Morcín - Asturias

MORCÍN, CARTA A LOS REYES MAGOS

No es la primera carta que os escribo, y en todas ellas, en las que escribí de niño y en las posteriores, pequé de iluso porque, como pedí cosas que me parecían buenas, de niño para mí y ya de mayor para todos, creí que me las traeríais.
Cuando era niño mis deseos se fueron cumpliendo sólo a medias, lo demás, según entendí más tarde, lo borró la escasez del dinero porque mis padres no podían pagar todo lo que yo pedía. El resultado de lo que pedí ya de mayor en cartas publicadas en este foro fue un desastre total, nada aprovechable, nada de nada, y eso que pedí lo que consideraba sensato y bueno para todos, o por lo menos para la mayoría.
Ahora, después de mis últimos fracasos, voy a pedir cosas que, sin tener en cuenta que sean buenas o malas, sea probable que me las traigáis, si es que no las tenemos ya.

Tras el anterior preámbulo, paso a relacionar lo que os pido para que lo podáis ir preparando:

PARA QUIEN LO NECESITE: Os pido que dejéis por ahí repartidas unas riestras de ajos. No, no se trata de espantar a los vampiros sino de que puedan comerlos los que “se piquen” por lo que digo en esta carta, porque ya se sabe que “el que se pica ajos come”.

CARRETERAS: Que las carreteras a San Sebastián y a Peñerudes no sean reparadas, porque de esta forma nos podrán seguir prometiendo que pronto van a quedar como la calle Uria, y nos pondremos todos muy contentos con el anuncio.

MUSEO DE LA LECHERÍA: Que quede todo como está para que nos sigan anunciando que se va a dar al edificio variados usos, suficientes para que todos quedemos satisfechos. Si acaso, Sres. Magos, podéis traer unos calderos para que se llenen con las goteras, y aprovechar el agua para cuando la corten por las frecuentes averías en la traída del abastecimiento domiciliario.

ESCUELAS DE LAS MAZAS: Dejarlas como están para que puedan seguir prometiendo que las van a reparar y así poder darles el voto cada vez que haya elecciones.

SENDA JUNTO AL RIO EN LA FOZ: Que la dejen como está para tener una prueba de lo mal que se hacen las cosas y poder seguir votando a los que tan mal lo hacen y a los que lo consienten o no se enteran, porque seguro que todos nos dirán que ellos no tienen la culpa y que nos prometerán que van a arreglarlo.

LA CUEVA DE EL MOLIN: Os pido que, tal como dijo el Alcalde, para que los turistas “se puedan hacer una idea de lo que hay dentro de la cueva”, se haga una pequeña área recreativa en un terreno cercano, “con bancos, papeleras, y una zona verde”, y así los referidos turistas marcharán encantados “haciéndose a la idea” de que en la cueva hay también bancos, papeleras, y una zona verde.

POLÍGONO DE ARGAME: Que siga así, con pocos puestos de trabajo, para que los muchos parados del concejo continúen confiando en los políticos que prometieron que se crearían más de mil. Si lo dijeron, será verdad, así que como todavía faltan por crear muchísimos de esos mil puestos, se mantendrá la ilusión de que los parados van a conseguir empleo en el polígono.

ESCUELA INFANTIL Y CENTRO DE DIA: Que sigan viniendo niños y personas mayores de otros concejos y que sólo paguen la cuota mensual igual que los de Morcín. Los gastos que hubo para poner en funcionamiento los servicios y otros gastos variados corren por nuestra cuenta, con lo cual a nosotros nos cuesta en realidad mucho más. No importa, algunos pensarán que somos tontos por tratar mejor a los forasteros que a los vecinos, pero siempre habrá alguno que no se quiere enterar de que nos están chuleando y diga que somos generosos y que así el Ayuntamiento de Morcín ahorra dinero, aunque lo que está claro es que los que lo ahorran son los de Riosa y Ribera de Arriba, y que los que gastamos en beneficio de los forasteros somos nosotros.

FUNCIONAMIENTO DEL AYUNTAMIENTO: Que el Alcalde continúe gobernando el concejo como lo viene haciendo, así los concejales de la oposición pueden quejarse de ello aunque no hagan gran cosa para impedirlo.

ALCALDE: Que cada poco siga contándonos cuentos en los periódicos, diciendo que se van a hacer muchísimas cosas y a ejecutar tropecientos proyectos, así nos hacemos a la idea de que somos niños y que, aunque sepamos que nada de lo que dice se convierte en realidad, confiaremos ciegamente en que vamos a ver resueltos muchos problemas.
También pido para el Alcalde muchos viajes y muchas comidas, todo pagado por el Ayuntamiento, que con eso de ir tanto a Oviedo y tanto comer “de papu” se le ve mucho más ciudadano y más gordín que otros alcaldes, aldeanos, flacuchos y “esmiagurriaos” ellos, que al no gastar tanto en viajes y en comidas parece que representan a un concejo pobre.

CONCEJALES: Os recomiendo que no les traigáis uvas, porque algunos ya están a ellas y creo que lo que necesitan es una buena ración de “Espabila” (la venden en la farmacia, viene en pastillas, y dicen que es muy eficaz), pero lo dejo a vuestro criterio, traerles lo que os parezca que merecen, aunque sea un tirón de orejas, allá vosotros.

PARA LOS QUE SON POCO CAPACES Y QUIEREN MEDRAR: Un “rebañin” de socios también poco capaces que igualmente vayan a lo suyo, no vean más allá de sus propias narices y que, sin capacidad crítica, les den siempre la razón. De esta forma todo marchará según les conviene, no se notarán sus carencias y habrá total armonía y paz para no hacer nada provechoso para el común de los vecinos, y sacar ellos provecho de los cargos a los que van trepando.

PARA MÍ: Unas gafas para ver las cosas de otra manera, porque viendo lo que veo me siento obligado a decir lo que digo, y a alguno de los que ya tiene tales gafas le parece que soy un cascarrabias. El problema es que creo que las gafas vienen en un kit junto con unas orejas de burro, una cabezada, un incensario, un traje de monaguillo y un folleto que enseña a entontecer, estas cosas yo no las necesito porque no quiero que puedan decir de mí lo que yo puedo criticar en otros, así que si me traéis sólo las gafas, bien, pero si no se os arregla podéis dejar el referido kit a cualquiera, que buen beneficio suele sacar de él quien lo utiliza a cambio de perder su dignidad.

Hala, hasta el año que viene.

Alberto Alonso Gutiérrez, Argame.