FÁBULAS Hoy voy cambiar un poquitín mi acostumbrá temática asturiana por una fábula que paezmi que vien que ni pintá pa las fechas y eventos que acompañen-nos. La jormiga y la pulga Tienen algunos un graciosu modu D´aparentar que sabenselo tóo; Pues cuando oyen o ven cualquier cosa Por más nueva y primorosa que sea, Muy trivial y muy fácil la suponen, Y a tener que alabarla no se exponen. Esta casta de xente No se me ha de escapar, por vida mía, Sin que lleve su fábula corriente, Aunque gaste en hacela tou el día. A la pulga la jormiga refería Lo muchu que se afana, Y con qué industrias el sustentu gana; De qué suerte fabrica el jormigueru; Cuál es l´habitación, cuál el graneru; Cómo el granu acarrea, Repartiendo entre toas la tarea, Con otras menudencias muy curiosas, Que pudieran pasar por fabulosas, Si diarias experiencias No las acreditasen de evidencias. A todas sus razones Contestaba-i la pulga, no diciendo Más qu´estas u otras tales expresiones: "Pues ya; sí, se supon; bien; lo entiendo; Ya lo decía yo; sin duda; es claro; Ya ves que en eso no hay nada raro." La jormiga, que salió de sus casillas Al oir estas vanas respuestillas, Dixo a la pulga: "Amiga, pues yo quiero Que venga usted conmigo al jormigueru, Ya que con esi tonu de maestra Tóo lo facilita y da por hechu, Siquiera pa muestra Ayúdenos en algo de provechu". La pulga, dando un brincu muy ligera, Respondió con grandísimu resuellu: "¡Miren que friolera! ¿Y tantu piensas que me costaría? Tóo es ponese a ello.... Pero ..... Tengo qu´hacer .... Hasta otru día." Pa no alabar las obras buenas, algunos las suponen de fácil ejecución.
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