Morcín - Asturias

Algunos, lo que ya no sois jóvenes, recordaréis aquella canción que en España cantaron, entre otros, Los 3 Sudamericanos, pero para original la familia de nuestros Borbones.
No voy a hablar de lo mucho que birló, presuntamente, el Ungarín (cuando se empezó a hablar del asunto me dijo una señora muy mayor “esi Ungarín vaya la que armó”), tampoco hablaré de la cacería de elefantes, de Corina, del palacio que ocupaba con acceso directo a La Zarzuela, y de otros méritos de quien nos dejó Franco como rey. Hoy toca hablar de las explicaciones que con mucho retraso suelta ahora el Borbón sobre el muchísimo dinero que sus padres tenían en los bancos suizos
Leido lo que dijo, pienso que es tonto del todo o que se pasa de listo, porque nos está tratando como si los tontos, rematadamente tontos, fuéramos nosotros, ya que sus explicaciones son tan absurdas que, sencillamente, no cuelan, y sólo valdrán para aquellos que estén dispuestos a tragar, sin masticar, todo lo que les echen.
Nos dice que no sabe si se pagaron los correspondientes impuestos por el dinero de Suiza, casi nada, unos mil cien millones de pesetas, y añade que supone que los albaceas habrán hecho las cosas bien. Pues nada, Don Juan Carlos, si es que tiró, perdió o no sabe donde tiene las cuentas que le entregaron los albaceas, pregúnteles qué pasó con ese asunto y díganos la verdad, es bien sencillo, ¿no?. No sabe si se pagaron o no los impuestos, pero ... ¿no debería saberlo?, ¡hala!, a enterarse y a contarnos la verdad, porque nosotros, que tenemos que pagar hasta el último céntimo de los impuestos, queremos saber si el rey también los paga.
Además de no saber nada de lo de los impuestos, afirma que no cobró un duro del dinero de la herencia, porque se empleó en pagar las deudas que tenían sus padres.
¡Vaya con lo de las deudas!, ¡vaya qué familia tan original!, ¿tenían más de mil millones en dinerito contante y sonante en bancos suizos, y no pagaban sus deudas?. ¡Pufistas, más que pufistas!, ¡vaya ejemplo!. Total, que si es verdad que no pagaban lo que debían a pesar de tener mucho dinero, malo, muy malo, y si no es verdad, y al Borbón no se le ocurrió otra disculpa, tonto, muy tonto, porque eso de tener y no pagar es cosa de pufistas, de despreciables pufistas.