Santa Cruz de Marchena - Almeria

SEÑORÍA, LA VACA ES MÍA

Dos hermanos quedaron huérfanos, al morir el patriarca de la familia (el padre), que les dejó de herencia una vaca, a la que llevaban a pastar al prado y vendían la leche, que era lo que les permitía vivir.

Durante un mes, uno de los hermanos enfermó, siendo el otro el que cuidó de él y de la vaca, compartiendo las ganancias para vivir.

El enfermo se repuso, pero quedó algo desvalido. Fue cuando el hermano le dijo, como yo te he cuidado y te he alimentado y, además, he cuidado a la vaca, en compensación pienso que la vaca debería ser mía, aunque vivamos los dos de ella, hasta que tú consigas que te paguen por alguna minusvalía, si la puedes conseguir (del "coletas").

Esto disgustó tanto al hermano, que puso el caso en manos de un abogado (Ya empezamos a ser molestos)

En la primera vista, el Juez sentenció que, por el estado en el que había quedado el enfermo, la vaca tenía que ser suya, que el otro, que estaba sano, se buscara otro medio de vida, por lo que sentenció que la vaca era del enfermo. Éste lloraba de gozo, mientras gritaba: ¡La Vaca es mía!

El primero (cuya pretensión era quedarse con la vaca), pidió al abogado que presentase un recurso, así lo hizo, con lo que, en esta ocasión, la sentencia fue adversa al primero que estuvo enfermo, dándole la vaca a quien la cuidó durante la enfermedad del hermano. No es para descrito, los gritos que daba el hermano diciendo: ¡La Vaca es mía!

Se armó mucho revuelo en el juzgado, los dos hermanos acalorados se turnaban para reclamar la vaca, diciendo:

El uno: - ¡La Vaca es mía!
El otro: - ¡No, La Vaca es mía!

Así estuvieron hasta agotar la paciencia de Juez, quien haciendo uso del mazo, golpeó fuertemente en la mesa, en el instante en que el abogado levantaba la mano, pidiendo el uso de la palabra, a lo que accedió el juez diciendo:

- Tiene la palabra el señor letrado.

El letrado habló, reclamando sus honorarios por la asesoría jurídica que había prestado. De esta forma concluyó:

- Así, que no se moleste Señoría, ahora la vaca el mía.

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No sé si habrá, o no, muchos abogados en el ayuntamiento, pero lo que sí hay (presuntamente, dentro y fuera), son muchos que han estado y están chupando de la vaca, y siguen chupando, porque se creen, y así lo practican, como se palpa, en cada actuación que hacen refiriéndose al pueblo que pone en cuestión la supuesta malversación de fondos, la asignación legal, pero no ética del sueldo del Alcalde.... En definitiva la referida frase de:

PAISANOS FELIZ AÑO NUEVO, ¡QUE LA VACA ES MÍA!


El Humorista