Moreda - Asturias

Unión Progreso y Democracia (UPyD) considera el anuncio de un acto de secesión el compromiso de Ibarretxe de celebrar una consulta ilegal el año 2008

Unión Progreso y Democracia (UPyD) considera el anuncio de un acto de secesión el compromiso de Ibarretxe de celebrar una consulta ilegal el año 2008.

Unión Progreso y Democracia (UPyD) pide a PSOE y PP que se comprometan a no pactar con el PNV u otros partidos separatistas tras las próximas elecciones.

* La consulta prometida por Ibarretxe sería un acto práctico de secesión, y su convocatoria un acto sedicioso.

* El Estado está obligado a impedir su convocatoria y celebración por todos los medios a su alcance, incluidos los previstos en el artículo 155 de la Constitución.

* El referéndum de Ibarretxe ataca un principio básico de cualquier democracia: que todos los ciudadanos tienen derecho a decidir sobre los asuntos que les afectan a todos.

* La celebración de esa consulta ilegal regalaría a ETA un triunfo histórico: la ruptura de facto con España y con la democracia. Aumentaría la violencia en vez de disminuirla.

* UPyD reclama a PSOE y PP un compromiso público, previo a las elecciones generales de marzo, para renunciar expresamente a pactar con el PNV o cualquier otro partido separatista la formación del próximo gobierno de España.

* Nos preocupa especialmente el anuncio del presidente Zapatero de volver a aliarse con los mismos nacionalistas que quieren acabar con nuestra democracia en el caso de que el PSOE ganara las próximas elecciones.

En su declaración de fin de año, el lehendakari Juan José Ibarretxe ha anunciado otra vez su decisión, unilateral e ilegítima, de convocar en 2008 un referéndum ilegal para “consultar al pueblo vasco sobre su futuro”. Una consulta semejante rompería el principio constitucional que atribuye la soberanía al conjunto del pueblo español. Se trataría, pues, de un acto práctico de secesión, y su convocatoria un acto sedicioso que el Estado estaría obligado a impedir por todos los medios a su alcance, incluidos los previstos en el artículo 155 de la Constitución relativos a la suspensión o intervención de las instituciones de aquellas Comunidades Autónomas que no cumplan con sus obligaciones o atenten gravemente contra el interés general de España.

Contra lo que dicen el lehendakari Ibarretxe, los partidos nacionalistas e Izquierda Unida, convocar un referéndum ilegal no es un avance de la democracia, sino un ataque frontal al principio de la obligatoriedad de las leyes vigentes, comenzando por la propia Constitución. El referéndum anunciado por Ibarretxe ataca uno de los principios básicos de cualquier democracia: que todos los ciudadanos tienen derecho a decidir sobre los asuntos que les afectan a todos. Contra lo que dicen los nacionalistas, los vascos o los catalanes no pueden decidir unilateralmente sobre intereses comunes de todos los españoles, imponiendo sus decisiones, del mismo modo en que una minoría cualquiera no puede obligar a toda la sociedad a obedecer sus exigencias sin rechistar.

Particularmente cínica es la pretensión de que la celebración de semejante chantaje a la democracia serviría para precipitar la desaparición de ETA. La sociedad vasca, como el conjunto de la española, lleva muchos años reclamando por abrumadora mayoría la desaparición de la banda terrorista nacionalista, sin que ésta se haya dado por aludida. Por el contrario, la celebración de esa consulta ilegal regalaría a ETA un triunfo histórico: la ruptura de facto con España y con la democracia. Además, la banda se autoerigiría en garante de la secesión, aumentando la violencia en vez de disminuirla.

Teniendo todo esto en cuenta, UPyD reclama a PSOE y PP un compromiso público previo a las elecciones generales de marzo no sólo para apoyar el uso de todos los recursos constitucionales para oponerse con eficacia a los planes secesionistas de Ibarretxe o de cualquier otro separatista, sino también la renuncia expresa a pactar con el PNV o cualquier otro partido separatista. Nos preocupa especialmente el anuncio del presidente Zapatero de volver a aliarse con los mismos nacionalistas que quieren acabar con nuestra democracia en el caso de que el PSOE ganara las próximas elecciones. Ninguno de ellos debería, de ningún modo, servir de llave para la formación del próximo gobierno de España, un Estado que desean suprimir, como inevitablemente ocurrirá si alguno de ambos partidos pacta con PNV, CIU o ERC. Por nuestra parte, nos comprometemos a apoyar a las instituciones del Estado en defensa del orden constitucional, y a apoyar la gobernabilidad del Estado si los votos de los ciudadanos nos hacen merecer estar presentes en el próximo Parlamento.

Yo me paso del PP. a UPyD, los veo más de centro