Foro- Ciudad.com

Carcarosa - Asturias

Poblacion:
España > Asturias > Carcarosa (Mieres)
26-01-12 17:04 #9514928
Por:Jose Manuel Z.L

Cosas dormidas....6º.
El indulto que el Gobierno ha otorgado con motivo del año Jacobeo no ha alcanzado a Jaime. Pepita escribe otra carta. Y esta vez le contesta el secretario particular del Excmo, y Rvmo, Sr, Cardenal Arzonispo de Santiago, Jesus Precedo Lafuente, Pbro.
En apenas la mitad de una cuartilla escrita a maquina:

"El secretario saluda a su muy apreciada en el Señor, Doña Josefa Rodriguez Garcia, y, por encargo de S.E. Rvdma., se complace en hacerle presente que el señor Cardenal ha recibido su atenta carta del 3 de los corrientes. El Exmo Prelado me encarga le comunique que solicito a su tiempo de la Autoridades competentes un decreto de indulto en la forma mas amplia posible para conmemorar las solemnidades Jacobeas de este año. Lamenta S. E. que su familiar no haya sido beneficiado por este decreto y anota su nombre por si se le presenta ocasion propicia para hacer alguna peticion a su favor. Se despide de ella cordialmente en el Señor, y aprovecha la ocasion para ofrecerle el testimonio de su distinguida consideracion y aprecio".

Pepita lee en voz alta el Saluda. Jaime lo escucha y baja la mirada al otro lado de los barrotes. Cuando Pepita acaba de leer, Jaime alza la vista y encuentra al vigilante parado frente a el.
Lo siento, si necesitas algo.
Pepita no es capaz de controlar el llanto. Jaime la señala con la cabeza dirigiendo hacia ella la atencion del funcionario.
Dejame que la consuele.
No puedo hacer eso.
Si puedes.
Ya la dejo pasar sin que esteis casados, no me pidas mas.
Si no te pido mas, tampoco te dare nada. Nunca. ¿Lo entiendes?
Si, lo entiendo. El vigilante es el que se encarga de pasar la prensa clandestina, y el Partido le abona generosamente el servicio. Y Jaime le entrega una propina adicional, una vez al año, para que espere a Pepita a la puerta y la haga pasar al locutorio antes de que otro funcionario le exija el libro de familia.
La mujer de ojos azulisimos no alcanza a escuchar la conversacion entre los dos hombres, pero descubre en la mirada de Jaime un asomo de dureza que jamas le habia visto. Jaime se levanta.
Me vas a dar cinco minutos.
Tu no sabes lo que me estas pidiendo.
Cinco minutos.
Pepita se levanta, se aferra a los barrotes. Ve que el vigilante abandona el pasillo central y Jaime sale del locutorio. Unos minutos despues, el funcionario que acaba de dejar el pasillo la toma del brazo.
Venga conmigo.
Al final de una galeria extrecha hay una puerta. Pepita sabe que detras de aquella puerta espera Jaime. Lo sabe. Aunque no sepa por que, lo sabe. Camina hacia la puerta guiada por el funcionario, que no suelta su brazo.
En efecto.
Jaime.
El funcionario ha abierto la puerta.
Tienen cinco minutos.
Cinco minutos. El tiempo cuenta para Jaime por primera vez despues de tantos años; cuenta y corre junto a Pepita, aunque solo sea durante cinco minutos.
Ella le ofrece la boca.
De cerca eres todavia mas guapa.
El le acaricia las mejillas y busca su mirada.
Me quedan muchos años, perderas tu juventud si me esperas.
Y tu de cerca eres mas tonto. Anda, besame.
Sin prisa. Se besaran sin prisa. Y en silencio y sin prisa se abrazaran, se tocaran las manos el uno al otro, se miraran los dos mientras se cubren de caricias, y sonreiran antes de encontrarse de nuevo en los labios. Durante cinco minutos.
Cuando el funcionario abra la puerta, Jaime le pedira un minuto mas.
Esta bien, pero solo un minuto.
Un minuto mas, para que Jaime vuelva a besarla. Para sentir en su boca las algas de un mar de un minuto. Un minuto.
Tiene que irse ya.
Tiene que irse.
Se va.
Hace muchos años que Jaime sintio el mar en los labios.
Se va.
Pasaran muchos años hasta que vuelva a besarla.
Se va.
El funcionario ya ha cerrado la puerta.
Puntos:
27-01-12 17:48 #9520705 -> 9514928
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
Despues de recoger una caja que Jaime ha dejado para ella en paqueteria,Pepita abandona el penal de Burgos mas triste que nunca.
Mas triste que nunca caminara hacia el autobus que la llevara a Burgos. Mas triste que nunca tomara el tren que la llevara a Madrid. Y cuando llegue a la pension Atocha, con sus ojos azulisimos mas tristes que nunca, doña Celia y don Gerardo dejaran de apuntar entradas y salidas en el libro de contabilidad, se retiraran los dos de la mesa de la cocina, e interrumpiran el intento de cuadrar el balance del mes, abrumados por la tristeza que descubriran en la mirada de Pepita.
¿Que te pasa, hija?
No me pasa nada, señora Celia.
¿Como esta Jaime?
Asi, asi.
Tensi abandonara sobre su cama los cuadernos azules de su madre, cuando oiga la voz de Pepita. Antes de salir de la habitacion, se detendra frente al espejo del armario ropero, se ceñita el talle con un lazo ancho de raso y se pondra de puntillas. Despues correra a darle un beso a la recien llegada.
¿Has comido?
No.
Ven, sientate, que te voy a poner un plato de conejo con tomate, ya veras que rico, lo he hecho yo.
¿De verdad?
De verdad de la buena.
El conejo con tomate reanimo a Pepita, que se levanto de la mesa en cuanto termino de comer para lavar su plato cuando don Gerardo se retiro para dormir una siesta.
Mira, mama.
Tensi volvio a ponerse de puntillas y arrimo su hombro al de Pepita.
Casi como tu.
Todavia te falta.
Anda, dejala en paz y sigue creciendo.
Doña Celia le quito a Pepita el plato de las manos.
Se te ve cansada. Ve a dormir un poco, ya lo friego yo.
Estaba cansada, si, pero no podia ir a dormir. Jaime le habia dejado en paqueteria una caja de madera.
Tengo que ir a llevar una caja a Puerta Chiquita.
Voy contigo.
No.
Hacia tiempo que Pepita se negaba a llevar a Tensi a las reuniones de la Casa de Campo, pero ella siempre volvia a insistir.
Dejame ir.
Tu te quedas con la abuela.
Llevame, antes me llevabas.
Pues ahora no, ¿estamos?
Pero, ¿por que?
No seas pelma, que hoy no tengo ganas de discutir.
Se fue sola a simular que participaba en una mereienda campestre, y en su cesta llevo la propaganda que debia entregar a Reme.
Una de las mujeres habia llevado una botella de sidra y vasos de vidrio. Era un dia de celebracion, y esperaban a Reme para brindar por los presos indultados. Tomasa era uno de ellos. La extremeña de piel de aceituna habia salido de la prision de Ventas con la cabeza erguida, apretando con fuerza el hatillo que habia formado con sus escasas pertenencias y temiendo hasta el ultimo instante que la puerta no se abriera para ella.
Temblaba.
Tomasa comenzo a temblar en el momento en que empezo a recoger sus cosas. Y continuo temblando durante toda la mañana, mientras esperaba a la funcionaria que debia conducirla hasta la puerta. Josefina intentaba calmarla.
Mujer, no estes tan nerviosa.
Es que estan tardando mucho en llamaeme, carajo.
Ya vendran.
Sentada en la cama, abrazada a su hatillo,temblaba. Sin poder controlar su ansiedad, se mantuvo atenta al sonido del cerroja de la galeria central. Josefina se sento junto a ella. Pero no tardo en levantarse, al escuchar unos gemidos desde la celda contigua.
Ya esta llorando otra vez.
Si, otra vez lloraba su compañera de celda, una mujer de Granada que llevaba veinte años de reclusion y se desgarro en llanto al saber que le habia llegado la menopausia. Mas de quince dias llevaba llorando. Josefina intentaba consolarla. Mujer, mas tranquila te quedas, le decia. Y la granadina continuaba gimiendo que su marido queria hijos, y ella tambien, y que durante el año escaso que estuvieron juntos lo anduvieron buscando.
Y ahora me viene esto, cuando no me quedan ni dos meses para salir.
Tomasa temblaba. Oia el rumor de voces de la celda de al lado pero su oido se mantenia atento al cerrojo de la cancela. Sonaron las llaves. Chirrio el cerrojo. El taconeo de la guardiana llego hasta Tomasa. Tomasa temblaba. Se levanto con su hatillo en la mano,. Cerro los ojos. Contuvo la respiracion y espero en su celda. Tiembla, piensa, duda, y teme que la funcionaria pase de largo.
Pero no.
La funcionaria pronuncio su ombre. Y Tomasa se despidio de sus compsñeras. Abrazo a Josefina, la mujer que no reconocio a sus hijas el dia de la Merced, y a la granadina que jamas seria madre. Y camino despacio hacia la puerta de salida siguiendo a Mercedes, temiendo hasta el ultimo instante que no fuera cierto. Pero la puerta se abrio. La puerta de la jaula, abierta.
Antes de girar la llave, Mercedes le tendio la mano, y la extremeña le ofrecio la mejilla. La funcionaria la beso. Giro la llave. Hablo en voz baja:
Me alegro. Me alegro, de verdad, de que pueda marcharse de aqui.
La puerta abierta de la jaula se cerro a espaldas de Tomasa. Mercedes quedo dentro, aun se peinaba con un moño alto en forma de platano.
Reme esperaba a su hermana al otro lado. Cruzo la acera al ver salir a Tomasa, al ver su desconcierto, y camino aprisa del brazo de Benjamin. Pobre Benjamin.
Tomasa se abrazo a ella:
Reme, la silla se me rompio hace años. La arregle varias veces pero volvio a romperse la muy puñetera.
¿Que dices?
Tu silla, la de anea.
Dejate de sillas.¿Que quieres hacer, Tomasa? ¿Que es lo primero que quieres hacer?
Quiero ver el mar.
Quiere ver el mar. Y camina despacio por la casa de campo apoyada en el brazo de Reme. Un paso tras otro. Despacio. Reme sonrie. Mira a Benjamin. Y el le devuelve la sonrisa. Complices que saben que no es la edad de Tomasa la que le impide andar sin dar un tropiezo. Complices que saben que la extremeña que ha salido de Ventas con el pelo completamente blanco y la piel mas cetrina que nunca ha de aprender a caminar.
Mira lo que tengo, Reme.
Tomasa le enseña la cabecita negra del cinturon d Joaquina. El regalo que llevo siempre en el bolsillo en recuerdo de Las Trece Rosas.
Es de las dos. Ahora quiero que la lleves tu.
Un brindis espera a los tres ancianos en Puerta Chiquita:
¡Por la libertad!
¡Por la libertad!
¡Por la libertad!
Y cuando acabe la reunion, Pepita se despedira para siempr de Reme y de Benjamin.
Para siempre, si, porque Reme y Benjamin han decidido regresar a su pueblo.
¿Como es eso?
Ya ves, yo siempre habia dicho que no volveria nunca. Pero somos ya viejos y queremos volver. Asi que nos vamos, que carajo.
Regresan a su pueblo y se llevan a Tomasa con ellos, porque Tomasa quiere ver el mar y su casa esta al lado del mar.
Algun dia Pepita tambien regresara a su casa. Algun dia, cuando Jaime pueda brindar por la libertad, regresara a Cordoba. Mientras tanto, seguira acudiendo a las reuniones de Puerta Chiquita, añorando a Reme. Y continuara viajando a Burgos una vez al año, añorando a Jaime a su regreso.
Pero algun dia, Pepita volvera a Cordoba.
Puntos:
28-01-12 17:47 #9525058 -> 9520705
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
Si tu quieres ir, nos vamos.
¿De verdad?
Yo voy donde tu quieras, chiqueta.
La sonrisa de Pepita hizo sonreir a Jaime.
Tengo una casa. Y la llave de una casa. Habra que comprar algunos muebles, el dormitorio desde luego, que yo quiero mi propia cama y mi propio colchon.
Nos casamos, y nos vamos a Cordoba.
Ella soñaba y el la dejaba soñar.
El semblante de Pepita perdera la expresion de entusiasmo poco a poco. Se tocara la barbilla mientras desciende sin prisa de su ensoñacion. Apartara el mechon de la frente con un leve gesto de melancolia, dira que aun hay tiempo para pensar en la casa y le preguntara a Jaime por la salud de su abuelo:
Como esta, ¿ya esta bueno del todo?
Mi abuelo ha muerto.
¡Dios mio!
Me mintio.
No digas eso.
Le mintio, si. En sus cartas siempre le decia que se encontraba mejor.
No me permiten escribirle a mi hermana. Te he dejado un estuche de madera, para que lo rifes en el Rastro.
Pepita sacara una carta de la prision, en el compartimento lateral de un estuche de madera que rifara en el rastro una mañana de domingo. Llevara la carta a Puerta Chiquita y desde alli se encargaran de enviarla a Praga.
La carta tardara mas de dos meses en llegar a manos de la chiquilla pelirroja que dejo de parecer un muchacho, pero llegara.Y Jaime sabra que ha llegado cuando reciba la contestacion en el fondo de una cesta que le llevara Pepita en su proxima visita, dentro de un año.
La respuesta de su hermana hara que Jaime descubra en el tiempo pasado un espacio en blamco que solo puede llenar con palabras. Las palabras que Celia escribira al recibir la carta de Jaime, en Praga. Palabras que le haran saber que la carta ha llegado, que ella la ha tomado en sus manos emocionadas. Y la ha leido, en el comedor de su casa, ante la mirada atenta de su marido. Palabras que le haran saber que Elvira sigue llamandose Celia.
Su hermano la llama chiqueta. Querida chiqueta. Le dice chiqueta y le anuncia que don Javier Tolosa ha muerto. Nuestro abuelo ha muerto, querida chiqueta.
Un quejido escapa al aire. En Praga. Un suspiro. Celia se refugia en los brazos de su marido. Busca consuelo en su fuerza, en las manos que ciñen su espalda, en la seguridad que le inspiran las palabras que susurra a su oido:
Tu podras con todo, Celia Gamez.
Podras con todo. Y Elvira escribira a su hermano. Y llenara de palabras el vacio de los años que llevan sin verse. Le contara que despues del desastre de El Pico Montero, ella continuo en la lucha, y tras el fracaso del Valle de Aran se unio a los guerrilleros que vinieron de Francia. Le contara que la falta de apoyo a la guerrilla la obligo a desistir. Le contara que se enamoro de El Peque el dia que mataron a Mateo. Recuerda bien ese dia. Corrio monte abajo con la pistola en la mano llorando la muerte de Masteo.
Y se perdio.
Entre unos matorrales la encontro El Peque. Su mirada negra la atraveso de nuevo. El le entrego su ternura. Ella dejo de llorar entre sus brazos. Cuando la noche se cerro sobre ellos, El Peque le anuncio que iba a regresar a El Pico Montero; queria recuperar las armas y las municiones que habian abandonado en el deposito de abastecimiento.
Voy contigo.
Y regresarona, al cerro.
La Guardia Civil habia dejado retenes de vigilancia en el campamento. El Peque los descubrio. Celia no sabe como. Solo sabe que cuando los dos se arrastraban por la cara norte, el giro la cabeza, se calo el sombrero que siempre llevaba puesto, aplasto el fusil contra su mejilla, le señalo la endidura de unas rocas proximas, y le indico con la mano que lo siguiera. Al llegar al escondite, hablo en voz baja, muy baja, dibujando las palabras en sus labios:
Hay retenes de vigilancia. Tu esperame aqui. No te muevas por nada del mundo hasta que yo vuelva.
Celia permanecio escondida en el entrante de un canchal durante horas. Y El Peque no volvio.
Dos meses despues, cuando Celia se incorporo a La Agrupacion Guerrillera de Extremadura y Centro, le dijeron que El Peque habia muerto intentando recuperar las armas de El Pico Montero.
Celia describira a su hermano la inmensa tristeza de los camaradas al dar la noticia, y el luto que llevo ella por dentro durante diez años. Levantara la vista del papel recordando su dolor.
Escribira,para que su hermano lea una carta dentro de un año. Para que el vacio del tiempo se llene de palabras. Para que Jaime reciba, dentro de un año, contestacion a la carta que Pepita lleva en el lateral de un estuche de madera que rifara en el Rastro. Escribira Celia, recordando una sonrisa, la de El Peque, en una noche de agosto calurosa y lejana. Recordando la ternura de una mirada buscando la suya entre los matorrales, cuando ella aparto las ramas y El Prque sonrio.
Escribira, recordando el frio de otra noche menos antigua, cuando el Partido considero necesareo la disolucion de las agrupaciones guerrilleras y la enviaron a Checoslovaquia, y llego a Praga agotada de un viaje en tren hacia el exilio.
En la estacion te espera un camarada, es bajo y lleva sombrero, le dijeron.
Y a el le encargaron que fuera a recoger a una española que llegaba a las nueve. Una camarada que llevara un lazo rojo atado al asa de su maleta de cuero marron.
Un año tardara en saber Jaime que Celia llego a Praga con un lazo en la maleta de su madre.
Y al bajar al anden, Celia se encontro con El Peque.
El se sorprendio al verla, le sonrio.
Los dos se sorprendieron al verse.
Celia descubrio la mirada oscura de El Peque, su ternura. Y dejo en el suelo la maletra, y la huella de otro viaje.
Vamos, vamos. ¿A que viemen esas lagrimas?
¿Por que no volviste a buscarme?
Fui, pero ya no estabas.
¿Si?
Si, El Peque regreso al canchal al amanecer, apenas quince minutos despues de que Celia decidiera abandonar su escondite. Unos meses mas tarde, cuando se incoporo a la Agrupacion Guerrillera de Levante y Aragon, a el tambien le dijheron que Celia habia muerto, que le habian aplicado la <<ley de fugas>> intentando alcanzar la frontera francesa por los Pirineos. Diez años pasaron los dos creyendo que el otro habia muerto. En la estacion, Celia no podia controlar el llanto.
Vamo, Celia, Celia Gamez.
Esto esta tan lejos, y yo ya no puedo mas.
El Peque la abrazo.
Ella sintio sus manos rodeando su espalda. Y su voz en su oido.
Podras con todo, le dijo, y podras conmigo.
Un año tardara Jaime en saber que Celia y El Peque se casaron en Praga. Un año tardara en llegar la carta de Celia. Un año tardaran las palabras que aliviarn el desasosiego de Jaime, su desolacion de horas marchitas, de noches huyendo de un sueño repetido donde las flores de un vestido caen al suelo.
Puntos:
29-01-12 18:08 #9528700 -> 9525058
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
¿A Cordoba?
Aqui ya no cabemos, señora Celia. En cuanto salga Jaime, nos vamos. Yo quiero mi casa y el tambien.
Si es cuando salga Jaime, ya hablaremos, aum queda, mucho tiempo, hija.
Ya esta hablado, nos iremos a Cordoba.
Las dos mujeres charlaban mientras iban y venian de la cocina al comedor cargadas de platos y vasos, preparando la mesa para la comida.
¿Jaime querra irse a Corcoba?
Me ha dicho que el va a donde yo quiera.
¿Y Tensi? ¿Os llevareis a Tensi?
Tensi leia los diarios de su madre en su rincon preferido. La luz del balcon iluminaba su perfil ensimismado.
Pepita la observo mientras llenaba una jarra de cristal en el fregadero, bajo el grifo de agua fria. Le gustaba ver la expresion de su rostro cuando se abstraia en los cuadernos azules. Sentia que la madre acompañaba a la hija. Que las dos se unian a traves de las palabras que Hortensia ecribio para Tensi. Hace años que las lee en voz baja, arrimada siempre al mismo balcon. Pepita siente al verla que su madre tambien la esta biendo. Y sonrie, porque Tensi se ha convertido en una joven muy hermosa. Y Hortensia la esta mirando embelesada, como la mira Pepita.
Doña Celia ha entrado en la cocina. Y ordena a Tensi que eche una mano:Anda, no seas gandula y pon tu la mesa con nosotras.
Era el dia primero de mayo, y don Gerardo no comeria con ellas. Como todos los años, la policia se presento en la pension por la mañana temprano y se lo llevo a comisaria. Medida que aplicaban con todos los elementos perturbadores o sospechosos de serlo, para evitar altercados durante el dia del trabajador. El estaba acostumbrado, y doña Celia tambien. Aguardaban los dos en el vestibulo, esperando el sonido del timbre para que la policia permaneciera ante su puerta el tiempo imprescindible. Ella le daba un beso y un bocadillo envuelto en un papel de estraza. Y pasaba el dia esperando a la noche. Bien entrada el volveria a casa.
Tensi,¿me estas oyendo?
Si, abuela.
Pues anda, espabila.
Pepita habia acabado de llenar su jarra y se encontraba ya saliendo de la cocina, momento que Tensi aprovecho para acercarse al oido de doña Celia.
Diselo tu, abuela.
Hemos quedado en que se lo decias tu.
Desde la puerta, Pepita las oyo cuchichear y les pregunto que se traian entre las dos con tantos dimes y diretes.
Diselo tu.
No, se lo dices tu.
Pero empiezas tu.
Bueno esta, ¿lo quereis soltar de una vez, o no lo quereis soltar, que pareceis dos loros agarrados a un columpio? Con todos mis respetos, señora Celia.
Fue Tensi la unica que hablo:
Quiero afiliarme al Partido.
La jarra que Pepita tenia en la mano resbalo y se estrello contra el suelo.
¿Quien te ha metido esa idea en la cabeza? ¿Ha sido usted, señora Celia? ¿Ha sido usted? ¿No ve que es una chiquilla?
No te enfades con ella, que ella no ha sido.
Entonces ha sido el señor Gerardo. Pues mira la averia que tiene el señor Gerardo todos los primeros de mayo. Mira donde esta y dime si tu tambien quieres acabar averiada.
Doña Celia recogio los añicos del suelo y Tensi dejo sobre la mesa los cuadernos de su madre.
La mirada azulisima de Pepita se detuvo en las tapas azules, en la letra de Hortensia. Para Felipe. Para Tensi.
Eres una chiquilla. Tan chica que no puedes meterte en eso.
Mama, tengo diez y ocho años.
Pues ya esta, muy chica, ¿verdad, señora Celia? ¿Verdad que es muy chica para esos berenjenales?
Los dedos de Pepita acarician los cuadernos que ha leido tantas veces en voz alta. Pera Tensi. Ahora Tensi los lee sola. Hace tiempo que los lee sola, y tambien los ha aprendido de memoria. Pepita sabe que no podra convencer a Tensi. Sabe que no podra ir en contra de las palabras que escribio su madre. Lucha, hija mia, lucha siempre, como lucha tu madre, como lucha tu padre, que es nuestro deber, aunque nos cueste la vida.
No, no la convencera. Y lo sabe.
Tus padres pueden estar orgullosos de ti.
Se retira a su habitacion y busca bajo La cama su vieja caja de lata. Regresa con ella a la cocina, saca los pendientes que compro Felipe en Azuaga, y se los entrega a Tensi:
Tu madre me pidio que te los guardara hasta que fueses mayoe.
Las manos de Pepita tiemblan al buscar en el interior de la lata. Saca un pequeño trozo de tela que guarda en el puño mientras vuelca la caja sobre la mesa de la cocina, porque busca algo mas. La llave de su casa de Cordoba cae al suelo. Bajo su bolsita de terciopelo rojo, sobre las cartas de Jaime, doblado en cuatro y amarillo de años, encuentra un papel. Una sentencia.
Ya eres mayor, Tensi, ya eres mayor para meterte donde quieras aunque yo no quiera que te metas, pero jurame que tendras cuidado, jurame por la memoria de tu madre que tendras mucho cuidado.
Por las dos madres que tengo te lo juro, tendre muchisimo cuidado, tu no te preocupes por eso.
¿Como no me voy a preocupar?
Anda, mama, no llores.
Tensi recoge la llave que ha caido al suelo. Limpia las lagrimas de Pepita con sus dedos,le da un beso en la mejilla, y le pregunta que es lo que guarda en el puño.
A espaldas de Tensi, doña Celia mira a Pepita y niega con la cabeza. Suplica con un gesto que no le entregue a la hija el trozo del vestido de su madre. Hace tiempo que doña Celia ha dejado de ir al cementerio con su sobrina Isabel, y con unas tijeras. Hace tiempo que los familiares tienen permiso ara enterrar a sus muertos. Pero doña Celia no ha olvidado el dolor que desfiguraba los rostros cuando ella entregaba los trocitos de tela. Pepita no lo ha pensado bien. Ella no quiere ver ese dolor en el rostro de Tensi.
Al ver la expresion de doña Celia, Pepita reconoce su error.
¿No vas a decirme que es eso que tienes en la mano?
Sin contestar a Tensi, Pepita mira a doña Celia. Mira la sentencia, y doña Celia vuelve a negar con un movimiento de cabeza.
Mama, que te estoy preguntando que es lo que tienes en la mano.
Pepita recoge las cartas y la sentencia, besa el trocito de tela antes de guardarlo todo en la lata, y contesta que es un recuerdo.
Es un recuerdo.
Solo un recuerdo.
Puntos:
30-01-12 17:37 #9533358 -> 9528700
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
Va a cumplir cuarenta y dos años, Pepita. Se situa frente al espejo y observa las canas de sus sienes y del mechon que nace en su frente. Aun es hermosa, aunque ella solo vea en su reflejo la necesidad de teñir su cabello y la amenaza de las arrugas que rodean sus ojos.
Unos segundos bastan para que Pepita se coloque el velo y huya de su propia imagen. Unos segundos, para que busque su caja de lata bajo la cama; para leer la ultima carta de Jaime. La carta donde habla de un rumor.
Queridisima mia: Corre un rumor por la prision, cada dia mas fuerte, y siento que cada dia es mas cierto que pronto estaremos juntos. Muy pronto,chiqueta.
Si, muy pronto.
Un rumor habla de la posibilidad de un indulto inminente. El Papa ha muerto. El indulto alcanzara a las condenas de treinta años que no hayan sido conmutadas por las penas de muerte, en su sexta parte.
Pepita vuelve a hacer los calculos que Jaime detalla en su carta. El indulto le cubriria cinco años, mas diecinueve que lleva en la carcel son veinticuatro, de modo que le quedan otros seis de condena por cumplir, que esos son los que le tocan de condicional, esta mas claro que el agua mas clara.
Vuelve a leer las indicaciones de Jaime. Te enviare un telegrama en cuanto me llegue la notificacion del indulto, quizas sea despues del Consejo de Ministros del jueves de la semana que viene. Si quieres casarte en Madrid, tendra que ser el mismo dia de mi libertad, arreglalo todo para la boda, porque no me dejaran quedarme en Madrid ni una sola noche.
Pepita lee la palabra indulto, lee libertad, lee semana que viene, lee boda, y recuerda que doña Celia y Tensi la estan esperando. Antes de guardar la carta en la caja, se detiene en el poema de Luis Alvarez Piñer que Jaime utiliza para despedirse de ella.
...............Procua no herir tu corazon en su escarcha.
...............No dejes que se enrede en el reloj
...............el azul de tus ojos.
Se sujeta en la cabeza un velo negro con dos horquillas y se dirige a la cocina:
¿Esta usted preparada, señora Celia?
Si, vamos.
¿Voy bien?
Claro que vas bien.
No me he pintado los labios.
Ni falta que te hace, vas a pedirle al cura que te case con Jaime no que se case contigo.
¿Y Tensi?
Ya sabes lo impaciente que es, nos espera abajo.
¿Se ha puesto manga larga?
Si.
¿Seguro? No vaya a ser que no la dejen entrar.
Se ha puesto una rebeca, no empices tu tambien.
Las tres mujeres caminan aprisa hacia la iglesia. Pepita mira al frente con ansiedad y marca el paso de la joven y de la amciana que la acompañan. Cuando entren en la sacristia, el sacerdote las estara esperando:
Ustedes diran.
Quiero casarme.
Pepita expondra su caso. Su novio es ateo.
Pero yo creo en Dios.
Ya les han negado una vez el sacramento del matrimonio. Su novio es una persona politica y no va a renunciar a sus ideas, aunque consiente en casarse. Saldra muy pronto de la prision de Burgos. Se iran a Cordoba, donde Pepita conserva la casa de su padre.
Quiero entrar casada con el en mi casa.
Te conozco, hija mia, te he visto muchas veces frente a la imagen del santo y se que eres una mujer piadosa y devota. Yo podria casarte, pero estamos hablando de un sacramento, y tu novio es comunista.
Pepita no aparta su mirada azulisima de los ojos del sacerdote.
Tampoco doña Celia y Tensi han dejado de mirarle ni un solo instante. Intervienen las dos para interceder a favor de Pepita:
Pero el novio quiere casarse.
Y el sacramento le vale a ella, ¿o no le vale?
Si, a ella le vale, pero yo no puedo bendecir ese matrimonio. Las cosas son asi, hija mia.
Pepita tomo una mano del sacerdote.
Las cosas son asi o como queramos que sean. Yo soy cristiana y usted es cura. Las cosas son asi, pero tambien pueden ser de otros modos y de otras maneras, y usted no puede decirme eso para que yo me conforme, que a mi se me han juntado ya las hambres con la gana de comida y no me voy a conformar. Mire, padre, yo lo traigo todo, menos el libro de familia que tenemos que ir los dos al juzgado, lo traigo todo, la fe de bautismo, el certificado de nacimiento, mio y de el, una devocion grandisima y la esperanza en que usted consienta en casarme y San Tadeo me ampare.
El sacerdote se llama Abundio. Le conmovio la determinacion de Pepita, apreto su mano, le pidio que le siguiera y la invito a sentarse en el primer banco de la iglesia. Tensi y doña Celia salieron de la sacristia tras ellos, y esperaron ante la imagen de San Judas Tadeo.
Pepita y don Abundio estuvieron hablando largo rato. El le rogo que le contara toda su historia. Ella se la conto. Y le dijo que durante años habia fingido estar casada:
Años y años, ¿sabe usted? Que se me paraban los pulsos yendo a Burgos sin saber si me dejarian pasar y hasta que entraba al locutorio no se me quitaban las angustias que llevaba agarradas al alma.
¿Y cuando sale tu novio de Burgos?
En cuantito que sea el Consejo de Ministros, puede ser la semana que viene, le indultaran cinco años, y seis le dan de condicional, pero no le dejaran pernoctar en Madrid, tenemos que casarnos ese mismo dia, antes de irnos a Cordoba, que el tren sale a las nueve, el nocturno. Yo ire a buscarlo al penal a las siete de la mañana y me lo traigo pitando a la iglesia.
¿Y si no le dan el indulto?
Se lo van a dar, padre. Esta vez, se lo dan. Pero si no se lo dan, si por una maldicion que no esta escrita no se lo dan y tengo que esperar otros cinco años, yo le pido a usted palabra de que nos casara cuando salga.
Amenazaba lluvia. Al salir de la iglesia,Pepita respiro hondo. Doña Celia y Tensi, impacientes, miraban a Pepita sin atreverse a preguntar. Las tres dieron un paso. Y las tres se pararon. Pepita volvio a suspirar, y en medio del suspiro lanzo:¡Nos casa!
Vamos ahora mismo a comprar el dormitorio.
A paso rapido anduvieron las tres. Sonriendo al andar. Las tres entraron en la tienda de muebles con una sonrisa. Y sonriendo compraron el dormitorio mas bonito del mundo. Pero cuando el dependiente pregunto la direccion de la entrega, la novia se echo a llorar.
Tiene que mandarlo a Cordoba.
A Cordoba, no se preocupe, señora, en Cordoba estara. Pero no llore usted, que yo no he visto en mi vada una novia que encargue los muebles y se venga a llorar.
Tensi seco con su pañuelo las lagrimas de Pepita mirando al dependiente:
¡Ay, maestro!, pero si usted supiera donde esta el novio, se iba a enterar.
Puntos:
31-01-12 17:40 #9538818 -> 9533358
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
La soledad se descubre a menudo en la necesidad de un abrazo. Pepita desea un abrazo, lo desea mas que nunca. Y esta inquieta. Y recorre la casa vacia con un telegrama en la mano.

. . .INDULTO EN BOE MAÑANA LIBERTAD.

Tensi tarda en llegar. Pepita abre la puerta de la pension y se asoma al hueco de la escalera. Esta al llegar, Tensi. Y doña Celia, y don Gerardo, tienen que estar todos a punto de llegar. Pero no llegan. Y Pepita regresa a la puerta abierta. Cree haber oido unos pasos y vuelve a asomarse al hueco de la escalera. No, no hay nadie abajo. Regresa a la pension y cierra la puerta. Necesita un abrazo, y bebe un vaso de agua fria. Se sienta en la cocina. Lee de nuevo el telegrama. Lo deja sobre la mesa, lo mira, lo acaricia, lo extiende con los dedos, le quita las arrugas, lo coge, lo besa. Se levanta. Se dirige a su habitacion. Vuelve a la cocina. Se sienta. Tienen que estar al llegar. Se levanta. Se asoma al balcon. Se aferra a la baranda. Mira hacia la plaza de Jacinto Benavente. Mira hacia la esquina de San Sebastian con Atocha. Mira su reloj de pulsera. Mira de nuevo a derecha y a izquierda. Donde se habran metido. Por que, precisamente hoy, tardan tanto en la reunion del dichoso Partido. Asoma el cuerpo un poco mas. Mas. Mira de nuevo a derecha y a izquierda.
¡Virgen mia, que vengan ya, por lo que mas quieras!
A izquierda y a derecha.
Lleva mas de cuarenta dias esperando ese telegrama, cuarenta y tres dias exactamente, recibiendo una carta por semana donde Jaime le esegura que los rumores se han confirmado, que el indulto esta al caer, que le eviara un telegrama un dia de estos. Muy pronto estaremos juntos, chiqueta. Muy pronto.
Esta tarde ira a Burgos, dormira en la fonda donde para todos los años. Ha de estar en la puerta del penal mañana a las siete. Y Tensi no llega, ni doña Celia, ni don Gerardo. Y ha de ir a ver a don Abundio. Y preparar una pequeña maleta. Y sacar el billete. Y necesita un abrazo.
¡Ahi estan! ¡Ay madre mia de mi vida, que ya me estaba empezando a hervir la madreselva! ¡Tensi! ¡Tensi!
Grita alzando el telegrama como quien iza una bandera. Pero Tensi no la oye, camina junto a doña Celia y a don Gerardo ajena a la excitacion de Pepita.
¡Señora Celia! ¡Señor Gerardo!
Tampoco ellos pueden oirla, ni la ven enarbolar su telegrama acariciando el aire.
¡Tensi! ¡Tensi!
Nada.
Pepita se retira del balcon. Sale corriendo y baja las escaleras para ir al encuentro de los que estan cruzando la calle San Sebastian.
Un abrazo, necesita un abrazo.
Tensi la ve llegar a la carrera y corre hacia ella:
Mama, ¿que pasa?
Jaime sale mañana.
Le temblaron las manos, a Pepita, al darle el telegrama. Y a Tensi le temblo la voz al leerlo.
Mañana libertad.
¿Abrazame hija!
Se abrazaran las dos. Y doña Celia y don Gerardo se sumaran en breve al abrazo. Se abrazaran los cuatro. Y don Gerardo gritara:
¡'Vamos ahora mismo a comprar el BOE!
Y las tres mujeres replicaran:
¡Vamos!
Pepita y Tensi tomaran del brazo a doña Celia, la ayudaran a apresurar el paso.
Deprisa, hacia la Puerta del Sol.
Deprisa, hacia el quiosco de prensa.
MAÑANA LIBERTAD.
Don Gerardo comprara la publicacion oficial. Y pasara las paginas deprisa. Una a una, de prisa.
Las tres mujeres miraran las hojas pasar. Pepita aprieta las manos. Doña Celia y Tensi estan llorando.
¡Aqui, este es, el mil quinientos cuatro!
Delante del quiosco, don Gerardo leera el decreto 1504, palabra por palabra.
Vuelva a leerlo, señor Gerardo.
Rogo Pepita. Y don Gerardo volvio a leerlo, en plena calle y en voz alta.
Los cuatro estaban llorando.
Antes de regresar a la pension, se dirigiran a la iglesia de San Judas Tadeo. Pepita ira abrazada al Boletin Oficial del Estado. Le mostrara a don Abundio el decreto que lleva la firma de Francisco Franco y de Luis Carrero Blanco, ministro subsecretario de la Presidencia del Gobierno.

Decreto por el que se concede indulto con motivo de la exaltacion al Solio Pontificio de Su Santidad el Papa Paulo VI.
Acontecimientos memorables aconsejan hacer llegar a los que sufren condena el jubilo y la alegria de sus conciudadanos, con la fundada esperanza de que el recuerdo del hecho que motivo la gracia ha de cooperar a la recuperacion del delicuente, reincorporandole asi a la paz de la vida familiar y social, finalidad maxima a la que aspira nuestro sistema penitenciario.
El magno y jubiloso acontecimiento de la exaltacion al Pontificado Supremo de Su Eminencia Reverendisima el Cardenal Juan Bautista Montini, y la santa memoria de Juan XXIII, mueven al jefe del Estado, y fiel interprete de los sentimientos de adhesion inquebrantable y fiel devocion que al sucesor de San Pedro profesa el pueblo español, a decretar un indulto general, como homenaje a la persona augusta y sagrada del Papa y a la magnanimidad de la Santa Iglesia Catolica.

El indulto se compone de ocho articulos que especifican los beneficios que se conceden en cada uno de ellos. El caso de Jaime se contempla en el apartado d) del articulo primero. Pepita señala el parrafo con el dedo:
Mire, don Abundio, mire, lea aqui, este apartado, este, el d.

Penas de veinte años en adelante, en una sexta parte, excepcion hecha de aquellas condenas que se hubiera conmutado la pena capital por la de treinta años.
Cuando don Abundio termina de leer el apartado d) del articulo primero, Pepita le muestra el telegrama.

INDULTO EN BOE MAÑANA LIBERTAD.

¿Lo ve? Se lo dije, le dije yo que saldria en cuantito hubiera Consejo de Ministros, y ahora vengo a decirle que cumpla la palabra que me diio.
Puntos:
01-02-12 18:02 #9546704 -> 9538818
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
La hora de la libertad estaba prevista para las siete de la mañana, pero el director de la prision se retraso. Jaime conto uno a uno los minutos que paso en la brigada con la maleta hecha pensando en Pepita.
Eran casi las ocho cuando un funcionario pronuncio su nombre:
Jaime Alcantara, que salga con todo.
Y Jaime camino hacia el despacho del director acelerando sus pasos y los del funcionario. Pepita le esperaba.
Con un pañúelo de bolsillo en la mano, sonandose la nariz a cada instante, el director de la Prision Provincial de Burgos firmo el Certificado de Liberacion Condicional a nombre de Jaime Alcantara y el Vº. Bº en el reverso, estampado con cinco sellos y otras tantas firmas, donde se detallaban las instrucciones que debia seguir el recluso liberado. Pocos minutos despues de que dieran las ocho de la mañana, Jaime recibio el decumento pensando en Pepita, angustiado porque sabia que habia llegado a buscarlo mucho antes de la hora acordada. Lo guardo en su bolsillo. Un pliego de papel, un simple pliego de papel. Estrecho la mano que le tendia el director. Escucho sus recomendaciones y sus buenos deseos, inquieto. Pepita le esperaba.
Si, Pepita camina en el exterior de la prision mirando hacia la puerta. Pasos cortos y lentos que vuelven sobre si mismos al recorrer una distancia de apenas tres metros. Le espera. Y mira a cada instante el reloj. Se lo acerca al oido. Quiza olvido darle cuerda esta mañana.
No.
No olvido darle cuerda.
Las manecillas del reloj obedecen al tiempo, y se mueven lentamente. Un leve tictac escucha Pepita mientras pasea sin perder de vista la puerta. Hace mas de hora y media que pasea. Hace mas de hora y media que sus tacones repiten el sonido de la espera.
Desde las garitas de guardia, los soldados la observan, se han cansado ya de lanzarle piropos; han abandonado ya los silbidos, las lisonjas y las sonrisas. Pepita no les mira siquiera. Ella solo enreda el azul de sus ojos en la puerta, y en el reloj de su muñeca.
Las ocho y diez.
Los soldados miran tambien sus relojes, contagiados de la impaciencia de la mujer de ojos azulisimos.
Cuando las agujas marquen las ocho y cuarto, se abrira la puerta. Y el que antes se llamaba Paulino saldra dejando en el penal sus ultimos diecinueve años.
Pepita correra hacia el.
Y el retirara las canas de un mechon que resbala en su frente.
¿Has esperado mucho tiempo?
El que ha hecho falta.
Si, ha esperado mucho tiempo. Y necesita un abrazo.
Estas muy guapa, chiqueta.
Abrazame.
Ha esperado a Jaime mucho tiempo. Demasiado tiempo, y Jaime la abraza.
Dos cuerpos que se encuentran.-
Dos impulsos.
Dos relampagos.
Pero han de tomar el autobus, y darse prisa, porque tienen que llegar al tren de las nueve. Doña Celia, don Gerardo y Tensi les esperan en la estacion de Madrid; y don Abundio, en la sacristia de la iglesia de San Judas Tadeo.
Jaime y Pepita no se soltaran del brazo ni un momento.
No dejaran de mirarse a los ojos el uno al otro.
Y no encontraran palabras que decirse.
Sonreiran.
Y cuando lleguen a Madrid, doña Celia, don Gerardo y Tensi les veran sonreir al apearse del tren.
Jaime abrazara a todos, uno a uno, largamente.
Tensi lleva puestos los pendientes de su madre.
Yo estaba con tu padre cuando compro estos pendientes.
¿De verdad?
Si, en Azuaga.
Y Jaime recordara una fotografia de Hortensia luciendo esos mismos pendientes y con un niño en los brazos.
Besara la mejilla de Tensi, acariciara sus pendientes.
Pero no dira nada. No dira que Hortensia, cuando recibio aquellos pendientes, alzo en brazos a un niño que no era suyo y grito que ella tendria uno como ese. Algun dia. Y el le hizo un retrato.
Don Abundio os espera, hay que darse prisa, que tenemos que pasar antes por la pension.
Don Abundio espera. Y antes de ir a la iglesia, Pepita quiere cambiarse de ropa. Se pondra un traje de chaqueta gris y una mantilla corta que le han regalado los padrinos de boda, doña Celia y don Gerardo.
En la puerta del templo, aguardan los testigos, Isabel la sobrina de doña Celia, y Manolita, la dependienta de Pontejos.
Al entrar en la iglesia del brazo de Jaime, Pepita girara la cabeza a la derecha, se sujetara la mantilla y sonreira, al santo. Tambien Jaime sonreira mirando a hacia la deracha, y besara el pulgar de Pepita mientras guiña un ojo al patron de los imposibles.
El cortejo nupcial avanza hacia la sacristia, que don Abundio a llenado de flores.
Los novios.
Los padrinos.
Isabel.
Manolita.
Tensi lleva los anillos de boda.
Don Abundio bendijo la union:
In nomine Dei.
Cuando la comitiva salio a la nave central para dirigirse a la calle, don Abundio los detuvo. Y en voz alta y en la iglesia, oro por el matrimonio ante el altar mayor.
Al salir del templo, los novios recibieron un regalo del cura: tañian las campanas.
Y una tormenta de verano.
Llovia.
El agua caia a chorros de los picos de la mantilla de Pepita, como si la mantilla fuera la propia lluvia. Y al caminar, los pies de unos lanzaban agua a los pies de los otros. Mares. Charcos.
Charcos.
Si.
Don Gerardo, doña Celia y Tensi iran directamente a la pension Atocha. Isabel y Manolita van a recoger el pastel de bodas que han encargado en la Antigua Pasteleria del Pozo, una tarta decorada para la ocasion, con rosetas de mantequilla y ribeteada de merengue, que ha elaborado el mismisimo Julian Leal, dueño del establecimiento.
Solos caminaran los recien casados bajo la lluvia. Solos, empapados y sonriendo se dirigiran hacia la Puerta del Sol, donde Jaime se comprara una gabardina y unos zapatos. El apartara con sus dedos el ahua que resbala en las mejillas de Pepita. Ella no podra evitar mojarse los pies en los charcos.
Al salir de la zapateria, Pepita vera los pasos aturdidos de Jaime, y como tropieza mientras mira a lo lejos y se apoya en su brazo.
Estos espacios abiertos, tanto espacio por delante, se me lian los pies.
Son los zapatos, que no te haces a ellos.
Para celebrar la boda, cenaran todos juntos en el comedor de la pension Atocha. El preso liberado manejara con torpeza el cuchillo y el tenedor. Y don Gerardo le asegurara que no tardara en aprender a manejarlos de nuevo. Se acabaron los tiempos de rancho y cuchara, dira.
Si, se acabaron los tiempos de rancho y cuchara.
Tensi sonrie. Mira a Jaime con admiracion y no deja de hacer preguntas. Unas veces quiere saber cosas de su madre, otras de su padre.
Mi madre me dijo en su cuaderno que tu la enseñaste a escribir, y que mi padre era muy valiente.
Jaime replicara que su padre era muy valiente, y su madre tambien, mientras ayuda a Pepita a cortar la tarta.
Dejame que os acompañe a la estacion.
Ella se queda en Madrid para seguir luchando en su cedula y para ayudar en la pension a sus abuelos.
Preferimos despedirnos aqui.
Se despediran en la pension y Tensi llorara.
Escribeme en cuanto llegues, mama.
Doña Celia y Pepita tambien lloraran.
Los recien casados bajaran las escaleras del brazo.
Asomada al hueco de la escalera, Tensi vuelve a rogar:
Escribeme.
Pepita promete que escribira.
Jaime sonrie.,
Sonrien los dos.
Ella lleva en su bolso la llave de la casa de su padre.
El guarda en el bolsillo la direccion del Comite Provincial del Partido Comunista en Cordoba y las instrucciones de su libertad condicionbal.
Es ya noche cerrada. La pareja camina por la calle Atocha.
Pepita mira a Jaime.
Y Jaime no deja de mirarla.
Llueve.
Fue larga, aquella tormenta de verano.
Puntos:
02-02-12 16:09 #9551586 -> 9546704
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
INSTRUCCIONES:



1º Ira directamente al lugar que se le haya asignado, que es Cordoba, provincia de Iden, donde permanecera hasta que se le conceda la libertad definitiva si observa buena conducta.

2º No podra salir del lugar que se le haya asignado sin la autorizacion correpondiente.
Si tuviera necesidad de cambiar de residencia, lo solicitara de la Junta Local de Libertad Vigilada o de la Provincial, en su caso, y esperara a que su solicitud se resuelva, para evitar la revocacion de la gracia que disfruta con el efecto de reingreso en la Prision.

3º Tan pronto como llegue al lugar de su destino, se presentara ante las Juntas Locales de Libertad Vigilada, y, en las Capitales de Provincia, ante las Comisiones Provinciales de Libertad Vigilada, las que le instruiran de donde ha de presentarse en lo sucesivo. El incumplimiento de este precepto sera puesto en conocimiento de la Comision Central de Libertad Vigilada, quien tomara medidas oportunas, pudiendo, incluso, solicitar del Excmo. Sr, Ministro de Justicia, por medio de Organismo competente, la revocacion de los beneficios de libertad condicional que disfruta. Al objeto de identificar su persona, exhibira el presente documento hasta tanto que por la Comision Central se expida el carnet de proteccion y tutela a que hace referencia el articulo 11 del decreto del 22 de mayo de 1943.

4º Queda obligado a dirigir, por correo, el primer dia de cada mes, un conciso informe referente a su propia persona escrito por si mismo. Este informe se presentara a las Autoridades anteriormente citadas para que lo visen y lo remitan al Director de la Prision.
Si quedare sin ocupacion, lo manifestara a las Juntas Provinciales o Juntas Locales de Libertad Vigilada de quien dependa, consignando el motivo, para practicar por esta las gestiones posibles a fin de proporcionarle otra nueva si su proceder lo merece.
Habra de ser veraz en sus informes, y con todo interes se le recomienda que evite las malas compañias y todo lo que pueda conducirle a una vida relajada o a la comision de nuevos delitos.

Burgos, a veinte de julio de mil novecientos sesenta y tres.




Y era miercoles.
Puntos:
03-02-12 17:21 #9557521 -> 9546704
Por:Jose Manuel Z.L

RE: Cosas dormidas....6º.
MI GRATITUD A TODAS LAS PERSONAS QUE ME HAN REGALADO SU HISTORIA:


Gran parte de esta novela se la debo a una cordobesa de ojos azulisimos. A Pepita, que sigue siendo hermosisima. Y a Jaime, que murio junto a ella el dia 29 de abril de 1976 en Cordoba, poco antes de que la policia se presentara a buscarlo, como todos los años, para evitar que se sumara a las manifestaciones del 1º de Mayo. Pasen, y llevenselo, les dijo Pepita, y los condujo ante el cadaver de Jaime.

Y a Felipe el amor de Hortensia, que salio de casa con veintiun años y regreso con cuarenta y siete.
A Elvira, la dueña de la maleta que llego de Trijueque con dos uniformes de su padre, dos pares de leguis y una gorra de plato.
A Enrique, hijo de una mujer fusilada despues del parto.
Y a Mercedes, que busco a Pura, y me presento a Jose Luis Silva.
A Jose Luis Silva, que estuvo 16 años en Burgos.
A Isabel Sanz Toledano, que compartio celda con Las Trece Rosas.
A Manolita del Arco, que estuvo condenada a muerte durante cinco meses, y paso 18 años en la carcel.
A Soledad Real, condenada a treinta años por un tribunal contra el comunismo y la masoneria.
A Jose Amalia Villa, que presencio la desesperacion de una mujer de Granada que no reconocia a sus hijas, y el dolor insoportable de otra, su llanto desgarrador, porque no tenia hijos y le llego la menopausia en la carcel.
Y a una mujer que no quiere que mencione su nombre ni el de su pueblo, y que me pidio que cerrara la ventana antes de empezar a hablar en voz baja.
Y a Rafaela, que nunca habia contado su historia y hablo conmigo en Cadiz.
A Gerardo Anton, Pinto, que me conto su lucha en la Agrupacion Guerrillera de Extremadura y Centro con todo lujo de detalles y una generosidad extrema.
A Reme y Florian, Celia y El Grande, que se conocieron el uno al otro en la guerrilla; y el amor, en Praga.
Y a El Rubio, y a Quico, y al Comandante Rios, y a Sole, y a Carme, y a Esperanza, y a Maria, y a Rafael, y a Antonio, y a Carmen, porque me enriquecieron con sus experiencias.
A Jose Luis Muñoz Bejarano, que me presto el nombre de su abuelo Mateo.
Y a Fernando Anton. A toda La Gabilla Verde. Y a Santa Cruz de Moya.
Y a Joxe Izquierdo, que me llevo al campo de concentracion de Castuera y a la Casa de la Sierra, en Don Benito. Y a la Asociacion de Jovenes del Jerte, por los encuentros de El Torno, y de Jerte.
Y a Rosa, que me regalo la novela de Juana Doña.
Y a Rosario Ruiz, que me busco el libro de Giuliana di Febo y documentacion sobre Las Trece Rosas.
Y a Fernanda Romeu Alfaro, por su ensayo "El silencio roto", y porque hizo posible que yo tuviera en mi casa las cartas originales de Julita Conesa, y porque gracias a ella conoci a Jose Amalia Villa, Soledad Real, Manolita de Arco e Isabel Saez Toledano.
A Antonio, sobrino de Julita Conesa, por su generosidad, por la caja que hizo llegar a mis manos con las cartas de su tia.
A Tomasa Cuevas, a Soledad Real, a Juana Doña, por sus testimonios escritos.
A Jose Hernandez, que vio la bandera nacional en unos labios y un peinado de Arriba España.
A Juan Luis y Raquel, y a Toñi, porque les pertenece el recuerdo de la bolsita roja de terciopelo.
Y a Nieves Moreno, que descubrio el rostro de Hortensia en un libro de Julian Chaves.
A Jose Maria Lama, que me presento a Libertad, la hija de Jose Gonzalez Barrero, ultimo alcalde republicano de Zafra.
A Benjamin, de Alicante, que me conto su historia en el paseo de las palmeras.
Y a una mujer de Gijon que me rogo que contara la verdad.
Y a Manuel Santiago y Maria Jose Martin, por el testimonio de la abuela Maria de los Angeles.
Y a Matilde Eiroa, a Santiago Serrano, a Francisco Moreno Gomez, a Daniel Arasa, a Julian Chaves, a Jose Maria Lama, a Nigel Townson, a Paul Preston, a Gerald Brenan, a Carlos Llorens Castillo, a Josep Maria Sanmarti, a Javier Marcos Arevalo, A Hugh Thomas, a Mary Nash, a Jacobo Garcia Blanco-Ciceron, a Mirta Nuñez Diaz-Balart, a Antonio Rojas Friend, Fernando Diaz-Plaja, a Francisco Espinosa Y a Manuel Tagüeña, porque entre a saco en sus publicaciones y me lleve valiosa informacion y numerosos documntos.
A los funcionarios de la Biblioteca Nacionbal, de la Hemeroteca, y de la Biblioteca de la Comunidad de Madrid de la calle Doctor Esquerdo, porque me ayudaron en mi busqueda.
Y a Maria Ageo, que rastreo un sueño.

Hasta aqui, La Voz Dormida, de Dulce Chacon. La escribio en el año 2002, ella moriria en el año 2003. Para ella pues un cariñoso recuerdo, por esta y por el resto de las obras que nos dejo, que son unas cuantas y todas muy buenas.

Mañana empezaremos con los que se tuvieron que escapar.
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
Cosas dormidas....5º Por: Jose Manuel Z.L 25-01-12 16:41
Jose Manuel Z.L
10
Cosas dormidas....4º. Por: Jose Manuel Z.L 14-01-12 17:25
Jose Manuel Z.L
15
Cosas dormidas 2º Por: Jose Manuel Z.L 13-12-11 17:24
Jose Manuel Z.L
14
Cosas dormidas 1º Por: Jose Manuel Z.L 27-11-11 23:08
Jose Manuel Z.L
20
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com