy, sigue sin aparecer el proyecto técnico en el que se evidencie el cumplimiento por la Cantera de todas las medidas correctoras que le son exigibles y que es preceptivo para la concesión de la licencia municipal. Pero no es menos grave, que la comisión municipal de seguimiento de La Cantera no haya sido ni tan siquiera convocada, a pesar de las reiteradas peticiones que hicimos llegar ante el que, debiera comportarse también, como nuestro ayuntamiento.

Convencidos pues como estamos, de encontrarnos del lado de la razón y además del lado de la Ley, no podemos por menos que exigir, a las Consejerías de Medio Ambiente, de Industria y de Medio Rural, al igual que a la Confederación Hidrográfica y muy especialmente, al ayuntamiento de Ayer, que sean conscientes del tremendo y creciente daño que están ocasionando a todos los vecinos de Pelúgano y del engaño al que someten a los trabajadores de la Cantera, cuando por no actuar debidamente y a tiempo, contribuyen a aumentar la inseguridad jurídica de la misma.

En fin..., empujados hasta aquí por la prepotencia de la empresa, que no supo apreciar 40 años de paciente tolerancia por parte del pueblo de Pelúgano, y por el espantoso monstruo del deshonor en el que se encarna el cínico desprecio de los gestores públicos hacia sus administrados, no nos queda más remedio que seguir peleando por la dignidad y la seguridad de nuestras vidas, el valor de nuestras haciendas y el merecido descanso de la atormentada alma de nuestro pueblo.

No estamos absolutamente seguros de si, al final de tan injusta y desproporcionada lucha, nos sentiremos recompensados, pero sí lo estamos, de que nunca nos rendiremos en nuestro empeño de cortar todas las cabezas de la serpiente que nos humilla.

Gracias a todos por acompañarnos a pesar de las inclemencias del tiempo y cedemos la palabra a quien quiera respondernos , aquí y a todos…

LA ASOCIACIÓN DE VECINOS PEÑA MEA DE PELÚGANO-ALLER

Seguimos en nuestra particular caza de los presuntos infractores. Se irán viendo caer poco a poco.

PEÑA CASTRO MONUMENTO NATURAL-
SALVAR PEÑA CASTRO