La Vallina - Asturias

Haces de tu inseguridad mi pánico¡ de tus ideas mis dudas, de tus caprichos sacas la tramoya de mi vida y de tus sueños mis propias pesadillas; has liado los hilos de está marioneta. Aún así no te puedo odiar, ni lo pretendo.
Sólo atiendes a tus ocurrencias y olvidas las razonesa ajenas. ¿De veras se puede confiar en ti?.
No son reproches, porque ningún canto rodado puede regañar al cauce; afin de cuentas es el agua torrencial quien le ha dado su forma. Gracias por la cicatrices de todos estos años.
No volveremos a hablar nunca más, porque me das tanto miedo como amor te he entregado.

Y hoy me llamas. Me has llamado, sí.
No voy a negar que me ha gustado; siempre me gusta hablar contigo.
Me siento como un títere, me has tratdo de convencer de que yoi tengo la cula de tus rabietas infantiles. No sé que duele más, si el golpe conrta el suelo o que me levantes para así advertirme de que en cualquier momento me volverás a arrojar.
A veces creo que dosificas las heridas para que nunca sean mortales, pero que sí para que me dejen en el misma puerta del infierno.
Llego a pedir cada noche que todo acabe pronto, pero luego, al instante me quedo dormido y sueño contigo.
Jamás me podrás comprender, ni yo a ti.

Te he llamado en dos ocasiones, en ambas me has colgado, ¿por qué eres cruel?. Yo no debería ser tan pordiosero suplicando tus palabras. me conviertes en mendigo, en limosneador de tus sentimientos. Estás jugando conmigo, lo sé, me doy cuenta, y aún así ....