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Carcarosa - Asturias

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España > Asturias > Carcarosa (Mieres)
19-04-12 16:44 #9950254
Por:Jose Manuel Z.L

Los que escaparon...5º
CAPITULO...83.


El chipachole, uno de los guisos mas tipicos de Veracruz, segun les habian dicho, estaba muy bueno. La base del mismo eran las jaibas, crustraceos parecidos al cangrejo de mar, pero con el caparazon menos convexo. Bajo el silencio que flotaba en torno a ellos, roto tan solo por el ruido de las cucharas al rozar con los platos, la magia de la noche esparcia una falsa paz mas alla de la terraza.
Los Galindo habian salido. Un compromiso.
Cada vez tenian mas compromisos.
¿Como has dicho que se llama esto?, pregunto Amparo.
Chipachole, mama, le respondio Elias.
Nunca voy a aprenderme estos nombres, es inutil, manifesto la mujer con abatimiento.
Deberias apuntartelos, le sugirio su hijo menor. Tienes que empezar a integrarte.
Ernesto miro a su padre. Ramon sorbio la ultima cucharada y dejo el cubierto en el plato. El mar estaba tranquilo, pero si se aguzaba el oido podia oirse el suave rumor de las olas besando la arena o estrellandose contra las rocas. La sensacion de paraiso fue una burla aun peor que su silencio.
Fue Amparo la que hablo otra vez.
No tenemos dinero, Ramon, dijo con una voz tan afilada como un cuchillo. No tenemos nada, ni dignidad por seguir aqui. Esta gente...
Esta gente esta ayudando a un camarada en el infortunio, le recordo su marido.
Ya es mas que una ayuda. Elias trabaja, le recordo ella. Ernesto y tu deberiais hacer lo mismo, por lo menos.
Aunque trabajemos todos, intervino Elias. Igualmente tendriamos que buscar un lugar en que vivir. Y las oportunidades estan en Ciudad de Mexico.
Tu solo piensas en tu novia, se burlo Ernesto.
¡No es mi novia!, grito Elias. ¡Y no tiene nada que ver con esto!
¡No grites!, lo hizo aun mas su padre. ¿Que son esas tonterias de novias?
Papa, no tengo novia, ni estamos hablando de eso. Reacciona, por favor.
Ramon hizo un gesto desabrido. Habia intentado hablar con otros exiliados. Habia intentado formar un frente de resistencia, una especie de cabeza de puente. Habia esgrimido todo el poder que su fe en el comunismo le proporcionaba para mantenerse firme.
Y para nada.
Todos querian volver a España. Todos confiaban en que aquello fuese temporal. Todos estaban seguros de que Franco no era mas que un muñeco de cera que se desharia bajo la presion internacional.
Pero todos se iban a Ciudad de Mexico, a la busqueda de su misero Eldorado personal de supervivientes.
Y del mar ya no llegaba nada, salvo el eco de los fusilamientos de Franco y la ipocresia del mundo que hablaba mas de la proxima guerra que de la ultima y decisiva confrontacion entre el fascismo y el comunismo.
Ramon no quiso mirarlos.
¿Que hay de segundo plato?, pregunto sin margen para la replica.
Puntos:
20-04-12 16:49 #9955411 -> 9950254
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...84.


Rosita reia, y lo hacia de una forma abierta, descontaminada y contagiosa. La forma en que rien los puros de corazon y los inocentes, las personas libres y llenas de vida. Echaba la cabeza hacia atras, abria la boca, soltaba el aire. No se llevaba la mono a los labios, como hacian algunas mujeres por pudor o por no estar seguras de sus dientes. No cuidaba el volumen de sus carcajadas, por recato o muestra de una educacion superior. Solo reia.
A Lorenzo le encantaba verla reir.
Creia haber echado de menos otras cosas, y ahora descubria que, a veces, lo que parece menos importante es tanto o mas esencial que lo demas.
Como la risa.
¿Nunca te casaste, Lorencito?, se apoyo en el y lo miro muy de cerca.
No esperaba la pregunta, y menos despues de las carcajadas.
No.
Habrias hecho feliz a alguien que se lo perdio.
No tuve oportunidad.
No quisiste.
¿Que hacias en España?
Aparto los ojos de ella. Por su mente pasaron algunas escenas del pasado. Renuncio a su recuerdo. A Rosita no queria decirle la verdad. Por alguna extraña razon.
Trabajaba.
¿En que?
En esto y aquello. Nada importante.
Esta bien. Perdona, comprendio ella.
Volvio a levantar la vista. La exuberancia de la vida se manifestaba en cada una de sus facciones, las pestañas, los pomulos, el menton, aquella ingente mata de pelo, las monos con sus dedos largos y afilados. Y sobre todo los ojos.
No me mires asi.
¿Como te miro?
Ya lo sabes.
No, dimelo.
Tienes los ojos de fuego, grandes y negros.
Ojitos de capulin.
¿Que?
Asi los llamamos aca: ojitos de capulin. Ojos negros y redondos, como los mios.
Ojitos de capulin, lo repitio el. ¿Por que todo suena poetico en mexicano?
Sera porque lo somos. Poeticos y suaves, y las chamacas muy dulces.
Tambien bravas.
Tambien. Puedes comprobarlo cuando quieras.
En parte era coqueteria; en parte, un juego; en parte, seduccion, abierta y directa. Habia un reclamo, un instinto casi animal. Habia surgido desde el primer momento.
Y el se resistia, sin saber todavia por que.
¿Que edad tienes?
La suficiente.
¿Cuanto es eso?
Veinte para veintiuno.
Yo soy mucho mayor.
Eres viejito, le dijo con malicia.
Rosita, la tomo de la mano, sobre la mesa, por entre los vasos de tequila, ¿sabes de veras lo que necesito?
Dimelo, se le acerco ella de nuevo.
Un golpe de suerte.
Se sintio decepcionada. Se puso seria.
La suerte no existe, reflexiono con veinte años añadidos de pronto a su edad. Hay oportunidades, pero...
Entonces dime donde hay una oportunidad.
¿Para ganar dinero?
Si.
Eso siempre es peligroso. El dinero nunca llega solo. Si es con trabajo, trae cansancio, años y penas. Pero si es rapido trae problemas.
He oido hablar de las peleas de gallos, dijo Lorenzo.
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21-04-12 16:26 #9959296 -> 9955411
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...85.


Probablemente llevaba la misma camiseta que el primer dia. Y seguia sudando igual. La diferencia radicaba en su mirada. Nada en ella mostraba el menor aliento. Al contrario.
Don Jacinto es un buen cliente de esta casa, dijo.
Me puso la mano bajo la falda. Me toco el...
El ch.cho, si.
¿Aqui tambien se dice asi en plan ordinario?
Bertita...
Me hizo daño, por eso lo abofetee.
Bertita..., repitio el hombre con cansancio. Nadie te pide que seas una cusca, ni tan solo una coscolina, pero el cariño atrae a los buenos clientes. A El Fierro vienen buscando lo que no encuentran en sus casas. Purita compañia. ¿Que alguno se desmanda? Bueeeno, tampoco sois unas santitas. ¿Que hubo? ¿Te toco? Habia otras formas de atorarlo, pero darle bofetadas...
Berta apreto los dientes.
Tienes demasiado caracter.
Si.
A poco no te me vas a cambiar, ¿verdad?
No.
Pues cantar, no cantas, suspiro el dueño del local.
De acuerdo, Berta se puso en pie.
Es la mera realidad, pero no te me enojes. Espera.
¿Que quiere que espere? No canto. No soy una p.ta. Asi que...
Todas las mujeres llevan una p.ta dentro, en su lado perverso, y los hombres un joto escondido, dijo, cargado de reflexiones. No siempre se sale, se mantiene acalambrado. Pero cuando la necesidad aprieta... todo es cuestion de hambre, o de dinero, o de agarrar al toro por los cuernos. Deberias pensar en ello, mi chamaquita.
Para eso podria haberme quedado en España.
Es diferente, repuso el hombre. El orgullo le puede mas, a cualquiera, y que te chingue uno que primero mato a los tuyos y te echo bombas... Aca es una mera cuestion de dinero. Piensalo.
Ya lo pense.
No te veo trabajando en una fabrica. No tu.
¿Va a pagarme estos dias?, le tendio la mano, decidida a no renunciar a nada.
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22-04-12 16:27 #9962456 -> 9959296
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...86.


El ejemplar de El Independiente, con el articulo firmado por Valeriano Puig, seguia en manos de Natalia, aunque ya hacia un poco que habia terminado de leerselo en voz alta a su madre y a Ana. Teresa todavia lloraba, sentada en la cama, apoyada en su marido.
No sentia nada parecido desde que debute en La Vanguardia, reconocio el con emocion. Y entonces aun era demasiado joven como para darme cuenta de lo que significaba aquello. Ahora en cambio...
Sabian que no era gran cosa, solo un primer paso, pero tenia visos de gran salto.
Natalia lo dejo sobre la mesa, para que presidiera su alegria comun, y le estampo un fuerte beso en la mejilla.
Felicidades, papa.
Esta mañana, cuando lo he visto... Me hubiera gustado salir corriendo para enseñaroslo.
¿Has hablado con el director?
Si.
¿Y que te ha dicho?, se animo aun mas Natalia.
Que no echara las campanas al vuelo, que era un buen articulo, y que si seguia aprendiendo tan rapido...
¿Te aceptaran como periodista?
No hemos hablado de eso, manifesto Valeriano.
Pero seguro que lo haran, insistio la muchacha. Tu eres muy bueno.
Tal vez lo fuera en Barcelona.
Uno es bueno en todas partes.
Natalia, cariño, recuerda que siempre es mejor no correr, ir paso a paso.
¿Se lo van a pagar?
Miraron a Ana. La pregunta era suya.
No me lo han dicho, reconocio Valeriano. Ni era el momento de preguntar.
Seguro que lo hacen, como una coloboracion, fue categorica Natalia.
No nos iria mal el dinero, menciono Teresa.
Eh, ¿desde cuando sois tan materialistas?, bromeo el hombre.
Ana Soler paseo su mirada por las peladas paredes, por la ventana cerrada y, de nuevo, tapiada con los cartones, por la habitacion llena de sensaciones vacuas. Se cambio a su hijo de lado.
Esto es... lo primero que nos ha sucedido de bueno en mucho tiempo, sin contar el nacimiento de Juanito, desgrano Valeriano con una punta de emocion en su voz. Es una puerta que se abre, ¿entendeis? Y tengo la esperanza de que nos lleve a alguna parte, aunque... En fin, no se.
Natalia se le echo encima. Su abrazo tambien alcanzo a su madre.
Ana siguio sentada, frente a ellos, con Juanito que lo miraba todo sin ver nada en sus continuos movimientos, sola.
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23-04-12 17:21 #9966044 -> 9962456
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...87.


No era una pelea de gallos.
Ahora que no habia apuestas, los ladridos de los contendientes lo dominaban todo. Parecian enloquecidos. Olian a los demas perros; olian la sangre que pronto asaltaria sus hocicos; olian la sangre de los que ya habian combatido, vencido o muerto. Los asistentes los examinaban con ojo critico, estudiaban los colmillos en sus fauces abiertas y babeantes, valoraban la resistencia de sus patas o el poder de cada musculo. En el sotano, el movimiento se ofrecia de continuo a los ojos del publico, que, a su vez, formaba parte de el, sin principio ni fin. Todo tenia una carencia.
Vida y dinero. Muerte y dinero.
Dos veces lo segundo para cada uno de lo primero.
¿Esto es legal?, pregunto Lorenzo.
En Mexico nada es legal, y todo lo es a la vez, se colgo de su brazo Rosita. ¿Pero no era esto lo que querias?
Lo era.
En el fondo, casi parecia un recinto deportivo; con el ring en medio; con los apostadores a la espera del primer intercambio de golpes para lanzarse a la puja; con los pugiles calentando en sus camerinos, a veces, casi siempre, compartidos; con el olor tan caracterisco del sudor mezclado con el perfume de las mujeres de los hombres importantes que se sentaban en las primeras filas. La unica diferencia era que en un ring, con suerte, no moria nadie.
Prometeme que no apostaras mucho.
Solo quiero probar, tranquila.
Lorenzo...
Tengo instinto para esto. Apuesto, gano algo y te invito a cenar. ¿Hace?
¿Y si no ganas?
Ganare.
¿Por que estas tan seguro?
No puedo defraudarte.
Tu no vas a defraudarme, se apreto un poco mas contra el.
Su calor era tan distinto del de el ambiente, incluso de la densidad que los envolvia alli dentro.
Estas loca, le susurro al oido.
¿Por que?
Porque yo solo puedo traerte problemas.
¿Crees que no lo se?, acepto ella.
¿Entonces...?
No hay quien mande aqui, se toco el pecho, sobre el corazon, ni aqui, se llevo la mano a la frente.
Aqui, si, dijo Lorenzo refiriendose a la mente.
No cuando interfiere lo otro.
¿Cuando se habia rendido? ¿En que momento habia tirado la toalla? Probablemente desde el comienzo, abatido por la primera sonrisa, por aquel fuego, por la propia necesidad de volver a sentirse hombre.
Por Berta, estuviese en donde estuviese.
La pelea iba a empezar.
Le dio un beso en los labios, no tan fugaz como para que resultara sorpresivo ni tan intenso como para que mereciese o tuviese la oportunidad de una replica. Se retiro antes de que Rosita reaccionara.
Vamos, se encamino a la pista, tirando de ella.
La muchacha lo siguio, conmocionada.
Alzo la mano con un billete. No era mucho. Tampoco era poco. Tenia un candidato. Un mastin negro, de ojos turbios y cola cortada. Su rival era otro mastin mezclado con mil razas mas, de pelo rojo. No sabia cual era mejor. Pero si conocia su instinto.
Acertaba siete de cada diez veces.
Espero que no acabes en la quinta chilla, le dijo Rosita cuando el apostador se llevo su dinero.
Intuyo que eso debe de ser estar en la miseria.
Absoluta, asintio Rosita.
Pronto lo sabremos.
Los dueños de los perros ya los tenian en pista, sujetos, tirando de las correas para que no saltaran a destiempo. Los animales ladraban como posesos. Las ultimas apuestas quedaron cruzadas y selladas.
No me gusta ver morir a nadie, se estremecio la muchacha.
El publico se puso a gritar, caldeado por el ambiente y caldeandolo a su vez. Los propietarios de los perros gritaron aun mas que ellos, ahora con sus caras pegadas a las de los canes. Era el ritual final, el azuzamiento destinado a ponerlos al maximo de su paroxismo.
Los cuchilean duro, se estremecio por segunda vez. Y los pobrecillos moriran por esos amos culeros.
No tuvo que preguntarle que era lo de cuchilear.
Los perros quedaron libres, saltaron el uno sobre el otro.
Entonces Rosita le cogio la cara con ambas manos, se la hizo volver hacia ella, y lo beso con todas sus fuerzas, sin darle mas opcion que la de rendirse, sin dejarlo siquiera atisbar la pelea. Por un instante escucho los gritos del publico, los ladridos desaforados de los perros, los gemidos de dolor y rabia; un solo instante. Despues se rindio al beso, largo, denso, absoluto.
Eterno.
Cuando el griterio ceso y ella dejo de besarlo, los dos miraron a la pista, donde el mastin de pelo rojo yacia muerto sobre un charco de sangre mientras el pagador repartia los beneficios entre los ganadores de la apuesta.
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24-04-12 16:43 #9970453 -> 9966044
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...88.


Señor Alcaraz, ¿podria hablar con usted?
Oh, señor Galindo. Yo tambien queria verlo. En realidad lo estaba esperando.
¿Pasamos a mi gabinete?
Lo prcedio. Era un despacho elegante, con toques refinados. Segun le habia dicho, antes de la revolucion la mesa pertenecio a un banquero. A un lado tenia la muesca de un golpe de sable errado en la disputa final. El siguiente encontro su destino. Por eso la mesa estaba alli.
¿Un cigarro?
Ramon nego con la cabeza.
¿De que queria hablarme?, se intereso tomando asiento sin que su anfitrion se lo ofreciera.
Norberto Galindo permanecio de pie, apoyado en la mesa.
Usted primero, lo invito.
En modo alguno, nego con la cabeza Ramon. Ha sido quien...
Es usted mi invitado, detuvo la protesta. Insisto.
Empezaba a conocer al mexicano. Era parco, hermetico, de pocas palabras, pero con mucho caracter. Comunistas o no, amigos o no, seguia llamandolo de usted, y el le correspondia. Nada de <<compañero>>; nada de <<camarada>>; nada de una hermandad que distaba mucho de existir. Norberto Galindo tal vez se lo hubiera dicho el primer dia, al llegar a la casa, y el no supo escucharlo, ni ir mas alla. Cuando le dijo que habia muchas cosas que debian aprender de ellos, de los mexicanos y de su revolucion, Galindo le respondio que debian empezar por el escepticismo.
No habia nada peor que un revolucionario exceptico.
O quizas si: un comunista resentido.
Ya daba lo mismo.
Mi familia y yo hemos decidido...ir a Ciudad de Mexico, revelo Ramon.
El dueño de la casa no se inmuto demasiado. Alzo una ceja; la izquierda.
La situacion no ha cambiado como esperaba, al contrario, se esta prolongando mas alla de lo imaginable, y ya hemos abusado bastante de su hospitalidad, continuo el.
No hubo ninguna reprobacion, ningun intento disuasorio, ninguna palabra amable.
Entiendo, dijo Norberto Galindo, aseptico.
Dadas las circunstancias, y aunque me duele reconocerlo, es logico pensar que Franco tardara un poco mas de lo deseado en caer, y que, por tanto, nuestro regreso a España...
¿Cuando tienen pensado emprender el viaje?
Mañana, pasado...Cuando consigamos...
No se preocupe por eso, lo tranquilizo. Con mucho gusto me ocupare de todo.
Ramon aguardo todavia una pregunta final: <<¿Que haran en Ciudad de Mexico?>>, <<¿necesitan algo para empezar?>>, <<¿si puedo ayudarlos en algo mas?>>; o un comentario del tipo: <<siento que se vayan>>, <<comprendo su inquietud>>...
Habia estado ciego.
Norberto Galindo ya no era mas que parte de aquello contra lo que los dos habian estado luchando.
¿Y usted, que queria decirme?, pregunto de pronto.
Oh, ya no tiene importancia, el revolucionario sonrio por primera vez. Una simple cuestion culinaria para el sabado. Y como ustedes ya no estaran aqui...¿De veras no quiere un cigarro, amigo Ramon?.
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25-04-12 16:44 #9974723 -> 9970453
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...89.


El hombre de la oficina del censo del SERE levanto la cabeza al verla entrar. Fue como si la presintiera. Y no solo por ser martes, su dia habitual; fue tambien por algo mas. En el fondo la esperaba.
Berta era una bocanada de aire fresco, a pesar de las circunstancias.
Miro a derecha e izquierda. Su compañero andaba en otro asunto, y su compañera estaba de espaldas, como casi siempre. Se puso en pie para que su visitante le viera, aunque no era necesario. De alguna forma, los dos acababan siempre hablando.
Aunque la respuesta fuese la misma.
El hombre se mordio el labio inferior. El corazon le latia muy de prisa. Casi cuarenta años de solteria le habian hecho perder los reflejos. Lo unico que le quedaba era mucho miedo, y la zozobra de su inseguridad.
Buenos dias, señor Gomez, Berta le tendio la mano.
Buenos dias, señora Prieto.
Era el unico que la llamaba por su apellido de casada.
La pregunta era obvia, pero se la formulo igualmente.
¿Alguna noticia de su marido?
La respuesta tambien fue la misma.
No, lo lamento. Ninguna. Aunque, como le dije...no deja de ser buena señal. Si bien tarde, y con cuenta gotas, solo nos llegan datos de los fusilamientos y, todo lo mas, de algunos encarcelados de cierto nivel.
Ya le dije que mi marido no era mas que oficial.
Bueno, un oficial ya era un mando.
Claro.
Si esta en Francia...o tal vez oculto en las montañas... Se dice que el maquis esta actuando en Asturias y en parte de la cornisa cantabrica. Ustedes eran de Guipuzcoa, ¿no?
Si.
Le aseguro que lo tengo aqui anotado, señora, ¿ve?, le mostro una ficha. Alejandro Prieto Astudillo. En cuanto sepa algo...
Es usted muy amable.
Al hombre se le antojo fria, y al mismo tiempo calida; fria por la forma en que se tomaba la falta de noticias acerca de su marido, siempre distante, como si preguntara en realidad por el marido de otra; calida porque era imposible que tras aquellos ojos no se escondiera una mujer absoluta.
Señora Prieto, si pudiera hacer algo mas por usted...
Ya hace lo necesareo, y le estoy muy agradecida, señor Gomez
¿Su trabajo?
Va bien.
Pero nos consta que no... Se dio cuenta de que siempre se quedaba cortado.
He conseguido algo por mi cuenta, y si no le importa no querria...
Mas frases sin terminar. Nervios por parte dee el; misterios por parte de ella. Habria deseado tener valor para decirle algo mas. Por ejemplo: <<¿Querria tomar un cafe?>>, o tal vez algo aun mas fantastico como: <<¿Aceptaria cenar una noche conmigo?>>.
Gracias, señor Gomez, Berta volvio a tenderle la mano.
Ha sido un placer. Y este tranquila. Si se algo tengo su direccion.
Ya no vivo en ella, señor Gomez. Gracias de todos modos. Hasta la semana que viene.
Berta se alejo con el mismo paso con el que habia entrado, y la misma cabeza alta, de mirada recta, orgullosa, sin muestras de nerviosismo o derrumbe. Los hombres que entraban o salian del SERE la miraron. Era imposible no hacerlo. Habia algo situado mas alla de la razon. El poderoso influjo de su magnetismo irreal.
¡Que mujer!, suspiro el señor Gomez, impresionado.
¡Alberto! ¿Que miras con esa cara de bobo?, se burlo alguien a su lado.


"El Independiente fue uno de los periodicos que publico la historia del desaparecido del Sinaia, aunque solo fuese como noticia. Eso sucedio mas o menos por aquellos dias.
¿Como se considero la muerte de Bernabe Monleon?.
No quedo claro. Fue un gran interrogante. ¿Suicidio o accidente? Ni siquiera se hablo del posible testigo auditivo.
¿Y eso fue todo?
Lo habria sido de no ser porque, unos meses despues, se conocio la historia de Monleon y de su socio, Mariano Olalla. Alguien que sabia de sus negocios y tejemanejes se entero en España de que uno habia desaparecido y el otro habia muerto en el Sinaia. Se ataron cabos y se reconstruyeron los hechos. Cuando se supo que los dos habian huido de Barcelona llevandose una maleta llena de oro y joyas empezaron las elucubraciones, aunque siguen sin afectar a nuestra historia. Se llego a la misma conclusion siempre: Monleon, que era un hijo de p.ta avaricioso, una mala persona sin escrupulos, mato a Olalla y despues oculto la maleta en algun lugar de la frontera antes de pasarse a Francia, porque subio al Sinaia sin ella. Punto y final.
Entonces tuvo que llegarse a otra conclusion: que alguien mato a Monleon en el Sinaia. Y si lo hizo fue por la maleta.
Ya te he dicho antes, dos veces, y no insistas, que te olvidaras de la maleta. Lo unico que importa es la muerte de Monleon, y lo que afecto al comportamiento de quien lo mato. Las cosas habrian sido muy distintas sin el en el barco y sin ese asesinato.
Pero la maleta tuvo que ser el detonante.
¿Asi que, segun tu, el criminal sabia de su existencia?
Es probable.
¿Y el revelo donde enterro la maleta, libremente, antes de morir, a su asesino? Jaime Arana no dijo nada de eso.
Pero...
Vamos, piensa. ¡En el fondo es tan sencillo!
¿Nunca se investigo a los ocupantes del Sinaia?
Probablemente se hizo, de forma velada, no se, lo ignoro. Pero nadie se habia hecho rico de golpe...salvo Ramon Alcaraz, y no solo le faltaba un poco para eso, sino que casi todo el mundo sabia el origen de su fortuna".
Puntos:
26-04-12 16:30 #9978646 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...90.


Habia sido una casualidad, una absoluta casualidad, pero de pronto... alli estaba.
Mama, es un articulo de su padre, Valeriano Puig, y esta en este periodico de Ciudad de Mexico, El Independiente.
¿Asi que ya sabes donde esta ella?
Bueno, ahora es mas sencillo.
Amparo le puso una mano en la mejilla.
Ten cuidado, le sonrio con dulzura. El amor casi siempre complica las cosas.
Oh, vamos, mama.
Cariño..., la mujer lo abrazo.
Lo unico que lamento es que papa odia a ese hombre, musito el sobre el pecho de su madre.
Tu padre odia a demasiada gente.
Esta afectado.
Todos lo estamos, por la guerra, por lo que dejamos atras... Pero el parece seguir en guerra con todo el mundo.
La desilusion suele ser mas fuerte que la derrota o el fin de los ideales. Es un despertar amargo.
Amparo se aparto para mirarlo a los ojos. Cada dia que pasaba, su rostro tenia mas visos de gravedad. Hablaba muy poco, y cuando lo hacia, solia ser contundente. Con todo y con todos. Pero con Elias siempre era distinto.
Dios... ni siquiera te pareces a mi. A tu padre y a tu hermano desde luego que no, pero...¿A quien habras salido tu, hijo mio?
Decias que al abuelo Severo.
Si. Los ojos de Amparo se emocionaron. Tu abuelo tenia uno de esos corazones grandes, enormes... Por eso le estallo al empezar la guerra.
Le dio un beso a Elias en la mejilla, y continuo mirandole a los ojos.
Deberiamos irnos, dijo el. El autocar sale a las diez.
Elias.
¿Que?
No dejes que el pasado te atormente tanto como para impedirte vivir el presente y el futuro.
Claro, mama.
Y en cuanto a esa muchacha...
Ya la conoceras. Tranquila. Es un angel.
Oh, un angel, logro hacerla reir.
Ernesto entro en la habitacion. Paseo una rapida mirada por las dos maletas y las dos bolsas, una de ellas todavia por cerrar. Ni siquiera se dio cuenta de la complicidad que envolvia a su madre y a su hermano.
¿Aun no estais?, protesto. Como llegue papa...¡Por todos los diablos, de pronto le han entrado mas ganas de largarse de aqui que...! ¡Es increible!
Amparo y Elias se pusieron en movimiento.
Puntos:
27-04-12 16:39 #9982863 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...91.


Le habian dicho que el cafe Imperial era diferente, y ahora podia comprobarlo.
No solo se trataba de su ambiente, su categoria, su decoracion, la elegancia de los camareros o el aroma que flotaba en el aire nada mas cruzar su puerta; no solo era por los parroquianos y las parroquianas, de cierto empaque y calidad humana; no solo era por la sensacion de haber entrado en una isla situada al margen de las miserias exteriores. Tambien era por el nivel de lo que alli se hablaba, la alta temperatura de las discusiones, la fuerza y la conviccion de quienes si estaban capacitados para hacer oir sus voces. En una tarde normal, con mas o menos suerte, tal vez se reunieran en sus mesas Jorge Cuesta, Jose y Celestino Gorostiza, Jesus Guerrero Galvan, Octavio Barreda, Lolita Montemayor, Lola Alvarez Bravo, Siqueiros, Revuelta... Y se decia que, en momentos especiales, alli tambien asomaban su genio Diego Rivera, Leon Felipe, Jose Bergamin, Francisco Giner de los Rios, Manuel Altolaguirre, Juan Larrea...
Valeriano ocupo una mesa discreta. En Barcelona, su voz tenia sentido, era escuchada, gozaba de predica. Alli se sentia pequeño, desconocido. No era nadie.
Dos articulos publicados en El Independiente.
Pero necesitaba tanto aprender, absorber, sentir la integracion de su voz, su mente, su cuerpo y su alma.
Cuando regresara, algun dia, Jofre tenia que sentirse orgulloso de el. Y el querria decirle:<<¿Ves? Por eso lo hice. Por eso me fui.>> Y Jofre le responderia: <<Por lo mismo me quede yo.>> Entonces se abrazarian, llorarian, hablarian...
¿El señor dira?
Desperto de su abstraccion.
Un cafe, por favor.
Dejo El Independiente sobre la mesa y miro a su alrededor. Las tertulias solian empezar mas tarde. Era temprano. Habia querido llegar pronto para no estar de pie. Segun Narciso Guzman, tenia que conocer el cafe Imperial y su universo, asi como otros de su nivel, para meterse de cabeza, definitivamente, en Mexico.
Llego el cafe. Lo sorbio despacio. Estaba bueno. Desplego el periodico y fingio leerlo, pero sin apartar la vista de la puerta, de quien entraba y de quien salia. Los minutos transcurrieron pausados. A veces aparecia alguien a quien los camareros saludaban con mayor enfasis. A veces creia reconocer una cara. A veces...
Fue casi cuarente minutos despues cuando si entro un rostro conocido, y Valeriano lo contemplo como el naufrago que contempla una isla desierta en el horizonte.
Era Max Aub.
Los demas, algunos, lo hicieron casi a continuacion.
Puntos:
28-04-12 16:26 #9986562 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...92.


Habia ido con Rosita, y el celador era de los que tenian buena memoria. Le basto con echarle un vistazo para franquearle la puerta. Lorenzo paso por su lado y bajo la escalera de piedra rumbo a las profundidades. A medida que descendia, el clamor se hizo mas denso. Reconocio las voces y los ladridos de los perros, el olor y el calor. Despues se mezclo con los apostadores.
Se dio cuenta de que algo era distinto. Habia mas gente, y de mayor nivel. Ropas selectas, camisas con chorreras y pantalones con rayas, algun que otro inusual chambergo, bordon o cuello en alza, sombreros... Hasta las mujeres eran distintas. Dos o tres Rositas, como la suya, jovenes y flexibles, hechas de cañamo humano. Pero el resto eran mujeres de una sola pieza, consistentes, bien vestidas, con clase de partida de nacimiento o adquirida `por el dinero de sus acompañantes. Mujeres con ojos que siempre buscaban y cuerpos generosos al limite de su edad. Treinta, cuarenta, cincuenta años. Todas tenian algo en sazon.
Y Lorenzo supo que, de la misma forma, todas acabarian mirandole a el.
Las ignoro. Llevaba en el bolsillo el sueldo y las propinas de toda la semana. Era cuanto tenia, porque entre pagar la habitacion y comer se le iba hasta el aliento. Pero ya habia pasado hambre en la guerra y en el campo de refugiados. Y aun antes, en Madrid, de niño; aquel Madrid del que habia logrado escapar a base de puñetazos.
Fue a estudiar a los perros.
Los habia de muchas clases y condiciones. No entendia demasiado de razas, pero eso daba lo mismo. Alli de lo que se trataba, era de asesinos natos. Ojos inyectados en sangre, colmillos acerados, musculos cincelados bajo la piel, energia en el caracter de las embestidas o los ladridos.
Dejo a su instinto.
Hasta que se dirigio a la pista y se sento en uno de los bancos circulares del ultimo piso, a la espera de que empezaran las peleas.
No tuvo que esperar demasiado.
La primera fue rapida. Duro apenas un minuto. No queria mirar, pero miro. Recordo el beso de Rosita la otra vez. No, no era agradable mirar como un animal mata a otro, reventandole la yugular, arrancandole los ojos. Y menos si aun recordaba otra clase de bestias, apenas unos meses antes. Bestias hablando el mismo idioma y odiandose con la misma crueldad. Pero Rosita no estaba alli para volver a besarlo e impedir que presenciara la pelea.
No aposto.
Permanecio sentado, quieto, impasible.
Tampoco aposto en la segunda, en la que un inmenso animal parecido a un lobo tardo casi tres minutos en acabar con un no menos extraordinario perro aleonado. El vencedor, de todas formas, acabo tan muerto como el vencido, con los intestinos saliendosele por el estomago abierto.
¡Le coso ahorita y mañana se vuelve!, se rio su dueño.
Empezo la tercera pelea.
Y por tercera vez continuo quieto, sin moverse, ausente de las apuestas que se cruzaban a su alrededor.
Lorenzo se sintio de pronto observado y miro a su derecha. El hombre no aparto la vista. Tendria unos cuarenta años, era lo que alli se decia chaparro, es decir, de baja estatura, muy mexicano, bigote, piel, ojos y rasgos indigenas, cabello negro.Por lo demas, se le notaban dos cosas: el poder y el dinero; ambas trascendian mas alla de si mismo. Vestia con elegancia y los dos adlateres que le cubrian las espaldas no dejaban lugar a dudas acerca de su mision.
Fue una vision fugaz. Lorenzo volvio a concentrarse en la pelea, que se hallaba ya en su punto maximo de pasion. No volvio a mirar al mexicano ni siquiera cuando termino, aunque siguio sintiendose observaqdo por el.
Cuando iba a empezar la cuarta vio que uno de los dos contendientes era uno de los perros escogidos por su instinto. Entonces si, levanto la mano, con todo su dinero en alto.
Todo.
El apostador se lo arrebato con una sonrisa, despues de que el le hubo señalado su favorito.
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29-04-12 12:46 #9989209 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...93.


El club se llamaba Jarocho y ocupaba un pequeño espacio casi al final de la calle. Como la mayoria, la puerta era discreta, mas bien pequeña, bajo unas luces de color verde y rojo que ejercian de reclamo. A un lado, algunas fotografias presentaban el espectaculo que el cliente encontraria dentro. Musica y baile. Sobre todo baile. La palabra <<dancing>> se repartia aqui y alla sin dejar lugar a dudas.
Berta vacilo.
El problema era que no tenia dinero, ni posibilidades, ni forma de conseguirlo, ni...
Su madre le dijo un dia: <<La belleza no siempre es un don. Depende de como se emplee.>>
¿Como debo emplearla, madre?, se dijo en voz alta.
Dio el paso, cruzo la puerta y se oriento por la penumbra inmediata en direccion a unas escalinatas que conducian a la planta superior. El club ya tenia clientes. Un grupo de chicas bailaban en el escenario, levantando las piernas con no demasiada simetria. Las habia de todas las clases, altas y bajas, delgadas y gorditas, naciomales y de importacion. Vio a dos rubias, una pelirroja y una negra junto a material aborigen.
Comprendio el porque del local en alto. Una escalera de caracol conducia al piso inferior, en el que tanto podia haber reservados para otras funciones como una sala de juegos o Dios sabia que.
Estuvo a punto de irse.
¿Señorita?
El camarero la observaba dudoso.
¿El dueño?
Por alli.
Camino resuelta, como si la suerte estuviese echada y el destino acabase de decidir por ella, atraveso una puerta y se encontro en un pasillo con las paredes embalsamadas de rojo. La sensacion era de angustia. Rumbo al infierno. Al final habia otra puerta con un rotulo: <<Gerencia.>> Llamo con los nudillos.
¡Pase!
El hombre era como todos, como el de la camiseta de El Fierro, pero vestia mejor y lucia en su mano izquierda una piedra que, de ser buena, y lo parecia, debia de valer una fortuna. La miro sin entusiasmo.
Me han dicho que buscaban bailarinas, se presento sin mas.
¿Quien se lo dijo?
Alguien que me conoce.
Entrele y cierre la puerta.
Paso adentro. Se quedo de pie. No hizo falta demasiado. El hombre la valoro en un par de segundos y asintio con la cabeza, de arriba abajo, una sola vez.
¿Española?
Si.
¿Bailaba en España?
Si.
¿Vedette?
No quiso pasarse.
Corista.
Aca algunas de las muchachas...
Lo se, y no me interesa. ¿Supone eso algun problema?
El hombre se levanto, despacio, y llego hasta ella. La inspecciono sin ningun pudor, pero visualmente, sin tocarla. Rostro, manos, pecho, talle, piernas. Volvio a los ojos.
Es una pena, dijo. Pero puede cambiar de idea. ¿Alterna por lo menos con los clientes?
Si, acepto Berta.
¿Cuando empieza?
Cuando quiera.
¿Tiene donde dormir?
La verdad es que esta muy lejos, al otro lado de la ciudad.
Algunas muchachas se quedan a dormirla. Tenemos una buhardilla arriba. ¿Le interesa?
Me interesa.
¿Como la llamo?
Berta.
Es bonito, dijo el hombre. No hara falta cambiarselo.
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30-04-12 13:32 #9992489 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...94.


El fajo de billetes le abultaba tanto en el bolsillo del pantalon que mas bien parecia tener el aparato sexual desviado a la izquierda.
¡Bien!, apreto los puños nada mas respirar el aire de la calle, bajo la noche calida y negra.
Tres apuestas. Tres aciertos. Tres plenos. Todo cada vez. Todo a un perro que no conocia,pero del que su instinto le decia cuanto su razon o sus ojos ignoraban. Tres veces en la gloria.
Y tanto dinero como abria ganado en meses de trabajo.
Lorenzo echo a andar.
Viva Mexico, musito de nuevo.
Tal vez habria tenido suerte. O tal vez no. Pero alli estaba. De pronto se sentia mejor. El dinero solia ser asi. Frio y sin escrupulos, pero capaz de inyectar una dosis de optimismo al peor de los perdedores. Como el, cuando mas lo necesitaba.
Se oriento por el callejon. No habia nadie. Tampoco habia luces. Algun ventanuco daba cierto tono amarillento a las piedras y por el suelo vio correr a un par de ratas despistadas a la busqueda de una basura. En cuanto llegase a la calle principal, tomaria un taxi. Su primer taxi en la ciudad. Pero valia la pena.
Penso en Rosita.
Hasta que Berta se le interpuso y le cambio la cara.
Con ella azuzandolo, doblo la siguiente esquina y se los encontro casi encima.
Eran dos, hermeticos, recios, con aspecto de duros. Uno tenia la cabeza muy grande, nada de cuello y el torso tan enorme como el de un toro. Sus manos, mejor dicho, sus puños, tambien lo eran. El otro, un poco mas delgado, tenia todavia mejor planta de atleta, hombros anchos, musculos marcados en su ajustada camisa.
No los habia visto en el reñidero, pero no hacia falta ser demasiado inteligente para comprender su procedencia.
Expulso una bocanada de aire retenida en sus pulmones.
Dejadme pasar, les dijo.
¡Hijole! ¿Oiste al chingon?, hablo el de la cabeza grande.
Esta jeton. Se tomo demasiado mezcal, dijo el musculoso.
Vamos, no quiero haceros daño.
A uno le dio por reir; al otro, no. Fue a por lo suyo. El musculoso se le echo encima deispuesto a terminar rapidamente. Confio demasiado en su poder, en su fuerza; ataco sin prevencion alguna.
Y se encontro con el amago de Lorenzo, y con un puñetazo en plena cara que lo freno en seco, lo aturdio, lo hizo trastabillar y caer sobre su trasero, de forma bastante ridicula.
El de la cabeza grande dejo de reir.
¡Te parto la madre, cab.on!, inicio su ataque.
Fue aun mas torpe que su compañero. Se lanzo a la carga como un toro. Lorenzo no tuvo mas que agacharse, eludir el impreciso golpe, y darle dos directos muy rapidos y contundentes, uno al estomago y otro de abajo arriba a la mandibula.
El tipo quedo tieso, inmovil en el suelo.
¡Pinche culero, huevon! ¡Te voy a quebrar!
El musculoso ya estaba de pie. Era fuerte, pero seguia siendo lento. Lorenzo se protegio con el antebrazo, recibio un golpe que apenas si le importuno y, tras dar un salto para apartarse de el, adopto rapidamente una posicion de guardia caracteristica en un cuadrilatero, puño izquierdo por delante, la derecha escondida, la cabeza baja, el cuerpo doblado. Su agresor se puso aun mas furioso.
¡Ya me encabronaste! grito.
No fue muy complicado. Era duro, pero sin reflejos. Nadie debia de haberle chistado demasiado en mucho tiempo. Ni siquiera tenia aspecto de ladron, sino de guaredaespaldas, de maton, de hombre a sueldo de un jefe. La ropa tenia cierta elegancia aun dentro de su vulgaridad. Lorenzo lo espero, sin prisa. El otro dormia en el suelo, asi que no habia peligro. Al musculoso se le abrio un tunel largo y preciso a las primeras de cambio. No tuvo mas que meter la izquierda, una, dos, tres veces, siempre en el rostro, para, a continuacion, alcanzarlo de nuevo con el derechazo, directo y demoledor. Aun asi, no cayo, pero perdio toda concentracion.
Lorenzo pudo escoger cuando, como y donde golpearle.
Fue un crochet de derecha a izquierda.
La cabeza del mexicano oscilo de un lado a otro, rebotando sobre sus imaginarios goznes. Apenas si emitio un gemido, un lamento de ocaso. La mirada se le volvio de cristal. Las rodillas ya no lo sostuvieron . Mientras estas se le doblaban, bizqueo y cerro los ojos. Luego cayo de bruces, pesadamente, y ya no se movio.
Lorenzo echo a correr, por si las moscas.
Habia ganado, pero tambien sabia que habia perdido.
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01-05-12 17:01 #9996730 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...95.


Es una gran ciudad,¿no os parece?
No habian visto demasiado. La plaza de las Tres Culturas, el Zocalo, algunas calles principales, las anchas avenidas por las que circulaban muchos coches, carros, en su nueva lengua, y tambien tranvias, camiones que hacian el servicio de autobusas...
Tu no has estado en Madrid, dijo Ramon.
Pero si en Barcelona, le recordo Elias.
Si, es una gran ciudad, intervino Amparo.
Ernesto era el unico que no hablaba. Habia hecho el largo viaje en silencio, habia mirado el paisaje en silencio, y ahora contempla Ciudad de Mexico en silencio, como si aquello no fuese con el, como si se tratase de unas vacaciones, ajeno a todo. En su rostro flotaban mas misterios que respuestas, mas dudas que certezas. Amparo le puso una mano en el brazo y la dejo alli.
¿Que opinas hijo?, le pregunto.
El mayor de los dos hermanos se encogio de hombros.
Todas las ciudades son iguales, manifesto, Depende de quien seas tu para que parezcan mas hermosas o un infierno como cualquier otro.
Ernesto...La mano de Amparo le presiono el brazo.
Solo un segundo, hasta que el lo retiro.
Nos ira bien, aseguro Elias.
A saber donde van a meternos, suspiro su padre.
Da lo mismo, se encogio de hombros el muchacho. Un trabajo siempre es un trabajo. La dignidad empieza por ahi.
El autocar se detuvo. Solo entonces se dieron cuenta de lo cansados que estaban, de lo largo y duro que habia sido el trayecto aquellos dos dias, pese a que la distancia parecia corta. Cuerpos doloridos, sueño, sensacion de vivir una alucinacion. Las personas que abarrotaban el vehiculo empezaron a recoger sus cosas, sus fardos, sus bultos. La mayoria iban arriba, en el pescante, por lo menos los de mayor tamaño, pero tambien llevaban otros paquetes sobre las rodillas, debajo de los asientos, en los espacios superiores. Los olores eran tan fuertes que los cuatro creian tener una pizca de chile metido en la nariz, por el picor.
Olores y sensaciones, voces en jergas a veces incomprensibles, gritos de personas tan simples como la tierra y llanto de niños tan corrientes como los de cualquier parte del mundo. Un pais por descubrir.
Por querer.
¿Y ahora como iremos a la direccion que nos indico el señor Galindo? ¿A pie, cargados?
Tenemos los pesos que nos presto.
Si nos los gastamos de buenas a primeras...
A lo mejor esta cerca. Vamos, bajad.
Cuidado.
¿Te ayudo, mama?
Dame eso.
Tenian la ropa pegada al cuerpo; el polvo del camino, filtrado por las rendijas y por las ventanas mal cerradas, formando una costra de suciedad. El autocar habia llegado a ser un horno, capaz de desmayar a cualquiera. Pero bajar de el no fue un alivio. Los recibio un sol de justicia, implacable.
Algunas personas se abrazaban a quienes habian ido a recibirlos. Otras recogian su bultos y se marchaban con ellos a la espalda. Un par estaban tan despistados como ellos. El bullicio de la calle, muy diferente de la paz que envolvia la casa de los Galindo en Veracruz, los atrapo de lleno y los sumergio en el ambiente de manera directa, sin concesiones.
Ramon y Ernesto estaban serios, expectantes; Amparo, resignada.
Solo Elias sonreia, por dentro y por fuera, dispuesto a comerse el mundo.
Puntos:
02-05-12 13:58 #10002287 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...96.


Era la tercera vez que estaba en aquel despacho, pero a diferencia de la primera, y casi de la segunda, pese a que en ella Narciso Guzman le pidio un segundo articulo, ahora se sentia por fin el mismo, con la piel de aquello que siempre quiso ser desde niño, su coraza de periodista. La piel de la que se sentia orgulloso y habia temido perder en algun momento. Ahora lo cubria de nuevo; lo arropaba.
Y lo protegia.
¿Sabe por que lo he llamado,señor Puig?
Espero que si.
El director de El Independiente elevo las comisuras de los labios. Fue el unico gesto que lo traiciono.
Es usted un periodista de raza.
Gracias.
No tiene por que darmelas. De hecho, lo supe cuando lo conoci, y mas cuando entro por esa puerta y me dio su articulo. No me importaba su pasado, su buen nombre. Eso era en España. Aca es distinto. Ahora me alegro de no haberme equivocado.
¿Significa eso que mi articulo...?
Usted sabe que si.
Uno no puede dar nada por hecho.
La humildad es buena consejera, pero la realidad siempre se impone. He recibido algunas llamadas, he oido comentarios, me han felicitado. Y tambien me han preguntado por usted.
No esperaba...
Escuche, señor Puig. Narciso Guzman se retrepo en su butaca. El Independiente es un periodico humilde. Competimos contra los grandes rotativos de la ciudad, con sus medios, sobre todo los que son afines al poder o cuentan con capital. Hacemos nuestro trabajo, tenemos un publico fiel, se nos valora por lo que ya dice nuestro nombre, por nuestra independencia, pero la lucha que sostenemos es siempre dura y dificil, ¿me explico?
Si, señor.
Usted escribe bien, pero aun hay algo mejor: piensa bien, razona bien, deduce bien. Y ademas tiene algo que aqui no es muy dado: investiga, es capaz de buscar un simple dato, y cuando lo encuentra, lo analiza o lo comnprueba para estar seguro de que no se equivoca. Eso es lo que mas me gusta de usted, aquello que mas lo ha valorado al investigarlo, y por lo que voy a contratarlo.
¿Me ha investigado?
Preguntas, aqui y alla. ¿Le extraña?
No, claro.
Ha hecho un esfuerzo considerable por integrarse en tan poco tiempo. Y ha aprendido rapidamente. No es facil. Hablamos muy distinto de ustedes. Pero aqui estan las pruebas, señalo un ejemplar de El Independiente depositado en un angulo de su mesa. Creo que es usted un hombre peculiar.
No lo creo, fue sincero.
Otros se rinden por menos.
Y la mayoria luchan por todo.
Va a escribir para El Independiente, el director lo miro sin ambages. Tiene una vision diferente de las cosas, y eso es lo que me interesa de usted. No esta contaminado, es directo, y tiene otro raro don: el de la imparcialidad, aunque siempre basada en la justicia.
¿Ha visto todo eso en tan solo dos articulos?
He visto todo eso en esos articulos y en sus ojos. Sin embargo...
¿Que?, lo alento a seguir al ver que se detenia.
Tenia la plantilla cubierta, y bien cubierta, justifico Narcisom Guzman. Usted es un valor añadido.
Entiendo, se relajo Valeriano.
Dentro de unos meses puede que gane mas, como un verdadero pèriodista, pero mientras tanto...
Me las he arreglado desde que llegue.
¿No le importa?
No.
Pero el sueldo de tipografo es un insulto si no hace de tipografo.
Su voz sono emocionada al responder:
Dejeme escribir. señor Guzman. Y dejeme pisar la calle, o envieme a cubrir lo que le parezca. Es todo lo que pido. Supongo que, despues, el tiempo dira.
El tiempo nunca dice nada, solo pasa, se burlo el hombre. Aunque es bueno a veces dejarlo pasar. Nos ayuda a ver las cosas en su justa perspectiva.
Gracias, señor Guzman.
El director de El Independiente se puso en pie.
Bien venido a nuestra casa, Valeriano, dijo, tendiendole la mano.
Puntos:
03-05-12 17:12 #10006953 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...97.


La habian colocado en el extremo de la derecha, al lado de la pelirroja. Y con solo dos ensayos, alli estaba ya, brincando, sonriendo, levantando las piernas hasta lo alto, moviendose con la mejor de las fortunas. No era dificil, nadie apreciaba las cualidades del baile, de lo mas elemental en la coreografia. Pero tampoco era facil sincronizarse, seguir el ritmo, no tropezar con las demas chicas. Lo peor eran los zapatos, de tacon alto. Y tambien el vestido, tan ceñido, tan apretado, tan pequeño, que los pechos amenazaban con salirsele.
Ademas tenia el periodo.
Y siempre le dolia. Las primeras horas eran muy duras.
La musica aumento las revoluciones. Berta se cruzo con dos compañeras, aunque tuvo que eludir a una tercera que se le echo encima de cara. Eso la descoloco y la hizo perder el compas. No estuvo muy segura, pero creyo oir una risa entre el publico, y tambien un silbido.
¡Orillate a la derecha!, le advirtio una de las rubias, aunque alli las llamaban güeras.
¡Nos estan descomponiendo!, la previno una de las mexicanas.
Se quedo quieta un instante. Despues reacciono de prisa y bien. Alcanzo su posicion y siguio bailando, ahora dando vueltas sobre si misma. Hubo mas silbidos. Llegaba el final del numero; una a una, tenian que darse la vuelta y quedar de espaldas, mostrando el trasero.
Berta era la ultima.
Espero concentrada, pero mirando a la gente. Casi todo eran hombres, como los de El Fierro. Todos aguardaban a que ellas se desparramaran por la sala. Habian ido a por eso.
Le dolia el bajo vientre.
Pero por encima de aquel fuego jamas se habia sentido mas fria.
Alejandro debia de estar muerto, y Lorenzo...Dios sabia donde.
Y a Alejandro, ya, ni siquiera lo amaba.
Probablemente nunca lo habia hecho.
La pelirroja se preparo. Cuando su compañera de la derecha se volvio de un salto, ella hizo lo propio una fraccion de segundo despues. A continuacion realizo la maniobra Berta. Calculo mal la vuelta y su cadera impacto con la de su compañera. No llego a derribarla, pero si la descoloco.
¡A poco me dejas chueca!, rezongo la chica.
La gente se puso a aplaudir.
Lo siento, se escuso Berta.
Bueno, el primer dia yo me cai, le guiño un ojo ella. Y ante los aplausos y silbidos del publico, agrego: ¡Esta noche chiflan alto, los pendejos!


"Berta tuvo que llegar al limite de su desesperacion.
Andaba cerca. Le faltaba el empujon final. Por fuera parecia fuerte...lo era, y mas lo fue despues, pero a veces incluso en la mayor fortaleza se esconde la debilidad. Habia pasado por casi todo.
Su marido...
Esa es una historia que tampoco importa mucho. Se habia casado antes de la guerra, y en un visto y no visto... Apesar de todo, confiaba en que hubiera sobrevivido, por simple decencia. En algun momento tuvo que amarlo, aunque eso formara ya parte de un pasado muy lejano.
¿Todo esto sucedia...?
Entre mediados y finales de agosto del 39, mientras las noticias que llegaban de España eran tanto o mas funebres que las que no llegaban.
¿Como cuales?
Durante la primera quincena de agosto, el gobierno redacto un decreto modificando algunos articulos de los estatutos de Falange Española Tradicionalista y de las JONS. El 47 paso a decir:<< El Jefe Nacional de FET y de las JONS, Generalisimo Franco, caudillo del Movimiento, que personifica todos los valores y todos los honores del mismo, como autor de la Era Historica donde España adquiere la posibilidad de realizar su destino, respondera solo ante Dios y ante la Historia >>, asi que nadie mas podia pedirle cuentas de sus actos.
Casi a continuacion, la barbarie represiva llego al maximo con el fusilamiento de las llamadas Trece Rosas, trece adolescentes menores de dieciocho años que habian pertenecido a las Juventudes Unificadas, y que fueron acusadas de haber sido causa de la muerte de algunos falangistas.
Ya no habia vuelta posible.
Aun lo creian, pero al cabo de unos dias el mundo iba a volverse loco una vez mas.
Es la hora del reencuentro de Natalia y Elias.
Asi es".
Puntos:
04-05-12 16:32 #10011258 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...98.


Al entrar en la habitacion, Valeriano se sorprendio por no ver a su esposa en la cama.
Sintio una pequeña alarma en su mente.
¿Teresa?
No tuvo que abrir la puerta de la habitacion de su hija y su nuera. Se abrio ella sola, y al otro lado aparecio Natalia. Pero lo que mas tranquilizo a Valeriano fue ver a Teresa, de pie, con Juanito en brazos, junto a la ventana que daba al patio.
¡Hola, papa!, lo saludo la chica con su habitual energia y entusiasmo.
Hola, cariño, Valeriano entro. Teresa, ¿que haces levantada?
Estoy bien, y mas animada, le confeso ella.
¿En serio?
No lo parecia. La piel seguia envuelta en una ceniza cada vez mas gris, falta de brillo, y la carne apenas si formaba ya una debil pelicula en torno a los huesos. Pero lo peor eran los ojos, mortecinos, sin luz. Le paso una mano por encima de los hombros y la atrajo hacia si para darle un beso en la frente. Despues no pudo resistirse a prestarle atencion a su nieto, que lo miraba y se agitaba igual que si ya lo reconociese.
¿Reunion familiar?, exclamo viendolas a las tres juntas.
Conclave, anuncio Natalia.
¡Huy! Valeriano fruncio el entrecejo.
Franco nos ha quitado la tierra, pero la Republica va con nosotros, dijo con buen animo Teresa.
¿Y eso que significa?
Que somos tres y tu uno, y que a la hora de votar...
¿Que habeis votado?, se alarmo aun mas.
Sientate, papa, le pidio su hija pequeña.
Ah, no.
Sientate, Valeriano, le ordeno su mujer.
Se sento.
Luego espero a que alguna de ellas hablara, sin estar muy seguro de si iba a echarse a reir o no.
Lo hizo Natalia, como casi siempre.
Papa, voy a trabajar.
Hasta Juanito parecio apoyarla, porque en ese momento emitio un sonoro:
¡Gu!
Ya hablamos de eso..., intento decir.
Papa. Su hija se le coloco delante, con los brazos cruzados y aquella fiera determinacion que la caracterizaba. Sin que tu orgullo deba resentirse, dadas las circunstancias, debemos recordarte que tu sueldo es mas bien exiguo, de momento, y que no nos alcanza para nada. Mama esta mejor, hizo una seña en direccion a ella, y Ana me ha dicho que, aunque no fuera asi, ella puede cuidarla sin desatender a Juanito. Ahora ya duerme mas.
Pero...
Valeriano, volvio a intervenir su esposa. Tiene razon, y lo sabes. Ademas, las circunstancias mandan. Todo es nuevo, y tu no puedes cargar con tantas cosas. Yo estoy bien, y lo estare mas si veo que Natalia no se consume cuidandome. Ella necesita crecer, ser libre. No puedes condenarla a vivir aqui dentro, como si todavia estuviesemos en guerra.
¿Ana?.
Estoy de acuerdo, padre, asintio la viuda de su hijo Juan. Por Natalia y por el dinero. Yo misma trabajaria si pudiera, y espero hacerlo en cuanto el niño este mas crecido.
Se lo habian dicho: tres contra uno. Eso era la democracia, aunque no estuviese de acuerdo.
Valeriano volvio a cubrir a Teresa con los ojos. Ahora sabia por que estaba dee pie. Ahora comprendia de donde habia sacado las fuerzas. Pero precisamente por ello tuvo que claudicar, y rendirse a la evidencia.
Tiempos nuevos, una vida nueva, y nuevas oportunidades.
¿Tienes algo en perspectiva?, le pregunto a Natalia bajando la guardia del todo.
Puntos:
05-05-12 16:25 #10015090 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...99.


El que trataba de convencerla no era un muerto de hambre, sino un hombre educado, mayor, como de sesenta años, pero con un algo de seductor encanto. Tenia el cabello blanco, vestia un traje no menos blanco con aires baqueros, botas y colgante en el cuello de la camisa, y lucia un anillo de oro con la letra << c >> bien visible en la parte superior. Ademas habia pedido champan.
Y del caro.
¿Que hace una mujer como tu en un lugar como esta?
Trabajo, cariño.
Se me hace asombroso. Tu eres distinta.
Tu tambien eres distinto y, ya ves, estas tambien aqui.
Lo mio es soledad.
Lo mio es supervivencia.
Nunca estuve con una española.
Ya lo estas.
Encamado.
Eso no lo estaras, cariño, Berta sonrio con determinacion.
Me dijo Alfredo que eras muy tuya.
¿El dueño?
Es un buen amigo. Me llamo.
Ya veo.
¿Que tanto hace que llegaste?
Una eternidad.
Escucha, el hombre se le acerco desde su lado de la mesa. Podrias tener lo que desearas. Y no hablo por hablar, una mujer como tu...
Aqui soy tu compañia, y te hablare y te dire lo que desees. Ni siquiera miento si te digo que eres un hombre interesante, ¿sabes?. Pero fuera de estas paredes mi vida es mi vida, y no estoy en venta.
Bertita..., ¿no me andaras cuenteando?
No.
Te vi bailar, y no es con eso como haras plata.
¿Tan mal lo hago?
No eres bailarina.
No, soy orgullosa.
¿Hasta cuando crees que una mujer como tu, tan hermosa y sola, podra resistir esto?, abarco el local, pero se referia tambien al mundo abierto al otro lado de sus paredes. Vas a necesitar a alguien, y yo podria...
Le puso el dedo indice de su mano derecha en los labios. Se los sello. El hombre aprovecho para besarle la yema. Intento algo mas, atraparle el dedo con la boca, pero ella lo retiro a tiempo. La mirada del cliente se torno adusta, seria, y al mismo tiepo triste.
Berta, tu eres diferente.
Eso es lo que me mantiene viva.
Te dare mis señas, nomas. ¿Me llamaras si un dia necesitas algo?.
No era mas que una tarjeta. Un papel. Nunca se sabia.
¿Como te llamas?
Conrado. Conrado Barreda.
Quien sabe, Conrado. Se la guardo en el escote. He dado ya tantos tumbos en los ultimos tres años que...
El hombre levanto su copa.
Por el futuro, mi dama.
Berta no dijo nada. Todavia no tenia un presente, asi que lo que menos queria era brindar por el futuro. Se limito a hacer entrechocar su copa con la de el y luego apuro el champan hasta la ultima gota.
Incluso lamento que su postrer barrera de escrupulos le impidiera lanzarse a tumba abierta por un mundo del que ya no esperaba nada.
O casi.
Puntos:
06-05-12 17:09 #10018241 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...100.


Habia hecho el amor, estaba saciado, colmados los sentidos, cerradas todas las vias de escape de su mente, pero aun asi, continuaba besandole ls pechos, jugando con sus negros pezones duros, dejando que aquel calor le arrebatara los ultimos vestigios del frio que en el campo de refugiados habia creido llevarse para siempre en los huesos. Y no solo era aquel pecho breve, medido, apuntando a los cielos con el desafio de su turgencia. Tambien era el suave desnivel que conducia por valles acotados hasta la ensenada de su ombligo, y mas alla, el agreste bosque de su sexo, suave, formado por un monte tupido y salvaje de ensortijada naturaleza femenina. El bosque que protegia la sagrada cueva de su deseo.
Ella le presiono la nuca con los diez dedos abiertos.
Se la empujo hacia abajo para que continuara.
Mi amor..., susurro Rosita.
Lorenzo subio hacia arriba, por el pecho, el cuello, el lobulo de la oreja, la mejilla. Busco sus labios, los encontro y se los beso. Sus lenguas se enroscaron otra larga inmensidad. Se bebieron y se apuraron. La muchacha le mordio el labio para que continuara. Se apreto contra el.
Lorenzo se dejo caer a un lado. Estaban sudando, humedos, aunando su alta temperatura a la de la habitacion, pero el sabor salado de sus pieles contribuia a la renovada excitacion. La miro como si la viera por primera vez, como si la descubriera surgida de la nada. Una fascinante aparicion, hermosa y misteriosa al mismo tiempo, aunque en Rosita ya nada fuera misterioso, sino transparente, como sus sentimientos.
Lorensito..., le acaricio la mejilla con la mano.
No dijo nada. No podia decir nada. Y ella no era tonta. Joven, si, pero no tonta, y menos aun ingenua.
Te quiero. Rosita le beso la punta de la nariz.
Lorenzo cerro los ojos.
Tu no me quieres, le reprocho ella.
Claro que si.
No, no me quieres. Mirame.
Como no abria los ojos de nuevo, la muchacha lo obligo, subiendole los parpados con los dedos.
¿Por que no me lo dices?, quiso saber.
A veces no es necesareo...
Si lo es. La caricia se hizo posesiva. Me montas, enloqueces, gritas, gimes, te rompes dentro de mi..., pero no me dices que me amas, ni cuando te vienes. Ni en ese momento en el que todos lo dicen.
Soy diferente.
Tuvo que irte pesimo en la vida para dejarte tan vacio y con el alma tan de purito seca.
¿Eres psicologa?
¿Y eso que es?
Vamos Rosita...
¿Por que no me mientes?
¿Por que deberia hacerlo?
Para hacerme feliz.
Estoy aqui,¿no?
Tu no estas en ninguna parte, Lorensito, mi amor. Tu te quedaste alla, en tu guerra, o en algun lugar, no se donde, perdido, del cual aun no te regresaste.
Era tan facil amarla.
Tan sencillo aceptar...
Dame tiempo.
El tiempo te hara volar, sentencio ella.
Entonces aprovechemos el momento, como dijo Horacio.
¿Ese era tu papa?
Se inclino sobre ella con una sonrisa y la beso otra vez en los labios. Solo era un beso, pero Rosita se le ofrecio, entera. Emitio un gemido, abrio la boca, temblo su cuerpo. No fue suficiente. Le tomo la mano y se la llevo a la entrepierna. Volvia a estar humeda, como un lago eterno.
Estoy mojada..., le paso la lengua por la cara, los ojos. Lorenzo..., mi Lorencito...
La puerta de la habitacion se abrio en ese momento, de golpe, sin mediar nada que no fuera la violencia del acto. Los dos recibieron el impacto de la sorpresa en su animo. Se incorporaron en la cama, asustada ella, desconcertado el. Rosita busco la sabana revuelta a un lado para cubrirse. Lorenzo, no.
Se los quedo mirando a los dos, el musculoso y el de la cabeza grande. Ambos con la huella de su encuentro en la cara.
Sus visitantes no se movieron, se quedaron en la puerta. A ella ni la miraron. Solo a el.
¿Que quereis, el dinero?, pregunto Lorenzo.
Vistete, dijo el musculoso.
Hacedlo aqui. No voy a morir en un callejon. Pero antes dejad que se vaya, hizo una seña en direccion a Rosita.
Don Rafael quiere verte, hablo ahora el de la cabeza grande.
¿Quien es don Rafael?
Lo sabras, asintio el musculoso.
Ve, Lorenzo.
Miro a Rosita. Estaba palida pero ya no asustada.
¿Quien es don Rafael?, le pregunto ahora a ella.
No te pasara nada, se dirigio a los dos matones. ¿Verdad?
Puritos negocios, el de la cabeza grande levanto las manos con las palmas vueltas hacia el.
Quiere disculparse por lo de la otra noche, amigo, lo redondeo el musculoso. Y ahorita andele y no se demore. A don Rafael no le gusta que lo hagan esperar.
Ya no pregunto quien era don Rafael por tercera vez. Le basto con ver a Rosita, resignada, y a los dos gorilas en plan cordero. Asi que se levanto y empezo a vestirse, con algo mas de prisa de lo que habria deseado.
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07-05-12 16:34 #10021718 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...101.


Elias doblo la esquina de la calle Venustiano Carranza, suspiro por la pequeña gran felicidad de haber dado por fin con ella y trato de orientarse en la recta final de su busqueda.
Eludio una zanja. Ciudad de Mexico parecia estar levantada de extremo a extremo. Lo habia oido en Veracruz: <<La capital se hace y se deshace continuamente, y las calles estan en perpetuo estado de sitio.>> Ahora lo comprobaba. Era dificil caminar por una acera mas alla de unos metros. Un enjambre de obreros llevaban piedras y adoquines de un lado a otro.
El numero de la casa debia de quedar a media cuadra.
El corazon empezo a latirle.
Y mas lo hizo cuando, de pronto, la vio salir de un portal.
Apenas pudo dar credito a su suerte. Dada la hora, estaba seguro de no encontrarla, de tener que volver, de tropezarse antes con sus padres o con su cuñada que con ella. Pero por una vez, por una sola vez, los hados le sonreian y lo bendecian con un toque de fortuna.
Natalia.
La muchacha camino hacia el, con la vista fija en el suelo. Llevaba uno de aquellos discretos y sencillos vestidos que ya le habia conocido en el Sinaia, y aun en la corta distancia, la encontro radiante, mas guapa que nunca. Dejo la acera para cruzar la calzada y Elias continuo inmovil, esperando. Hasta que ella, instintivamente, como si ya lo presintiera, alzo la cabeza.
No hicieron falta palabras. Si tenia alguna duda, algun rescoldo inquieto, aquel miedo de que en el barco habian vivido un sueño y que ahora ya nada era igual, la mutacion de su rostro le demostro que todo era infundado. Primero, Natalia se quedo quieta. Despues, abrio los ojos, la boca. Finalmente, echo a correr hacia el.
Estaba llorando cuando se fundio en sus brazos.
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08-05-12 17:09 #10026336 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...102.


Don Rafael era el hombre de la pelea de perros, el chaparro de rasgos indigenas, bigote espeso y cabello tan negro como el de Rosita. Ocupaba una especie de trono, porque no podia llamarsele butaca: respaldo ribateado en madera labrada y dorada, reposabrazos regios, tapiz granate... Su despacho tambien rezumaba olor a santuario, con mezcla de buen gusto y espantosa vulgaridad, barroco en la saturacion. Tenia algo de cueva de Ali Baba, por la combinacion de objetos de dudoso gusto con otros que debian de haber peretenecido a prohombres de otros tiempos. Incluso vio una mascara, maya o azteca, zapoteca o mexicana, en lo alto de una columna de marmol rosa traida de Dios sabia donde. En una panoplia se cruzaban una docena de espadas; en otra, armas de distintas epocas. Como formando parte de la decoracion, un guardaespaldas mas, que protegia a su amo desde un angulo de la estancia.
Lo estudio con atencion, dos, tres segundos. El musculoso y el de la cabezqa grande se quedaron un par de pasos por detras de Lorenzo, en actitud de espera.
Te llaman Lorenzo, rompio el silencio don Rafael.
Lorenzo Vila.
Sientate, Lorenzo, lo invito.
Ovedecio la orden, porque era una orden; conocia la diferencia. Se sento delante de el, en una silla igualmente tapizada en rojo. Don Rafael continuo estudiandolo sin disimulo. Sus ojos eran de acero; dos puas incrustradas en los cuevanos; alfileres que penetraban alla donde se dirigian .
¿Os habeis disculpado ya, muchachos?, les pregunto a sus dos hombres.
No, no, señor, dijo uno de ellos.
Haganlo.
Lo sentimos Lorenzo, manifesto uno.
Si, fue un error, lo secundo el otro.
Don Rafael sonrio.
¿Zanjamos el malentendido?, le pregunto a Lorenzo.
Claro.
De todas formas..., si tengo una pregunta que formularle. ¿Como supo que perros iban a ganar?
No lo sabia. Simplemente tuve suerte.
Amigo...
Mi instinto me ha ayudado siempre.
Ahi si te creo, asintio el hombre. Buena cosa el instinto.
Por otra parte, necesitaba dinero, y me arriesgue. Le juro que es todo; no tengo por que engañarle.
Don Rafael asintio con la cabeza y volvio a mantener unos segundos de silencio, de pura observacion. Miro sus ojos, sus manos, y de nuevo sus ojos.
He preguntado por ti.
¿Por que?
Curiosidad, movio la mano derecha quitandole importancia. Llegaste en ese barco del que tanto se hablo, el Sinaia, y ahorita la haces de mesero en lo de Pablo Sotomayor.
Si.
Pero tumbaste a Lucio y Edelmiro boxeando. Como un profesional.
Lorenzo no respondio al comentario.
No es facil tumbar a mis hombres, ni tantito asi.
Un golpe de suerte.
No. Don Rafael nego con la cabeza. Yo entiendo de eso.¿Eres boxeador?
Si, tuvo que reconocer. Mejor dicho: lo era.
¿Bueno?
Bastante.
¿Por que no boxeas aca? Yo ando metido en muchos negocios.
Ya no.
¿Por que?
Lo mdeje, y ahora mismo... No resistiria una pelea profesional.
Hay plata que ganar, te tumban a ti o tumbas tu al otro. Serias todita una novedad.
Lo siento.
No te creo, dijo el mexicano. Nadie rechaza plata cuando se trabaja de mesero en un pais extraño y no se tiene nada, empequeñecio los ojos hasta vconvertirlos en dos rendijas. Salvo que se tenga un pasado molesto. Entonces si.
Mi pasado se quedo en España, dijo Lorenzo con voz atona.
Era una posibilidad, el hombre levanto una mano, condescendiente. Pero hay otras.
¿Cuales?
Necesito un hombre como tu.
Eso no lo esperaba. Domino su sorpresa y se mantuvo inalterable.
¿Para que puedo serle util?
Ya hay muchos españoles en el D.F., y llegan mas; se habla de miles. Las cosas estan cambiando, y hay que estar a la altura, porque van a cambiar aun mas y mas de prisa. No se puede impedir el progreso, Lorenzo. Hay que moverse con el. Y por delante, mucho mejor. Intuir las cosas, se llevo el dedo indice a la sien. Va a haber muchos negocios en Mexico, mucha plata que ganar. Y yo quiero mi parte. ¿Es eso malo?
No creo que le falten hombres.
No me ofendas, Lorenzo, hizo un mohin de disgusto.
Yo no soy uno de ellos.
¿Quien te pide que lo seas?, ahora don Rafael abrio las dos manos en un gesto explicito. Yo ando metido en muchos negocios, te dije. Necesito un español en mi equipo, para entenderlos a ustedes y por lo que se nos viene encima. Un consejero, un asesor...Como le haga. Y tu me caiste bien. Nadie le habia dado una leccion a mi hijo.
Lorenzo volvio la cabeza. El hijo de don Rafael era el musculoso, Lucio.
¿Que me dices?
Trabajaba de camarero, no tenia nada, estaba solo, España ya no era mas que una quimera lejana, y del instinto no era facil vivir.
No quiero hacer daño a nadie, dijo mirandolo a los ojos.
El hombre resistio esa mirada.
La guerra te jodio, ¿verdad, amigo?
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09-05-12 17:01 #10030903 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...103.


La estancia que compartia con algunas de las chicas no era precisamente un lujo, ni gozaba de la menor intimidad. Venia a ser una buhardilla lo suficientemente espaciosa como para que en ella cupieran media docena de camas separadas por cortinas. Se acostaban tarde y dormian por la mañana, aunque no siempre era facil.
Su compañera, la pelirroja, autentica aunque fuese mexicana, tenia compañia en ese momento.
Jala... Jala..., repetia una y otra vez. Empujame... mi torito...Jala...Asi...Oh...¿Vas a venirte?
Por la noche, los servicios de las que estaban dispuestas a tener relaciones intimas con los clientes se realizaban abajo, en los reservados. El local se llevaba la mayor parte del dinero. De dia, algunas chicas lo organizaban por su cuenta. Habia una escalera que conducia a una terracita, y de ella podia pasarse con facilidad al edeficio del Jorocho. Nadie las molestaba, asi que un cliente era un cliente. Dinero extra e integro para ellas.
Berta intento taparse los oidos.
Oh, mi amor, que grande la tienes... Que placer...Jala...Jala mas...Adentro...Estoy muy caliente, mucho...Voy a venirme...No puedo esperar mas...No puedo...
La pelirroja se llamana Cruz. Era de Yucatan. Una buena compañera. Le habia dicho que en Yucatan los mexicanos eran mas blancos, distintos, por eso habian dividido el territorio en tres estados, para controlarlos y que no se desmandaran. Su madre era irlandesa y su padre de Campeche. Ella habia salido a su madre: roja por dentro y por fuera.
¡Me vengo! ¡Me vengo!
Cruz se puso a gemir, a gritar. Casi al momento lo hizo el hombre. Era buena. No llevaban ni cinco minutos haciendolo. Y, con un poco de suerte, se sacaba el dinero de una semana.
Berta se apreto los pabellones auditivos. Los gemidos atravesaron la barrera con facilidad, incrustandose mas y mas en su mente. Paso de la frustracion a la rabia, y de esta a la impotencia. A veces se sentia acorralada.
Y esa era una de ellas.
Termino la tormenta en la cama vecina. Espero, pero sabia que ya no podria volver a dormirse. Debieron de transcurrir otros cinco minutos, diez a lo sumo. Por el hueco de las cortinas aparecio la cabeza de Cruz. Paso a su recamara al verla despierta.
Lo siento, se excuso. ¿Anduvimos de ruidosos?
Un poco, suspiro Berta.
Es un buen cliente, y no mas tenia esa horita.
No importa, sa sabes.
La pelirroja se sento en su cama, le paso una mano por la cabeza. Era mayor que ella, tendria unos treinta y cinco años. Pero su cabello rojo atraia a los hombres. Y mas aun el del pubis.
No se que andas haciendo aca, le susurro con cariño.
Sobrevivir.
Pero eres muy hermosa. Hasta podrias escoger, todas lo hacemos. ¿De que sirve resistirse?
No lo se, admitio.
¿Sigues esperando que el aparezca?
Penso en Lorenzo. Pero sabia que Cruz se referia a Alejandro.
No lo se, repitio Berta.
Apurate, la caricia se hizo presion. Los años pasan de prisa, y ahorita andas en lo mejor. No lo pierdas. Sacale lo que puedas a la vida antes de que ella te lo quite a ti.
No es facil.
Si lo es, insistio la pelirroja. Ya viste que a ese lo explote tantito asi de rapido, en un abrir y cerrar de ojos, el muy flojon. Y yo ya estoy petacona, se toco el trasero y las caderas. Tu podrias ser muy buena; una reina. Te lo digo yo. Podrias...
Berta cerro los ojos y se dio la vuelta. Cruz dejo de hablar. Luego se levanto de la cama y la dejo sola.
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10-05-12 17:05 #10043407 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...104.


Valeriano se dio la vuelta en la cama popr enesima vez, y en esta oportunidad Teresa le puso una mano sobre el brazo.
¿Estas bien?, se intereso ella.
Oh, perdona. ¿Tehe despertado?
No, ya sabes que siempre ando a medias. ¿Que te pasa?
Nada.
¿Nada? Tu eres de los que se acuestan, cierran los ojos y...adios. Siempre te he envidiado esa virtud.
El sueño de los justos, bromeo el.
¿Que te preocupa?
Nada, en serio.
Esta bien, no me lo digas, no vaya a darme algo, se enfado Teresa.
Que no es eso, mujer, quiso tranquilizarla Valeriano. Hace calor y ya esta. No puedo dormirme.
Esta vez le demostro que no iba a rendirse tan facilmente.
¿Es por Natalia?, insistio.
¿Natalia? No,¿por que?
No querias que trabajase, y con la vuelta de ese muchacho... Me parece que tenia que haberte hablado de su venida a la ciudad.
Queria que se ocupara de ti, no que no trabajase. Es lista, y saldra adelante. Siempre lo he sabido. En cuanto a lo de el... Claro que tenias que decirmelo, aunque se que lo hara ella tambien cuando lo crea oportuno. Que su padre sea un estupido no significa que los hijos vayan a heredarlo. Es un buen chico.
A mi tambien me lo parece, suspiro Teresa.
Pero son muy jovenes, y tienen mucho por delante.
He hablado con ella. Tranquilo.
¿Lo has hecho?
Claro. Y va a tomarselo con calma. Ellos acaban de llegar y el ha de encontrar trabajo.
Natalia solo tiene diecisiete años.
Casi dieciocho. Y te recuerdo que tu tenias diecisiete cuando me conociste a mi.
Eran otros tiempos, y otras circunstancias.
No hay tiempos ni circunstancias que valgan, Valeriano. Las cosas pasan cuando pasan y ya esta. ¿Y yo que? Teniendo tres años mas que tu, no se ni como te hice caso.
Era muy guapo, bromeo el.
Lo que tenias era mucha labia. Y como escribias tan bien... Los que sabeis escribir llevais ventaja; cuatro palabras bien puestas y caemos como si nada.
Valeriano se apreto contra ella.
Tendre que volver a probarlo, susurro.
Teresa no dijo nada. Su silencio la hizo morderse el labio inferior con fuerza. Ahora todo la afectaba. Tuvo que decir algo para romper esa catarsis.
¿Sabes cual es mi sueño?
Vaya, por fin el señor va a abrirse, se agito su esposa.
No es mas que una tonteria.
Antes me contabas las tonterias.
Mujer...
¿Vas a decirmelo o no?
Me gustaria crear una revista.
¿En serio?
Si.
Pero...ya estas publicando tus articulos, y ese hombre, Guzman, confia en ti. Todo parece ir bien.
Te hablo de un sueño, y los sueños suelen ser a medio o largo plazo. Ademas no tiene nada que ver que este en un periodico. Muchos periodistas fundan otro tipo de publicaciones, por necesidad propia, para hacer algo mas al margen de su trabajo cotidiano. Me gustaria volver a las entrevistas y los reportajes culturales, mas amplios. Aqui hay un nuevo mundo por explotar, por descubrir, y vale la pena. Me esta gustando Mexico. Me gusta mucho. Y cada vez llegan mas españoles. Ademas, ¿has visto las publicaciones que se han fundado en el exilio? Todas son parte del pasado: Adelante por parte del PSOE; Solidariad Obrera por parte de la CNT; España Popular por parte del PCE; Problemas de España, Nuestro Tiempo, Nuestra Bandera, Nuevos Horizontes...incluso España Peregrina, que edita la Junta de Cultura Española. ¿Por que crees que no escribo en ellas y he preferido integrarme en un medio mexicano? No es solo integracion; me gustaria hacer algo distinto, que mirara hacia el futuro.
Una revista, susurro Teresa en la oscuridad de la habitacion.
Hasta tengo el nombre, le beso la mano.
¿Es secreto de sumario?, preegunto ella al ver que volvia a callar.
La voz de su marido le llego envuelta en un quedo suspiro de paz, como la de un niño la noche de los Reyes Magos.
Nuevo Pensamiento, dijo Valeriano despacio, impulsando cada letra, cada silaba, desde lo mas profundo de sus emociones.
Puntos:
11-05-12 20:13 #10048118 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...105.


Teodoro Sabartes no era propiamente un <<gachupino>>, pero si era hijo y nieto de <<gachupinos>>. Su abuelo Marcelino habia llegado a Mexico sin nada, con su esposa, cuatro hijas y un hijo. Al cabo de unos pocos años creo Construcciones Sabartes, uma humilde empresa de albañileria. Su temprana muerte habia hecho que el muchacho, Timoteo, tomara las riendas del negocio hasta convertirlo en una prospera constructora de cierto renombre. Casado con una no menos rica hija de un terrateniente mexicano, al que la revolucion hizo evolucionar sabiamente siguiendo el nuevo curso de los acontecimientos, la historia se habia repetido casi con la misma pauta. Tuvieron tres hijas y un hijo antes de que el muriera igualmente joven. El hijo era Teodoro Sabartes. Su abuelo y su padre nacieron en España, pero el no. Ya era mexicano.
Ramon le estrecho la mano con una lejana aprension.
Amigo mio, bien venido. Tengo referencias inmejorables de usted.
Parecia un hombre afable, abierto. La mayoria de los capitalistas lo eran, formaba parte de su manera de ser, cordial y, en apariencia, libre. Por eso seducian al pueblo, con sus cantos de sirena, y despues lo exprimian y lo reducian a nada. Dominaban el espacio y el tiempo.
En España habia luchado contra ellos, contra los Teodoro Sabartes fascistas y miserables.
Aunque antes, en la paz, tambien habia trabajado para ellos, como iba a hacer ahora.
Gracias, correspondio al saludo.
Venga, acompañeme. Le mostrare la empresa y conocera a sus nuevos compañeros; alguno es español, ya vera. Tenemos muchos nuevos proyectos y estamos creciendo. Imagino que debe de estar sorprendido de como es aqui la construccion, ¿no? En España cada piedra tiene su sitio, durante cientos de años, aunque haya guerras. En cambio, en Mexico se derriba y se construye todo constantemente. ¿Lo ha notado? Es una sensacion de perpetua interinadad y la ocupacion favorita del mexicano. Se abren zanjas, se cambian calles...
Le paso una mano por encima de los hombros. Ramon lo siguio. Le habian dicho que era una persona honrada, con una empresa honrada, y dispuesto a ayudar a los exiliados. Pero no habia conocido a un capitalista bueno, asi que lo dudaba.
Necesitaba seguir dudando.
Era la ultima capa de su piel.
Su experiencia en la construccion nos vendra muy bien, Alcaraz, siguio hablando el empresario. Esta ciudad va a crecer mucho, muchisimo. Y lo mismo el pais. Sera imparable. Usted aportara nuevos criterios. Que es lo que necesitamos. Debe recordar siempre que esto es Mexico, no España. Pero la manera de proceder de alla sera sin duda valida para mejorar aca nuestra labor. ¿Me sigue? Por ese motivo, cuando me hablaron de usted, supe que seria un elemento muy util y valido. ¡Ah, esas personas del SERE y el JARE estan trabajando duro y bien!
Ni una palabra de la guerra. Ni un comentario. Nada. Para Teodoro Sabartes, probablemente, España estaba tan lejos de Mexico como la Tierra de la Luna. Aquella guerra habria afectado a su abuelo y a su padre, pero a el ya no. ¿Comunismo? ¿Fascismo? Los terminos acuñados en la vieja Europa no contaban.
O tal vez fuera un descendiente de <<gachupines>> redimido, a la busqueda de nuevos horizontes, con ganas de borrar las huellas de su pasado. Y a pesar de todo, era el mejor de los trabajos.
Una verdadera suerte.
Tendra un despacho propio, ¿ve?, abrio una puerta para introducirlo en una reducida aunque confortable estancia. Cualquier tema, cualquier duda, lo que sea, me tiene a su disposicion. Y quiero que hablemos. Las empresas en las que trabojo me consta que hicieron obras notables. Aca se construye distinto, pero no tanto como para que no podamos cotejar y ver y mejorar. ¿Como lo toma?
Bien, muy bien, tuvo que asentir. La verdad es que es mas de lo que esperaba.
Bueno, si no me da el maximo de su capacidad, lo boto.
Lo dijo con una sonrisa, pero lo dijo. Y era sincero.
No iba a regalarle nada, y en eso si estaba de acuerdo.
Exactamente...¿cual sera mi trabajo?, pregunto Ramon, rindiendose a su destino.


"Para Ramon Alcaraz fue una gran oportunidad.
Lo fue. No solo era un trabajo, sino el trabajo que el mismo habia llegado a desempeñar en España poco antes de la guerra. Tuvo mucha suerte. Aunque no se si, ya de entrada, se ocupo del departamento que despues dirigiria.
¿Que departamento?
Presupuestos.
¿Y eso en que consistia?
Pedir precios a distintas empresas para un mismo trabajo. Luego se valoraban esos precios, la calidad de los materiales, la entrega, el modo de pago... Todo contaba. Si se necesitan marmoles para un edificio de oficinas, se pedia por ejemplo a tres proveedores. A veces lo barato acaba siendo caro, y a veces lo caro podia llegar a ser barato. Ramon Alcaraz tenia que escoger el mejor presupuesto atendiendo a la relacion calidad-precio.
En aquellos dias, el Distrito Federal debia de estar creciendo de una manera increible.
E imparable. En todo el pais,en 1939, se andaba por los veinte millones de habitantes, y en la capital no se superaba siquiera el millon y medio. Eso da una idea de lo que era Mexico entonces comparado con lo que fue al paso de las decadas siguientes.
Por tanto la construccion...
La construccion es siempre el principal motor de la economia. No solo son puestos de trabajo directos, sino indirectos, a traves de todas las empresas que suministran materiales. En un edificio hay hierro, cemento, maderam cristal...Y luego que si pintura, material sanitario, herrajes, pavimentos, muebles...Empezaron a moverse millones, miles de millones de pesos. Habia que construir una ciudad para el futuro.
Eso debio de mover muchos intereses.
Todos. Habia tierra que comprar y vender, que negociar y especular, que remover y recalificar. El septentrion terminaba antes de los cerros de Guadalupe, por oriente en los llanos de Balbuena, por poniente en las lomas de Chapultepec, y por el sur, todavia lleno de tierras de labor, a la altura de Narvate. Lo que mas tarde fueron barrios de la capital entoces eran pueblos: Coyoacan, Tacuba, Mixcoac, Tlalpan o San Angel. Ciudad de Mexico y el Distrito Federal empezaron muy pronto a encaminarse a ser el gran monstruo que acabo siendo. Y todo se inicio en esos dias, en esos años.
Las leyendas en torno a la corrupcion...
Eran y son reales. La famosa <<mordida>>.Pero es parte de una manera de ser, de una idiosincracia, de un crecimiento progresivo en el que habia demasiada pobreza y clase baja sin que creciera el autentico sosten de una nacion: su clase media. Los gobiernos eran los primeros en beneficiarse de tanta riqueza, petroleo, gas, plata, maiz, caña de azucar, cafe, un pueblo joven lleno de vitalidad y energia... A la gente le tocaba agudizar el ingenio, beneficiarse de lo que fuera, y no digamos los poderosos, o los que trabajaban en puestos claves de la administracion. Asi que ahi estaba la <<mordida>>. O sea que Ramon Alcaraz estuvo en el lugar oportuno en el momento preciso.
No solo el".
Puntos:
12-05-12 16:42 #10050644 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...106.


Llevaba un par de dias aprendiendo, conociendo, estudiando su nuevo terreno, que era bastante amplio. De momento se mantenia a la expectativa, pero el dinero en el bolsillo lo hacia sentir seguro. El dinero siempre daba eso por encima de todo: seguridad. Hasta pudo hacerle un regalo a Rosita.
Su pobre Rosita.
No lo hagas, Lorenzo, le habia dicho.
No es mas que un trabajo.
No es un trabajo; es don Rafael.
Le he dicho que yo no soy un maton, que no me gusta la violencia, que ya tuve bastante durante la guerra. Ha estado de acuerdo. No me quiere para eso.
¿Y para que te quiere no mas? ¿A poco te crees que cuando vayan mal dadas tu te quedaras al margen? Ese hombre es poderoso, todos lo conocen. Poderoso y ambicioso. Y quiere mas. Ahorita le dio por la legalidad, pero sin corazon no hay nada.
¿Y que querias que hiciera? ¿Decirle que no? ¿Ganarmelo de enemigo? No tuve opcion.
Si la tenias: marcharnos, los dos, muy lejos.
Estas loca.
Por ti, Lorensito, por ti.
Y lo habia besado de aquella forma que parecia que fuese a comerselo, temblando.
Niña y loca.
Y tambien puro tormento.
Mañana te llevo a lo de los pelotaris, dijo Lucio. Por hoy ya fue bueno.
De acuerdo.
¿Vamos a echarnos unos tequilas o prefieres coger?
Mejor los tequilas.
Lucio no era mal tipo. Sobre todo para ser el hijo de don Rafael. Mucho musculo y poco cerebro. Su primer encuentro, la pelea, quedaba olvidado. Sin rencores. Incluso le preguntaba por su tecnica.
Enseñame.
No, que entonces podras conmigo.
Ya puedo contigo. Te me arrancaste, eso es todo. Ahora se el truco.
Y se reia como un niño grande.
Un niño que llevaba en la chamarra una navaja lo bastante gruesa para atravesarlo de parte a parte, aunque aquella noche no llego a sacarla.
Aca dentro hay buena tequila y buenas hembras, por si cambias de idea y quieres conseguirte una chava.
¿Tambien lo controla tu padre?
No, de cabarets y clubes no quiere saber nada. Siempre acaban dando mala fama. El juego es bueno. Hay dinero que siempre se pierde. Y las apuestas, que son mas rapidas. Perros, gallos, caballos, box, la pelota. Pero mujeres...,Lucio arrugo la cara. Sean pendejas o pirujas, traen problemas.
Subieron una escalera. El local estaba muy animado, con humo, olores y musica. Un grupo de chicas estaban bailando y el publico aplaudia. Llegaron hasta la barra y pidieron dos tequilas. Se los sirvieron de inmediato, sobre todo porque el que la atendia reconocio a Lucio. Con ellos en la mano se volvieron para contemplar el espectaculo.
Las chicas, ligeras de ropa, risueñas, entonando al personal. Varias mexicanas, dos rubias, una pelirroja, una negra, una belleza morena que se parecia a...
Lorenzo se trago el tequila de golpe.
Luego se dio la espalda.
Oye, estoy cansado, le dijo a Lucio. Tu quedate si quieres, pero yo me voy.
¿Que te pasa?
Nada.
Pareces haber visto mun fantasma.
No es nada, de verdad, forzo una sonrisa. Si me quedo acabare con una y luego Rosita...
Entiendo, Lucio le dio un golpe. Es de las que te arman un panchazo, seguro.
Hasta mañana. Me invitas.
Se aparto de su lado y se encamino a la salida.
Solo desde ella miro por ultima vez al escenario, para estar seguro.
Despues bajo la escalera, despacio, y salio del Jorocho.
Puntos:
13-05-12 17:52 #10053388 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...107.


El sobre temblo en sus manos, las dos, porque lo sujetaba como si pesara una tonelada.
La letra, el remite...
Su hermano Jofre.
Valeriano tuvo que apoyarse en el quicio de la puerta. No llego a recular hasta el suelo, para sentarse en el primer escalon. Pero una fuerza descomunal tiraba de el hacia abajo, empujandolo; la fuerza del miedo y la opresion que acababa de desatarsele en el cerebro.
Habia ido tantas veces al SERE, y tambien al JARE, habia tratado por tantos medios hacerle llegar a Jofre sus noticias y su direccion, que ahora, ante aquella respuesta, ante aquel pedazo de papel que venia de España, de Barcelona, de la misma calle Corcega...
La taquicardia aumento,la presion en la cabeza fue igual que un taladro, el grito de su silencio le colapso las terminaciones nerviosas.
Estaba solo. Ni Natalia ni Ana, ni mucho menos Teresa. Solo.
Dijera lo que dijera aquella carta, revelara lo que revelara su contenido, podia conocerlo primero, asimilarlo, valorarlo... y hasta callarlo si era necesario.
Por Teresa.
Se tranquilizo a duras penas. Despego la solapa, sin llegar a romper el sobre del todo. Dentro habia una simple cuartilla de papel basto, escrita a lapiz y en catalan. ¿Cuanto hacia que no leia nada en catalan? Se le antojo una eternidad. Sus ojos pasaron por encima de las primeras lineas leyendo sin leer, devorando sin masticar, tragando sin paladear. Tuvo que volver hacia atras, al comienzo, y alcanzar la ultima serenidad antes de intentarlo por segunda vez.
Entonces si lo consiguio.


Querido hermano:
No se si esta carta llegara a tu poder, porque la forma en que te la envie sera tan dificil y probablemente grotesca como la manera en que me han llegado tus señas y tus nuevas desde Mexico. Por fortuna aun hay quien nos debe favores y cumple, que no todo ha sido victoria para ellos y derrota para nosotros. Ojala al recibo de la presente estes bien, y lo mismo tu familia. Yo sigo igual. Sigo aqui y aqui seguire. Ya lo sabes.
Me alegro de que lo consiguieras, por ti y tambien por Teresa, Natalia y Ana. Se que fue duro. Gracias por decirme que soy tio abuelo. Las buenas noticias escasean. Todo es malo, aunque la lucha siga. La lucha por la que yo me quede. La misma lucha por la que tu te fuiste. A veces pienso en si tus razones no eran mas fuertes que las mias. Otras me aferro a ellas y creo que las convicciones de uno son la llave de la supervivencia. Lamento que nos separaramos quizas enfadados, tal vez molestos el uno con el otro. Ahora se que ni tu ni yo somos mas valientes o cobardes por hacer lo que hicimos. Solo tomamos una decision desde lados opuestos de la vida. Pero tu tienes a tu familia, mientras que yo me siento tan solo...
Las noticias que puedo darte no son buenas, y lo siento. Llegan rumores de que en los campos de refugiados de Francia los nuestros mueren a decenas. Es una locura. Y cuando estalle la guerra...¿Que sera de nosotros? Porque habra guerra, Valeriano, habra guerra. Es inevitable. Y entonces todos acabaremos locos por completo. Aqui, Franco nos ha cogido por los testiculos y no nos suelta. Aprieta y aprieta. Todos los dias, nuevas leyes, nuevas humillaciones, nuevas ordenes, mas represion, y se dice que muchos fusilamientos. Los catalanes somos perros apaleados. En esta situacio, no debe extrañarte que no sepa nada de Ismael. He tratado de mover y remover piedras, pero sin exito. Todos los indicios apuntan a lo mismo, a que no fue capturado y consiguio pasar a Francia. Esa es una muy buena señal. Pero alli le pierdo el rastro, y con esta confusion... Dicen que hay medio millon de personas al otro lado de la frontera. Ismael puede estar herido, no recordar nada, o tambien puede que este haciendo lo imposible por encontraros. No lo se. Las voces de los muertos pesan, pero las de los desaparecidos nos estan ensordeciendo el animo. Que sepas que seguire buscandolo. No tengo mucho mas que hacer.
No faltan flores en la tumba de vuestra hija, ni en la de mi querida Manuela. No hay dinero, pero las flores aun crecen libres. Yo estoy bien; en lucha y vivo. Asi que la guerra sigue.
Que tu nueva paz no te haga olvidar, hermano.


Jofre.

Tuvo que apartar la hoja de papel antes de que la lagrima le cayera encima y la estropeara. Se estrello contra el suelo. Solo entonces se dio cuenta del tremendo nudo que tenia en la garganta y que casi le impedia respirar, al igual que la opresion del pecho.
Jofre..., gimio.
La oleada de desconsuelo lo atrapo en su rapida crecida. No era por la falta de noticias de Ismael, ni por el recuerdo de Carmen, ni por la paz que destilaban las palabras de Jofre despues del desencuentro de su separacion. Era por todo. Por aquel mismo pedacito de su casa que tenia entre las manos.
Lo olio.
Lo aspiro de lleno.
Ahora tenia apenas unos segundos para tranquilizarse, y aun mas: decidir si le daba la carta a Teresa o si, por el contrario dado su estado, optaba por guardarsela y preservarla de aquella emocion.
Quizas por eso, porque no eran suficientes unos segundos, volvio a salir a la calle y se puso a caminar sin rumbo, con la carta en el bolsillo.
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14-05-12 16:52 #10056429 -> 9974723
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Los que escaparon...5º
CAPITULO...108.


No fue culpa suya.
Pero la que se cayo al suelo fue ella.
Amalia, la de Villahermosa, la tabasqueña, equivoco el paso. No consiguio eludirla. Perdio pie, y con el subito giro tambien la estabilidad, a causa de los altos tacones. Ni siquiera resulto una caida normal, sino grotesca. Se agarro a las cortinas del lateral y las arranco de cuajo. No contenta con ello, por el peso de las cretonas, se vino abajo, sobre los musicos. La humillacion por el vestido desgarrado que la dejo medio desnuda no fue nada comparado con las risas de quienes en ese momento llenaban el Jorocho en la madrugada del sabado.
Berta los miro con odio.
Anonimos, vulgares, solitarios.
Hijos de p.ta.
Pudieron oirla. Lo dijo alto y claro. Luego se levanto y, con una dignidad que estaba lejos de sentir, abandono el escenario y se dirigio al camerino donde se cambiaban de ropa y se maquillaban. Aun no habia llegado a el cuando la musica volvio a sonar, y los lobos concentraron su atencion en la manada que todavia seguia en pie.
La fiesta debia continuar.
Se quito el vestido, lo arrojo sobre un cesto. Atrapo su bata y se la puso por encima. Eso fue un segundo antes de que entrara el dueño por la misma puerta. Lo esperaba; de ahi la bata. Tambien esperaba una bronca, pero no llego.
Berta, Berta, Berta..., canto el hombre, como en un rezo.
No hace falta que me lo digas. Me voy, empezo a quitarse el maquillaje.
Se rieron, y eso no es malo.
¿Que quiere de mi?, su mirada reboto en el espejo y lo alcanzo a el, quieto a un palmo de su espalda.
Podrias ser la reina del Jorocho.
No.
Vamos, chamaca.
¡No!
Pense que con los dias..., movio la mano izquierda, la de la piedra.
Penso mal.
Tu no eres obrera para fabrica, pero tampoco bailarina para atraer clientes y que luego beban y nada mas. ¿A que le vienen tantos remilgos? Platiquemos.
Se sintio agotada, a punto de claudicar, rendida. Pero la misma rabia la hizo repetir:
No.
La miseria no le hace a tanta belleza.
Lo siento.
Entonces...
¿Quien le habia dicho que siempre habia un camino, una esperanza, una alternativa cuando todo parece agotado? ¿Su padre? ¿Su madre? ¿Aquella vieja profesora que queria convencerla para que se hiciera monja?
¿Puede pagarme ahora?
Desgarraste los cortinajes.
Berta se levanto. Lo unico que tenia a mano era una lima de metal para las uñas. La empuño como si se tratara de un estilete. Podia hacer daño. El hombre lo comprendio al verla tan cerca de sim mismo.
Te ira pesimo, Berta, le advirtio. Ven a mi despacho cuando acabes de vestirte y recoger tus cosas.
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