Morcín - Asturias

Los Ayuntamientos, muy dados a atropar obligaciones, con lo que algunos se creen más importantes, se hicieron cargo de la educación infantil, con subvenciones del Principado para atender, sólo en parte, las obligaciones que tal actividad genera.
A partir de ahí, todo son problemas, el personal, contratado por procedimientos atípicos, demanda estabilidad en el empleo y las retribuciones del resto del personal del Ayuntamiento, pero a pesar de varias sentencias favorables al referido personal, que reconocen su relación con la administración municipal y que les garantizan el mismo trato que a sus otros empleados, algunos Ayuntamientos, que todavía no fueron demandados por la sencilla razón del miedo de esos trabajadores a ser puestos sin más de patitas en la calle, siguen tratándolos como trabajadores de tercera, aplicándoles unas condiciones laborales mucho menos beneficiosas que al resto de su personal.
Ahora resulta que el Principado quiere cerrar el grifo y reducir personal en las escuelas infantiles, y los Ayuntamientos desentierran el hacha de guerra, pero no para reclamar que sea la Comunidad Autónoma la que se haga cargo de las escuelas de 0 a 3 años, sino para que no reduzca las aportaciones que permiten a los Ayuntamientos contratar a ese personal.
Pero…, vamos a ver, ¿qué pintan los Ayuntamientos contratando personal con dinero que les da el Principado para mantener esas escuelas?, ¿no sería mejor que fuera el Principado quien asumiera ese servicio de educación infantil?, ¿qué ganan los Ayuntamientos metiéndose en asuntos que no son de su incumbencia y que sólo les dan problemas?, ¿es suficiente con que a alguien le guste presumir de prestar servicios cuando tales servicios deben estar gestionados por la Comunidad Autónoma?.
Educación infantil, sí, pero que cada palo aguante su vela y que atienda el terreno que le corresponde, porque se yo del caso de alguien a quien su padre le mandó ir a cuchar la huerta de su propiedad y él fue y cuchó la huerta de un vecino.