El Asno y el Tigre EL ASNO Y EL TIGRE Hace mucho tiempo que no vemos a un cuadrúpedo por Santa Cruz, pero llevamos más de veinticinco con un asno. Nos vino a visitar un tigre, al ver a tan extraña criatura, lo tomó por una divinidad. Lo observó escondido en la plaza, hasta que se aventuró a salir de su escondite para verlo, pero guardando siempre una prudente distancia. Un día el asno rebuznó largamente y el tigre echó a correr con miedo. Días más tarde volvió, pensó que, pese al rebuzno, esa divinidad no debía de ser tan terrible. Al día siguiente también rebuznó, y al siguiente. Ya acostumbrado al rebuzno del asno, el tigre, se le fue acercando, pero sin arriesgarse más de la cuenta. Cuando ya le tomó confianza, comenzó a tomarse algunas libertades, rozándolo, dándole algún empujón, molestándolo a cada momento, hasta que el asno, furioso, le propinó una coz. El tigre dolido dijo: "Así que esto es todo lo que sabes hacer". Y saltando sobre el asno lo atacó, lo devoró con sus zarpas y dientes. ¡Pobre asno! Parecía poderoso por su tamaño, y temible por sus rebuznos. Si no hubiese mostrado todo su talento con la coz, el tigre feroz nunca se hubiera atrevido a atacarlo. Pero con su putada el asno firmó su sentencia de muerte. ¿Quedará aún el mismo asno reencarnado en otro animal? - Esto es un cuento chino - |