FUNDACIÓN DEL COLEGIO INTERNADO DE LA DIVINA INFANTITA
I CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DEL COLEGIO-INTERNADO DE LA DIVINA INFANTITA DE INSTINCIÓN (1914-2014)
Por Ángel Pardo Martín
Buenas tardes a todos:
Sr. Alcalde, miembros de la corporación municipal, Sr. Párroco y autoridades eclesiásticas, queridos vecinos del pueblo, amigos todos.
Es difícil queridos compañeros y amigos, ante esta grata e impresionante asamblea, encontrar la palabra justa y la expresión adecuada para manifestar nuestra especial alegría y profundo agradecimiento por esta entrañable visita a Instinción de la imagen original de la Divina Infantita, de la Virgen Niña, de nuestra patrona; de la madre de Dios en su niñez.
Y prueba de esa alegría interior, son las muestras de devoción que nuestro pueblo tiene a su patrona, y que hoy, un día normal de trabajo; la banda de música de nuestro pueblo también ha querido hacer sonar sus acordes para agradecer a la Virgen Niña, que hoy, un 14 de febrero, haya venido a visitar a su querido pueblo de Instinción, su siempre enamorada, bella y fiel.
Y todos la hemos acompañado desde la carretera, donde estuvo situado el centro de la Divina Infantita, hasta la Iglesia.
Alegría y agradecimiento. ¡Qué bellas palabras, y qué gran contenido! Porque Instinción ha sido y es un pueblo agradecido, porque hablar de Instinción en su aspecto cultural, nos lleva a hablar (y es materia obligada referirnos), del Colegio Internado de 2ª Enseñanza de la Divina Infantita de nuestro pueblo de Instinción, que este año se cumple su primer centenario de su creación, pues comenzó su andadura, un día de octubre de 1914. Y como toda gran historia tiene siempre un primer día, ese primer día no es otro, que la propia Divina Infantita y lo que transmitió a sus dos hijos fundadores; a don Federico Salvador Ramón y a la madre Rosario Arrevillaga Escalada.
En un convento de la ciudad de México llamado de la Inmaculada Concepción de San José de Gracia, una religiosa, la hermana Magdalena nacida en 1790, era la campanera de la comunidad de su congregación. Sintió por inspiración divina el deseo de que la Virgen María fuera venerada en su infancia y tuvo un sueño donde la Virgen Niña la llamaba por su nombre y le dijo: “Quiero que se me dé culto en mi Infancia, y concederé cuanto se me pida en esta advocación”.
Magdalena pidió a la madre Abadesa de su comunidad una imagen de la Virgen Niña para darle culto. Un día en que Magdalena estaba de limpieza, encontró en la sacristía la cabecita de un ángel roto, que había servido en otro tiempo para adornar la Custodia. Esa cabecita en manos de un escultor quedó convertida en una preciosa imagen de una niña recién nacida. Era la virgen Niña que aparecía en sus sueños.
Magdalena comenzó a dar a conocer la devoción a la Virgen Niña con el nombre de “Divina Infantita”. El culto se extendió y también las gracias y favores extraordinarios que muchas personas obtuvieron por la intercesión de María Niña, hasta que la hermana Magdalena consiguió que el papa Gregorio XVI aprobara el culto a la Divina Infantita, yendo directamente a Roma. Corrían los años siguientes a 1840. El culto crecía, los devotos aumentaban, cuando Ntro. Señor llamó para sí, a la fervorosísima y virtuosa M. Sor Magdalena de san José, en el año de 1859 a la edad de 69 años.
Antes de morir, encargó a otra religiosa de su comunidad, la madre Guadalupe, que continuara con la devoción y culto a la Divina Infantita. El culto continuó, pero con el tiempo, este culto decayó, a pesar de haberse hecho bastante popular el culto a la Divina Infantita.
Guadalupe, para fomentar el culto, mandó esculpir una talla más pequeña que sirviera para ser venerada por las familias y pudiera visitar las casas familiares. Cuando Guadalupe vio la imagen por primera vez, no le pareció bonita y decidió esconderla en su armario. Esta imagen permaneció escondida por fea durante tiempo en el fondo de un armario.
En 1860 nace la madre Rosario Arrevillaga Escalada, la que con el tiempo sería la cofundadora de la Congregación de las Esclavas de la Divina Infantita.
México vivía por entonces en conflicto religioso, pues se separó la Iglesia del Estado y se vivieron momentos difíciles para la Iglesia en México. Muchas monjas habían sido expulsadas de sus conventos y vivían diseminadas en grupos pequeños en domicilios particulares con miedo a posibles represalias del gobierno de la nación.
Fue en una visita de Rosario a uno de estos domicilios particulares, cuando contempló por primera vez la imagen de la Divina Infantita. Este hecho supuso un cambio radical en su vida. Será en 1880 en una de estas visitas a las monjas Concepcionistas, cuando la madre Guadalupe que sentía mucho cariño por Rosario, le prometió con ocasión de su cumpleaños, regalarle una imagen de la Divina Infantita que guardaba envuelta en el fondo de su armario, que por fea había sido considerada indigna de recibir culto público. Aquella imagen sencilla y fea fue la que despertó en Rosario el carisma que el Espíritu Santo había depositado en su corazón. Rosario se convirtió en apóstol de la devoción a la Divina Infantita. Por un lado, para dar a conocer esta devoción a todas las personas, y por otro, aquella imagen era signo visible del amor de Dios por los débiles, los necesitados, los marginados identificados con la Virgen Niña: los niños pobres, huérfanos y abandonados.
Pensó que esta imagen de la Divina Infantita tenía que estar depositada en un templo, y para ello, pidió dinero, solicitó ayuda a muchas personas de elevada posición económica para comprar un terreno donde edificar el templo. Sufrió muchos impedimentos, contratiempos e incomprensiones.
El 15 de enero de 1900 se puso la primera piedra del templo en una brillante ceremonia presidida por el Ilmo. Arzobispo de México. El templo se conseguiría el 30 de agosto de 1903. Ya, dos años antes, el 23 de febrero de 1901 funda con el padre Federico Salvador Ramón la Congregación de Religiosas Esclavas de la Inmaculada Niña.
De forma paralela y a muchos kilómetros de México, nace en Almería en 1867 don Federico Salvador Ramón, hijo de Federico Salvador Alex de Instinción y de doña Francisca Ramón Visiedo. Tuvo una infancia feliz, con una buena educación humana y cristiana. Con 9 años y concluidos los estudios primarios, su padre lo colocó en casa de un comerciante tiránico y explotador. A raíz de esto, su padre lo sacó y lo puso bajo la tutela del calígrafo almeriense Manuel Arnés para prepararse y estudiar telegrafía. Como era un chico listo, aplicado e inteligente, su padre lo puso a estudiar en el Instituto de Almería, terminando el bachillerato con muy buenas notas, hasta el punto de recibir una beca para ayudar a su familia económicamente; era lo que se conocía por entonces con el nombre de “premios pecuniarios”.
El director del Instituto de Almería y profesor del Seminario hizo que tuviera una entrevista junto a su padre con el Sr. Obispo don José Orberá, para que lo recomendara para entrar en la Universidad de Valencia. Federico cautivó desde un primer momento al Sr. Obispo, que le dijo “No te vas a ninguna parte. Te quedas en el seminario”.
Federico aunque piadoso, nunca pensó ser sacerdote pero en aquella conversación con el obispo, su alma quedó tocada para siempre.
Saliendo del palacio episcopal, le dijo a su padre que iba a ser sacerdote y estaba muy seguro de su vocación.
Desde 1886 hasta 1892 cursó los estudios eclesiástico y siendo estudiante ya formó parte del claustro académico del seminario. Fue Catedrático de Matemáticas, cargo que siguió ejerciendo después de ser sacerdote, hasta que se marchó a Roma en 1896.
En 1890, con 23 años fue ordenado sacerdote en la Iglesia de Santo Domingo de Almería, hoy conocida como Virgen del Mar. Don Federico hablaba muy bien y sus homilías causaban admiración. Era un artista de la palabra.
En 1891 fue nombrado capellán del Convento de las Concepcionistas Franciscanas, lindante con el Seminario, conocido hoy como Iglesia de “las Puras”, debido a la hermosa imagen de la Purísima que alberga su capilla.
Fue el 28 de abril de 1895 cuando se siente llamado por Dios para una gran misión, cambiando por completo toda su trayectoria existencial. Ha conocido lo que él es, y lo que es Dios; y lo que Dios quiere de él. Descubre “la gloriosa servidumbre de los hijos de Dios”. Había descubierto su vocación y su misión. Sabía que tenía que ser Esclavo de la Inmaculada. Entró en la Hermandad de los Operarios Diocesanos. Fue destinado a Roma en 1897 cuando tenía 30 años de edad y en 1898 destinado a México donde le estaría esperando la Virgen Niña. Allí, como Operario Diocesano atendió el Templo Expiatorio de San Felipe.
Desde 1899 a enero de 1900 recorrió por varias ciudades en México como “Caballero andante de la palabra de Dios”, y muy pronto se hizo famoso y popular por su ejemplo y su palabra, el cura español en los ambientes católicos de la Capital Federal.
El encuentro con la madre Rosario ocurrió en casa de la familia Escandón, donde le presentaron a la propietaria de la milagrosa imagen de la Divina Infantita. Era el 11 de marzo de 1900. Al poco tiempo don Federico pasaría a ser su director espiritual y después se hizo cargo de la Corte de la Divina Infantita con permiso del Director Diocesano de Operarios, donde él pertenecía.
Con cuatro aspirantes a esclavas de la Virgen Niña, se fundó la Congregación de las Esclavas de la Divina Infantita el 23 de febrero de 1901.
Don Federico y la madre Rosario impulsaron la formación humana, integral, moral y cristiana en centros de enseñanza en distintos países. México, Argentina, Brasil, EEUU, Italia, España, Marruecos, Nicaragua y Costa Rica.
Don Federico en 1910 fue nombrado Director de “La Independencia”, diario católico almeriense.
Don Federico tenía un hermano también sacerdote, don Francisco Salvador, menor que don Federico. Don Francisco fue sacerdote de la Catedral de Guadix y los dos hermanos se dedicaron al apostolado y a la atención de los centros educativos y asistenciales.
Hasta 1926 estuvo con su hermano Francisco en Guadix, pero cuando éste falleció, don Federico quiso huir de la vida acomodaticia del convento y marchó a Granada con 59 años. Vivió entregado a los demás en el Albaicín granadino. La obra de los esclavos va creciendo y en 1926 se crea el Colegio de la Divina Infantita en El Ejido.
Con 60 años es destinado a Paterna y Bayárcal y después a Alhama de Almería.
Las dificultades de las religiosas en México le hicieron volver allí y tras una larga enfermedad, murió el 13 de marzo de 1931 en San Diego, California. Tenía 64 años.
El 7 de octubre de 1998 se abrió en la Iglesia Catedral de Almería el proceso de canonización del padre Federico Salvador Ramón.
Centrándonos en el aspecto docente de la Congregación y en lo referente a Instinción, quiero comenzar en el momento cuando los fundadores de la Congregación Divina Infantita don Federico Salvador y la madre Rosario Arrevillaga crean los primeros asilos para niños y niñas en México y después en España, que no sólo pensaron en atender las necesidades alimenticias de los niños y niñas abandonados, huérfanos y desnutridos, sino además proporcionarles una formación humana y religiosa completa, capaces de afrontar cualquier situación que se les presentase en la vida. Por eso, junto a los centros de acogida, había escuelas para impartir instrucción elemental.
La formación académica era muy completa; seguía los programas educativos oficiales, pero iba mucho más allá de lo estrictamente académico, pues se les impartía además de cálculo, álgebra, aritmética y geometría, también lengua, redacción y ortografía, religión, moral, literatura, música y bellas artes.
En palabras de don Federico, “Toda educación que no ponga los medios que eficazmente conduzcan al hombre a Dios, es insuficiente, pues quien aparta a la criatura de su fin, la priva de su perfección”.
Las hermanas esclavas de la Congregación que vienen por 1ª vez a España lo hacen en 1908 y llegan a Granada, donde las recibe don Federico Salvador. En 1911 se trasladan a Almería para fundar un pequeño colegio en Huécija, según quería don Federico, pero será en 1915 cuando llegan por primera vez a Instinción al Colegio de la Divina Infantita que había sido fundado ya en 1914 bajo la orientación y dirección de los hermanos canónigos don Federico y don Francisco Salvador.
Las profesoras tenían el título de maestras, unas eran esclavas, pertenecientes a la Congregación y otras seglares contratadas, a las que la Congregación retribuía económicamente.
El colegio internado de Instinción y en palabras de don Federico Salvador, fue fundado “con el fin de preparar a los estudiantes seglares para los estudios de carreras del Estado, en atención al bien religioso, moral y literario que puede hacerse en los 22 pueblos que abrazan la comarca llamada del Andarax”.
En el periódico diario católico de Almería “La Independencia” del día 4 de octubre de 1914 podemos leer:
INTERNADO DE LA DIVINA INFANTITA INSTINCIÓN-ALMERÍA
En el pintoresco pueblo de Instinción se ha establecido un Internado para alumnos de primera y segunda enseñanza; para los que deseen prepararse en Carreras Especiales y Estudiar libremente Carreras de Facultad.
El pueblo escogido para la fundación de este gran Centro de Enseñanza, es famoso por higiénico y por sus riquísimas aguas.
El Internado estará dirigido por el Pbro. D. Francisco Salvador.
Las pensiones serán: por alumno de 1ª enseñanza, 50 pesetas mensuales, y por alumno de 2ª enseñanza, 75.
Los que se estén preparando para hacer su ingreso en el Instituto, se considerarán para el pago como alumnos de 2ª enseñanza, lo mismo que los que se estén preparando para carreras especiales.
Los alumnos de carreras de Facultad pagarán 100 pesetas.
Cuando una familia tenga en el INTERNADO dos hijos, se le rebajará 100 pesetas de la pensión anual que deberían pagar los dos, si son alumnos de 2ª enseñanza; y 65 si son de instrucción primaria.
Los que deseen o necesiten continuar los estudios durante los meses de vacaciones, pagarán 100 pesetas mensuales.
Para informes, pueden dirigirse: en Almería, al señor Administrador de LA INDEPENCIA, y en Instinción, al señor Director del Internado, D. Francisco Salvador.
La Independencia, diario de noticias Año VII Número 2132 - 1914 octubre 4
El día en que se inauguró el prestigioso centro educativo, viene recogido en la revista “La Hormiga de oro” nº 45, del 7 de noviembre de 1914. En ella aparece un reportaje ilustrado con tres fotografías del evento.
La primera foto muestra el grupo de las bandas de música que asistieron a la apertura del Colegio de la Divina Infantita.
La segunda foto, es una vista general de Instinción en 1914 donde se ha instalado el Colegio. En la tercera foto aparece un grupo de autoridades, que entre ellas están el Sr. Obispo de Almería don Vicente Casanova y Marzol que era además senador del Reino, estaba también el gobernador civil de la provincia, don Federico y don Francisco Salvador, entre otras personalidades.
Estas fotografías no son muy claras, pues el tiempo y al ser en papel de periódico, están bastantes deterioradas, pero he podido conseguir otra foto del mismo día con las esposas y mujeres de Instinción de aquellos momentos. En la foto aparece la madre de Socorro, Isabel Ros (en la foto una niña con 11 años), también aparece doña Isabel Salvador y doña Socorro Carretero.
Era don Francisco Salvador (hermano de don Federico Salvador), el que estaba al frente de este centro educativo como director del mismo. En los primeros años de funcionamiento del Colegio de la Divina Infantita de Instinción, se destacó especialmente por un ingreso considerable de alumnos, tantos internos como externos. Los internos procedían de ciudades como Granada, Guadix, Jaén y la propia Almería. También había alumnos internos de poblaciones vecinas a Instinción como Ohanes, Laujar de Andarax, y pueblos de la Alpujarra almeriense y granadina. Los alumnos externos también los había de Rágol y de Íllar aunque la mayoría eran del pueblo de Instinción.
Algunas fotografías testifican y rescatan del pasado estos hechos que aquí se dicen. En esta foto de mi propiedad están Ángel Pardo Berenguel (mi padre), Antonio Escobar y varios alumnos del pueblo. También aparece el que después sería maestro don Manuel Salvador Guijosa, padre de Miguel y de José Salvador López.
Se ha podido acceder al plano original del Colegio Internado de Instinción, realizado por el propio don Francisco Salvador y firmado por él mismo, que lo anexa al Expediente de aprobación del Internado de la Divina Infantita de Instinción, con fecha 31 de agosto de 1914. El Expediente completo contiene un plano, dos copias, un reglamento impreso, tres copias y el anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia de Almería. Todos estos requisitos se cumplen según la normativa vigente de la época, recogida en el Real Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes del 1 de Julio de 1902, y publicado en la Gaceta de Madrid número 183 páginas 27, 28 y 29 del 2 de Julio de 1902, de la que guardo copia.
Con fecha 4 de enero de 1915, se aprueba su funcionamiento como Colegio de 2ª Enseñanza dependiente del Instituto de Almería.
En estos primeros años de andadura del Colegio, conoció un éxito extraordinario, llegando incluso a desplazarse a este Centro de Instinción, reconocidos profesores del Instituto de 2ª Enseñanza de Almería como los profesores don Joaquín Ruiz o el propio don Antonio Tuñón de Lara, Catedrático de Matemáticas, y después reconocido político y diputado en las cortes españolas. Estos profesores desplazados a Instinción procedentes de Almería, procedían al examen de los alumnos con pruebas preparadas por inspectores del Estado. Varios de los maestros de Primera Enseñanza como don Felipe Salvador García, don Alfredo Blanes Blanes y Ángel Pardo Berenguel, cursaron sus estudios en el Colegio Internado de la Divina Infantita de nuestro pueblo.
Hay que hacer notar, que la primera comunidad de Esclavos de la Inmaculada Niña se estableció en Tacubaya, México en 1903. La formaban cuatro españoles: don Federico Salvador, don Francisco Salvador (el conocido como el padre Paco), Eloy Pérez y Felipe Berenguer. Para buscar a más miembros, don Federico envía a España a su hermano para conseguir vocaciones. En 1904 viaja a España don Federico con el mismo fin, pues quería fundar en España un colegio seminario. Lo consigue en Almería y en Granada. Son las casas seminario de las Esclavas de la Divina Infantita.
Además de las funciones de dirección de don Francisco Salvador en el Colegio de Instinción, también se dedicaba a la docencia y a la atención pastoral en el convento y de ayuda al párroco de Instinción, que por las fechas de 1914 era don Miguel Megías Álvarez, que estuvo de sacerdote en Instinción hasta 1918. Don Federico también fue un magnífico profesor de matemáticas, religión y moral y un acertado pedagogo; muy queridos y respetados por los vecinos de Instinción y de todos los que les conocieron. Don Federico como fundador de las Esclavas de la Divina Infantita y hombre entregado a su misión apostólica, fue un incansable viajero, aunque siempre estuvo muy ligado a Instinción.
Don Federico murió en San Diego, California en 1931, en el último de sus muchos viajes que realizó, y don Francisco murió en Instinción varios años antes. El Ayuntamiento de Instinción nombró al padre Federico y a su hermano Francisco “hijos predilectos” y llevan sus nombres las dos plazas del pueblo.
A pesar de la desaparición de tan ilustre señor, el Colegio de la Divina Infantita continuó funcionando normalmente tanto en su aspecto religioso como docente, pero ya solamente en este último con alumnos externos, todos ellos de este pueblo y bajo la dirección de la madre Rosario de la Pureza Castaño Flores, más conocida en el pueblo y por el alumnado como la “madrecita Pureza”, que además de ser una auténtica profesora, era muy inteligente y con muy buenas cualidades para ejercer dicha misión. De esto bien lo atestigua el maestro Ángel Pardo Berenguel, que ingresó en el colegio con la edad de seis años en 1917 y permaneció en él hasta los doce años, saliendo con una preparación muy buena para hacer el examen de ingreso en junio y el primer curso de Bachillerato en septiembre del mismo año, con muy buena calificación.
Además de la “madrecita Pureza”, actuaba también de profesoras la señorita María y la señorita Conchita, esta última muy cariñosa y simpática. Además de las ya nombradas, había más hermanas con diferentes funciones dentro del convento.
Con esta normativa y siempre bajo la dirección de la “madrecita Pureza”, continuó funcionando el Colegio de la Divina Infantita de Instinción en su doble función religiosa y docente todos los años sucesivos, hasta que en 1936 por desgracia para todos, terminó su existencia.
Con palabras textuales de mi padre: “Su desaparición lo lamentó todo el pueblo y particularmente aquellas personas que pasaron por dicho Centro, del que conservaron un grato recuerdo y especial cariño, que siempre les acompañó mientras vivieron”.
Haya servido toda esta historia para recordar y tener presente a todas estas personas que tanto bien hicieron por el pueblo y en especial a don Federico Salvador.
Para terminar, quiero dedicarle a la Divina Infantita, ese poema de Enma Margarita R.A. Valdés, poetisa asturiana, que dice así:
Poesía a María Niña
De Santa Ana y San Joaquín
nació, del Cielo, una estrella,
una preciosa Niñita,
como una blanca azucena,
vestida con luz de Sol,
rondada por luna llena.
Sus ojos recién abiertos
tienen mirada serena,
contemplan el infinito
desde su cuna-saleta;
ojos misericordiosos
que piadosamente rezan
por los seres pecadores
que su intercesión esperan.
En su boca una sonrisa
anuncia la primavera,
en sus labios entreabiertos
fiat de Amor aletea.
En silenciosa oración
su arrullo a la Altura llega,
es Magníficat del alma,
la oblación a la Grandeza.
Está Llena de la Gracia,
el Creador la contempla
y en su Belleza purísima
su espíritu se recrea.
Esta niña pequeñita,
será una Hermosa Doncella,
de Castidad cristalina
para cumplir la Promesa.
Es la esclava del Señor,
humilde, en total entrega,
y el Amor abre sus alas
para hacerla misionera.
Sus inocentes manitas,
de Misericordia llenas,
ofrecerán el Rosario
para alcanzar, con sus perlas,
la Mansión predestinada
por su amable providencia.
Será su Vientre el grial
que albergará la Belleza,
futuro de Salvación
que en un cuerpo de hombre llega.
Niña Pura, Inmaculada,
Niña de Dios, Niña Buena,
Niña de Gracia Divina,
que Dios regala a la tierra;
y será Corredentora,
Abogada y Madre nuestra.
Esta Niña Pequeñita,
Bella y Celestial Princesa,
será, por su abnegación,
Reina de Cielos y tierra.
Ella es hija de Dios Padre,
del Hijo Madre perfecta,
del Espíritu es la Esposa
y en la Trinidad se alberga.
Por su humana lealtad,
por su honestidad sin tregua
y por su perpetuo Amor
¡Bienaventurada sea!
Emma Margarita R.A.- Valdés
Instinción 14 de febrero de 2014
Por Ángel Pardo Martín
Buenas tardes a todos:
Sr. Alcalde, miembros de la corporación municipal, Sr. Párroco y autoridades eclesiásticas, queridos vecinos del pueblo, amigos todos.
Es difícil queridos compañeros y amigos, ante esta grata e impresionante asamblea, encontrar la palabra justa y la expresión adecuada para manifestar nuestra especial alegría y profundo agradecimiento por esta entrañable visita a Instinción de la imagen original de la Divina Infantita, de la Virgen Niña, de nuestra patrona; de la madre de Dios en su niñez.
Y prueba de esa alegría interior, son las muestras de devoción que nuestro pueblo tiene a su patrona, y que hoy, un día normal de trabajo; la banda de música de nuestro pueblo también ha querido hacer sonar sus acordes para agradecer a la Virgen Niña, que hoy, un 14 de febrero, haya venido a visitar a su querido pueblo de Instinción, su siempre enamorada, bella y fiel.
Y todos la hemos acompañado desde la carretera, donde estuvo situado el centro de la Divina Infantita, hasta la Iglesia.
Alegría y agradecimiento. ¡Qué bellas palabras, y qué gran contenido! Porque Instinción ha sido y es un pueblo agradecido, porque hablar de Instinción en su aspecto cultural, nos lleva a hablar (y es materia obligada referirnos), del Colegio Internado de 2ª Enseñanza de la Divina Infantita de nuestro pueblo de Instinción, que este año se cumple su primer centenario de su creación, pues comenzó su andadura, un día de octubre de 1914. Y como toda gran historia tiene siempre un primer día, ese primer día no es otro, que la propia Divina Infantita y lo que transmitió a sus dos hijos fundadores; a don Federico Salvador Ramón y a la madre Rosario Arrevillaga Escalada.
En un convento de la ciudad de México llamado de la Inmaculada Concepción de San José de Gracia, una religiosa, la hermana Magdalena nacida en 1790, era la campanera de la comunidad de su congregación. Sintió por inspiración divina el deseo de que la Virgen María fuera venerada en su infancia y tuvo un sueño donde la Virgen Niña la llamaba por su nombre y le dijo: “Quiero que se me dé culto en mi Infancia, y concederé cuanto se me pida en esta advocación”.
Magdalena pidió a la madre Abadesa de su comunidad una imagen de la Virgen Niña para darle culto. Un día en que Magdalena estaba de limpieza, encontró en la sacristía la cabecita de un ángel roto, que había servido en otro tiempo para adornar la Custodia. Esa cabecita en manos de un escultor quedó convertida en una preciosa imagen de una niña recién nacida. Era la virgen Niña que aparecía en sus sueños.
Magdalena comenzó a dar a conocer la devoción a la Virgen Niña con el nombre de “Divina Infantita”. El culto se extendió y también las gracias y favores extraordinarios que muchas personas obtuvieron por la intercesión de María Niña, hasta que la hermana Magdalena consiguió que el papa Gregorio XVI aprobara el culto a la Divina Infantita, yendo directamente a Roma. Corrían los años siguientes a 1840. El culto crecía, los devotos aumentaban, cuando Ntro. Señor llamó para sí, a la fervorosísima y virtuosa M. Sor Magdalena de san José, en el año de 1859 a la edad de 69 años.
Antes de morir, encargó a otra religiosa de su comunidad, la madre Guadalupe, que continuara con la devoción y culto a la Divina Infantita. El culto continuó, pero con el tiempo, este culto decayó, a pesar de haberse hecho bastante popular el culto a la Divina Infantita.
Guadalupe, para fomentar el culto, mandó esculpir una talla más pequeña que sirviera para ser venerada por las familias y pudiera visitar las casas familiares. Cuando Guadalupe vio la imagen por primera vez, no le pareció bonita y decidió esconderla en su armario. Esta imagen permaneció escondida por fea durante tiempo en el fondo de un armario.
En 1860 nace la madre Rosario Arrevillaga Escalada, la que con el tiempo sería la cofundadora de la Congregación de las Esclavas de la Divina Infantita.
México vivía por entonces en conflicto religioso, pues se separó la Iglesia del Estado y se vivieron momentos difíciles para la Iglesia en México. Muchas monjas habían sido expulsadas de sus conventos y vivían diseminadas en grupos pequeños en domicilios particulares con miedo a posibles represalias del gobierno de la nación.
Fue en una visita de Rosario a uno de estos domicilios particulares, cuando contempló por primera vez la imagen de la Divina Infantita. Este hecho supuso un cambio radical en su vida. Será en 1880 en una de estas visitas a las monjas Concepcionistas, cuando la madre Guadalupe que sentía mucho cariño por Rosario, le prometió con ocasión de su cumpleaños, regalarle una imagen de la Divina Infantita que guardaba envuelta en el fondo de su armario, que por fea había sido considerada indigna de recibir culto público. Aquella imagen sencilla y fea fue la que despertó en Rosario el carisma que el Espíritu Santo había depositado en su corazón. Rosario se convirtió en apóstol de la devoción a la Divina Infantita. Por un lado, para dar a conocer esta devoción a todas las personas, y por otro, aquella imagen era signo visible del amor de Dios por los débiles, los necesitados, los marginados identificados con la Virgen Niña: los niños pobres, huérfanos y abandonados.
Pensó que esta imagen de la Divina Infantita tenía que estar depositada en un templo, y para ello, pidió dinero, solicitó ayuda a muchas personas de elevada posición económica para comprar un terreno donde edificar el templo. Sufrió muchos impedimentos, contratiempos e incomprensiones.
El 15 de enero de 1900 se puso la primera piedra del templo en una brillante ceremonia presidida por el Ilmo. Arzobispo de México. El templo se conseguiría el 30 de agosto de 1903. Ya, dos años antes, el 23 de febrero de 1901 funda con el padre Federico Salvador Ramón la Congregación de Religiosas Esclavas de la Inmaculada Niña.
De forma paralela y a muchos kilómetros de México, nace en Almería en 1867 don Federico Salvador Ramón, hijo de Federico Salvador Alex de Instinción y de doña Francisca Ramón Visiedo. Tuvo una infancia feliz, con una buena educación humana y cristiana. Con 9 años y concluidos los estudios primarios, su padre lo colocó en casa de un comerciante tiránico y explotador. A raíz de esto, su padre lo sacó y lo puso bajo la tutela del calígrafo almeriense Manuel Arnés para prepararse y estudiar telegrafía. Como era un chico listo, aplicado e inteligente, su padre lo puso a estudiar en el Instituto de Almería, terminando el bachillerato con muy buenas notas, hasta el punto de recibir una beca para ayudar a su familia económicamente; era lo que se conocía por entonces con el nombre de “premios pecuniarios”.
El director del Instituto de Almería y profesor del Seminario hizo que tuviera una entrevista junto a su padre con el Sr. Obispo don José Orberá, para que lo recomendara para entrar en la Universidad de Valencia. Federico cautivó desde un primer momento al Sr. Obispo, que le dijo “No te vas a ninguna parte. Te quedas en el seminario”.
Federico aunque piadoso, nunca pensó ser sacerdote pero en aquella conversación con el obispo, su alma quedó tocada para siempre.
Saliendo del palacio episcopal, le dijo a su padre que iba a ser sacerdote y estaba muy seguro de su vocación.
Desde 1886 hasta 1892 cursó los estudios eclesiástico y siendo estudiante ya formó parte del claustro académico del seminario. Fue Catedrático de Matemáticas, cargo que siguió ejerciendo después de ser sacerdote, hasta que se marchó a Roma en 1896.
En 1890, con 23 años fue ordenado sacerdote en la Iglesia de Santo Domingo de Almería, hoy conocida como Virgen del Mar. Don Federico hablaba muy bien y sus homilías causaban admiración. Era un artista de la palabra.
En 1891 fue nombrado capellán del Convento de las Concepcionistas Franciscanas, lindante con el Seminario, conocido hoy como Iglesia de “las Puras”, debido a la hermosa imagen de la Purísima que alberga su capilla.
Fue el 28 de abril de 1895 cuando se siente llamado por Dios para una gran misión, cambiando por completo toda su trayectoria existencial. Ha conocido lo que él es, y lo que es Dios; y lo que Dios quiere de él. Descubre “la gloriosa servidumbre de los hijos de Dios”. Había descubierto su vocación y su misión. Sabía que tenía que ser Esclavo de la Inmaculada. Entró en la Hermandad de los Operarios Diocesanos. Fue destinado a Roma en 1897 cuando tenía 30 años de edad y en 1898 destinado a México donde le estaría esperando la Virgen Niña. Allí, como Operario Diocesano atendió el Templo Expiatorio de San Felipe.
Desde 1899 a enero de 1900 recorrió por varias ciudades en México como “Caballero andante de la palabra de Dios”, y muy pronto se hizo famoso y popular por su ejemplo y su palabra, el cura español en los ambientes católicos de la Capital Federal.
El encuentro con la madre Rosario ocurrió en casa de la familia Escandón, donde le presentaron a la propietaria de la milagrosa imagen de la Divina Infantita. Era el 11 de marzo de 1900. Al poco tiempo don Federico pasaría a ser su director espiritual y después se hizo cargo de la Corte de la Divina Infantita con permiso del Director Diocesano de Operarios, donde él pertenecía.
Con cuatro aspirantes a esclavas de la Virgen Niña, se fundó la Congregación de las Esclavas de la Divina Infantita el 23 de febrero de 1901.
Don Federico y la madre Rosario impulsaron la formación humana, integral, moral y cristiana en centros de enseñanza en distintos países. México, Argentina, Brasil, EEUU, Italia, España, Marruecos, Nicaragua y Costa Rica.
Don Federico en 1910 fue nombrado Director de “La Independencia”, diario católico almeriense.
Don Federico tenía un hermano también sacerdote, don Francisco Salvador, menor que don Federico. Don Francisco fue sacerdote de la Catedral de Guadix y los dos hermanos se dedicaron al apostolado y a la atención de los centros educativos y asistenciales.
Hasta 1926 estuvo con su hermano Francisco en Guadix, pero cuando éste falleció, don Federico quiso huir de la vida acomodaticia del convento y marchó a Granada con 59 años. Vivió entregado a los demás en el Albaicín granadino. La obra de los esclavos va creciendo y en 1926 se crea el Colegio de la Divina Infantita en El Ejido.
Con 60 años es destinado a Paterna y Bayárcal y después a Alhama de Almería.
Las dificultades de las religiosas en México le hicieron volver allí y tras una larga enfermedad, murió el 13 de marzo de 1931 en San Diego, California. Tenía 64 años.
El 7 de octubre de 1998 se abrió en la Iglesia Catedral de Almería el proceso de canonización del padre Federico Salvador Ramón.
Centrándonos en el aspecto docente de la Congregación y en lo referente a Instinción, quiero comenzar en el momento cuando los fundadores de la Congregación Divina Infantita don Federico Salvador y la madre Rosario Arrevillaga crean los primeros asilos para niños y niñas en México y después en España, que no sólo pensaron en atender las necesidades alimenticias de los niños y niñas abandonados, huérfanos y desnutridos, sino además proporcionarles una formación humana y religiosa completa, capaces de afrontar cualquier situación que se les presentase en la vida. Por eso, junto a los centros de acogida, había escuelas para impartir instrucción elemental.
La formación académica era muy completa; seguía los programas educativos oficiales, pero iba mucho más allá de lo estrictamente académico, pues se les impartía además de cálculo, álgebra, aritmética y geometría, también lengua, redacción y ortografía, religión, moral, literatura, música y bellas artes.
En palabras de don Federico, “Toda educación que no ponga los medios que eficazmente conduzcan al hombre a Dios, es insuficiente, pues quien aparta a la criatura de su fin, la priva de su perfección”.
Las hermanas esclavas de la Congregación que vienen por 1ª vez a España lo hacen en 1908 y llegan a Granada, donde las recibe don Federico Salvador. En 1911 se trasladan a Almería para fundar un pequeño colegio en Huécija, según quería don Federico, pero será en 1915 cuando llegan por primera vez a Instinción al Colegio de la Divina Infantita que había sido fundado ya en 1914 bajo la orientación y dirección de los hermanos canónigos don Federico y don Francisco Salvador.
Las profesoras tenían el título de maestras, unas eran esclavas, pertenecientes a la Congregación y otras seglares contratadas, a las que la Congregación retribuía económicamente.
El colegio internado de Instinción y en palabras de don Federico Salvador, fue fundado “con el fin de preparar a los estudiantes seglares para los estudios de carreras del Estado, en atención al bien religioso, moral y literario que puede hacerse en los 22 pueblos que abrazan la comarca llamada del Andarax”.
En el periódico diario católico de Almería “La Independencia” del día 4 de octubre de 1914 podemos leer:
INTERNADO DE LA DIVINA INFANTITA INSTINCIÓN-ALMERÍA
En el pintoresco pueblo de Instinción se ha establecido un Internado para alumnos de primera y segunda enseñanza; para los que deseen prepararse en Carreras Especiales y Estudiar libremente Carreras de Facultad.
El pueblo escogido para la fundación de este gran Centro de Enseñanza, es famoso por higiénico y por sus riquísimas aguas.
El Internado estará dirigido por el Pbro. D. Francisco Salvador.
Las pensiones serán: por alumno de 1ª enseñanza, 50 pesetas mensuales, y por alumno de 2ª enseñanza, 75.
Los que se estén preparando para hacer su ingreso en el Instituto, se considerarán para el pago como alumnos de 2ª enseñanza, lo mismo que los que se estén preparando para carreras especiales.
Los alumnos de carreras de Facultad pagarán 100 pesetas.
Cuando una familia tenga en el INTERNADO dos hijos, se le rebajará 100 pesetas de la pensión anual que deberían pagar los dos, si son alumnos de 2ª enseñanza; y 65 si son de instrucción primaria.
Los que deseen o necesiten continuar los estudios durante los meses de vacaciones, pagarán 100 pesetas mensuales.
Para informes, pueden dirigirse: en Almería, al señor Administrador de LA INDEPENCIA, y en Instinción, al señor Director del Internado, D. Francisco Salvador.
La Independencia, diario de noticias Año VII Número 2132 - 1914 octubre 4
El día en que se inauguró el prestigioso centro educativo, viene recogido en la revista “La Hormiga de oro” nº 45, del 7 de noviembre de 1914. En ella aparece un reportaje ilustrado con tres fotografías del evento.
La primera foto muestra el grupo de las bandas de música que asistieron a la apertura del Colegio de la Divina Infantita.
La segunda foto, es una vista general de Instinción en 1914 donde se ha instalado el Colegio. En la tercera foto aparece un grupo de autoridades, que entre ellas están el Sr. Obispo de Almería don Vicente Casanova y Marzol que era además senador del Reino, estaba también el gobernador civil de la provincia, don Federico y don Francisco Salvador, entre otras personalidades.
Estas fotografías no son muy claras, pues el tiempo y al ser en papel de periódico, están bastantes deterioradas, pero he podido conseguir otra foto del mismo día con las esposas y mujeres de Instinción de aquellos momentos. En la foto aparece la madre de Socorro, Isabel Ros (en la foto una niña con 11 años), también aparece doña Isabel Salvador y doña Socorro Carretero.
Era don Francisco Salvador (hermano de don Federico Salvador), el que estaba al frente de este centro educativo como director del mismo. En los primeros años de funcionamiento del Colegio de la Divina Infantita de Instinción, se destacó especialmente por un ingreso considerable de alumnos, tantos internos como externos. Los internos procedían de ciudades como Granada, Guadix, Jaén y la propia Almería. También había alumnos internos de poblaciones vecinas a Instinción como Ohanes, Laujar de Andarax, y pueblos de la Alpujarra almeriense y granadina. Los alumnos externos también los había de Rágol y de Íllar aunque la mayoría eran del pueblo de Instinción.
Algunas fotografías testifican y rescatan del pasado estos hechos que aquí se dicen. En esta foto de mi propiedad están Ángel Pardo Berenguel (mi padre), Antonio Escobar y varios alumnos del pueblo. También aparece el que después sería maestro don Manuel Salvador Guijosa, padre de Miguel y de José Salvador López.
Se ha podido acceder al plano original del Colegio Internado de Instinción, realizado por el propio don Francisco Salvador y firmado por él mismo, que lo anexa al Expediente de aprobación del Internado de la Divina Infantita de Instinción, con fecha 31 de agosto de 1914. El Expediente completo contiene un plano, dos copias, un reglamento impreso, tres copias y el anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia de Almería. Todos estos requisitos se cumplen según la normativa vigente de la época, recogida en el Real Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes del 1 de Julio de 1902, y publicado en la Gaceta de Madrid número 183 páginas 27, 28 y 29 del 2 de Julio de 1902, de la que guardo copia.
Con fecha 4 de enero de 1915, se aprueba su funcionamiento como Colegio de 2ª Enseñanza dependiente del Instituto de Almería.
En estos primeros años de andadura del Colegio, conoció un éxito extraordinario, llegando incluso a desplazarse a este Centro de Instinción, reconocidos profesores del Instituto de 2ª Enseñanza de Almería como los profesores don Joaquín Ruiz o el propio don Antonio Tuñón de Lara, Catedrático de Matemáticas, y después reconocido político y diputado en las cortes españolas. Estos profesores desplazados a Instinción procedentes de Almería, procedían al examen de los alumnos con pruebas preparadas por inspectores del Estado. Varios de los maestros de Primera Enseñanza como don Felipe Salvador García, don Alfredo Blanes Blanes y Ángel Pardo Berenguel, cursaron sus estudios en el Colegio Internado de la Divina Infantita de nuestro pueblo.
Hay que hacer notar, que la primera comunidad de Esclavos de la Inmaculada Niña se estableció en Tacubaya, México en 1903. La formaban cuatro españoles: don Federico Salvador, don Francisco Salvador (el conocido como el padre Paco), Eloy Pérez y Felipe Berenguer. Para buscar a más miembros, don Federico envía a España a su hermano para conseguir vocaciones. En 1904 viaja a España don Federico con el mismo fin, pues quería fundar en España un colegio seminario. Lo consigue en Almería y en Granada. Son las casas seminario de las Esclavas de la Divina Infantita.
Además de las funciones de dirección de don Francisco Salvador en el Colegio de Instinción, también se dedicaba a la docencia y a la atención pastoral en el convento y de ayuda al párroco de Instinción, que por las fechas de 1914 era don Miguel Megías Álvarez, que estuvo de sacerdote en Instinción hasta 1918. Don Federico también fue un magnífico profesor de matemáticas, religión y moral y un acertado pedagogo; muy queridos y respetados por los vecinos de Instinción y de todos los que les conocieron. Don Federico como fundador de las Esclavas de la Divina Infantita y hombre entregado a su misión apostólica, fue un incansable viajero, aunque siempre estuvo muy ligado a Instinción.
Don Federico murió en San Diego, California en 1931, en el último de sus muchos viajes que realizó, y don Francisco murió en Instinción varios años antes. El Ayuntamiento de Instinción nombró al padre Federico y a su hermano Francisco “hijos predilectos” y llevan sus nombres las dos plazas del pueblo.
A pesar de la desaparición de tan ilustre señor, el Colegio de la Divina Infantita continuó funcionando normalmente tanto en su aspecto religioso como docente, pero ya solamente en este último con alumnos externos, todos ellos de este pueblo y bajo la dirección de la madre Rosario de la Pureza Castaño Flores, más conocida en el pueblo y por el alumnado como la “madrecita Pureza”, que además de ser una auténtica profesora, era muy inteligente y con muy buenas cualidades para ejercer dicha misión. De esto bien lo atestigua el maestro Ángel Pardo Berenguel, que ingresó en el colegio con la edad de seis años en 1917 y permaneció en él hasta los doce años, saliendo con una preparación muy buena para hacer el examen de ingreso en junio y el primer curso de Bachillerato en septiembre del mismo año, con muy buena calificación.
Además de la “madrecita Pureza”, actuaba también de profesoras la señorita María y la señorita Conchita, esta última muy cariñosa y simpática. Además de las ya nombradas, había más hermanas con diferentes funciones dentro del convento.
Con esta normativa y siempre bajo la dirección de la “madrecita Pureza”, continuó funcionando el Colegio de la Divina Infantita de Instinción en su doble función religiosa y docente todos los años sucesivos, hasta que en 1936 por desgracia para todos, terminó su existencia.
Con palabras textuales de mi padre: “Su desaparición lo lamentó todo el pueblo y particularmente aquellas personas que pasaron por dicho Centro, del que conservaron un grato recuerdo y especial cariño, que siempre les acompañó mientras vivieron”.
Haya servido toda esta historia para recordar y tener presente a todas estas personas que tanto bien hicieron por el pueblo y en especial a don Federico Salvador.
Para terminar, quiero dedicarle a la Divina Infantita, ese poema de Enma Margarita R.A. Valdés, poetisa asturiana, que dice así:
Poesía a María Niña
De Santa Ana y San Joaquín
nació, del Cielo, una estrella,
una preciosa Niñita,
como una blanca azucena,
vestida con luz de Sol,
rondada por luna llena.
Sus ojos recién abiertos
tienen mirada serena,
contemplan el infinito
desde su cuna-saleta;
ojos misericordiosos
que piadosamente rezan
por los seres pecadores
que su intercesión esperan.
En su boca una sonrisa
anuncia la primavera,
en sus labios entreabiertos
fiat de Amor aletea.
En silenciosa oración
su arrullo a la Altura llega,
es Magníficat del alma,
la oblación a la Grandeza.
Está Llena de la Gracia,
el Creador la contempla
y en su Belleza purísima
su espíritu se recrea.
Esta niña pequeñita,
será una Hermosa Doncella,
de Castidad cristalina
para cumplir la Promesa.
Es la esclava del Señor,
humilde, en total entrega,
y el Amor abre sus alas
para hacerla misionera.
Sus inocentes manitas,
de Misericordia llenas,
ofrecerán el Rosario
para alcanzar, con sus perlas,
la Mansión predestinada
por su amable providencia.
Será su Vientre el grial
que albergará la Belleza,
futuro de Salvación
que en un cuerpo de hombre llega.
Niña Pura, Inmaculada,
Niña de Dios, Niña Buena,
Niña de Gracia Divina,
que Dios regala a la tierra;
y será Corredentora,
Abogada y Madre nuestra.
Esta Niña Pequeñita,
Bella y Celestial Princesa,
será, por su abnegación,
Reina de Cielos y tierra.
Ella es hija de Dios Padre,
del Hijo Madre perfecta,
del Espíritu es la Esposa
y en la Trinidad se alberga.
Por su humana lealtad,
por su honestidad sin tregua
y por su perpetuo Amor
¡Bienaventurada sea!
Emma Margarita R.A.- Valdés
Instinción 14 de febrero de 2014
Enviado por: Solaneta | Ultima modificacion:02-03-2020 21:38
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