A UNA CUALQUIERA A UNA CUALQUIERA Mujer bajo la noche oscura y fría En él arrollo pálida te he visto Y se ha iluminado el alma mi a Del resplandor y la plenitud de Cristo. Yo he sentido deseo de besarte En tu marchita frente de azucena Y de decir para consolarte //aunque has pecado muncho Tú eres buena. El que cuando pasa junto a ti Te insulta en plena calle porque té aflija No pienses que mañana otro malvado Tal vez haga lo propio con sus hijos. Y deseas que envueltas en pieles Sonriente te desean al pasar con la mirada No sabe a pesar de su decente Valor tu más porque eres desgraciadas. La sociedad hipócrita te ultraja De ella son las espinas que tu tienes Ella es más vil que tu, más ruin, más baja No tiene corazón y tú lo tienes. Acaso sea tú la que una noche Abrazada a mi cuello, loca, Ardiente me gemías así, “quien fuera honrada para vivir contigo eternamente” o acaso sea tú la que al final de un abrazo pasajero Mordiéndome en los labios me dijiste. No te volveré a ver Pero te quiero Que me importa tus flaquezas Que me importan Que té enloquen los placeres De carne cómo tú son mis hermanos Mi madre fue mujer como tú eres. Aunque al vulgo estúpido le pese Y la pereza armonizad me ladre Acércate mujer, ven que te bese Como besaba el rostro de mi madre. Si buscas con ardoz tu vida inquieta Un corazón sin espina ni veneno Refúgiate en mi soy poeta Y todos los poetas somos buenos Amantes del amor.
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