Otoñada en Cangas Dedicado a la familia Cantora de Cangas de Onís Videre https://rma1987.blogspot.com Soneto VIII Dejó el aliento claro del verano sobre las hojas densas el rocío y, tras la lluvia, vino el viento frío que los granizos trajo de su mano. Los montes admiró, corriendo el llano, y desplomó su voz, tras el estío, haciendo de aquel reino un señorío donde mostrar su imperio más ufano. República sin fe, reino perdido, el fruto del manzano vive amargo en un otoño gris que ya es su dueño. Los árboles, ya dados al letargo, sumidos en el halo del olvido, esconde la estación, profundo sueño. 2011 © José Ramón Muñiz Álvarez "Las nieves y el granizo en lo lejano" “El beso del granizo de las cumbres” TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS |