Huércal de Almería - Almeria

Nadie se queda en paro

El PSOE mantiene una ocupación para la mayoría de altos cargos que abandonan el Gobierno andaluz. ABC

La singularidad del caso del ex consejero

Juan Espadas Juan Espadas Cejas fue una de las apuestas novedosas del último equipo de Gobierno elegido por Manuel Chaves tras las elecciones de 2008, que fue respetado por José Antonio Griñán cuando aterrizó en la Presidencia de la Junta hace un año, dejándolo como consejero de Vivienda, un departamento creado en 2008 y desaparecido ahora al volver a fusionarse con Obras Públicas. Y Espadas es, a estas alturas, el único ex consejero que se ha quedado sin empleo y a la espera de «destino», porque además no es parlamentario. La esquizofrenia vivida en el Ayuntamiento de Sevilla con el anuncio hecho por el propio Griñán desvelando que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, no repetiría como candidato en 2011, llevó al PSOE a mirar hacia el ya ex consejero de Vivienda como posible aspirante a la Alcaldía, dado que no presenta demasiadas aristas en un convulso y dividido PSOE sevillano. Se rumoreó la posibilidad de designarlo delegado del Gobierno central en Andalucía, para «placearlo» hasta las elecciones municipales, pero las críticas al uso partidista del cargo hizo desistir al partido de semejante idea. También se pensó en abrirle una «oficina del candidato» en el propio Ayuntamiento, pero aún no se ha llevado a cabo. Mientras, el disciplinado Espadas aguarda a que lo «coloquen»...

POR MAR CORREA. SEVILLA

Actualizado Lunes , 19-04-10 a las 08 : 06

El presidente del PP andaluz denomina la reestructuración de la Administración andaluza que ha llevado a cabo el presidente de la Junta como la «oficina de recolocación Chaves-Griñán S. L.». No le falta razón a Javier Arenas, dado el movimiento de altos cargos que ha tenido lugar en los dos últimos años en el PSOE y el Gobierno andaluz, que no ha provocado precisamente que aumente la lista del paro con políticos socialistas sin empleo, a pesar de la reducción de dos consejerías en el Ejecutivo (Vivienda e Innovación) y del recambio generacional vivido en la dirección del PSOE andaluz.
Los socialistas pueden jactarse de no dejar prácticamente a nadie «tirado», aunque deje de prescindir de sus servicios en el partido o en el Gobierno. El PSOE encuentra ocupación para prácticamente todos los que han ostentado un cargo orgánico. Así ha sido desde tiempos inmemoriales y así sigue siendo.
Reconversión
El primero de estos ejemplos es el mismísimo Manuel Chaves, quien en alguna ocasión mencionó la posibilidad de volver a Universidad a impartir clases en caso de abandonar la política, pero nada estaba más lejos de sus deseos. Cuando el PSOE federal se planteó con firmeza la necesidad de que abandonara la Presidencia de la Junta, le encontró rápidamente una alternativa laboral: vicepresidente tercero del Gobierno de Zapatero y ministro de una cartera (Política Territorial) con escasas responsabilidades cuya creación provocó un aluvión de críticas de la oposición.
Con él se marchó el que fuera su consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, actualmente secretario de Estado de Cooperación Territorial y número cuatro de la Ejecutiva federal del PSOE.
En estos ejemplos nada ejemplarizantes le siguen los consejeros: La mayoría de ellos suelen figurar en las candidaturas del PSOE en las elecciones autonómicas (pocas son las excepciones), lo que les garantiza un escaño en el Parlamento —y un sueldo— aunque, como es el caso, haya una renovación (o dos) del equipo de Gobierno.
Esa ha sido la situación para los consejeros que se han quedado sin cartera desde el año 2009 en que Griñán llevó a cabo la primera renovación del Ejecutivo, hoy perfectamente reubicados al frente de comisiones parlamentarias. A saber: el ex consejero de Innovación, Martín Soler, pasa a presidir la comisión de Obras Públicas y Vivienda. El ex consejero de Empleo, Antonio Fernández, presidirá la de Medio Ambiente. La ex titular de Medio Ambiente, Cinta Castillo, presidirá la comisión parlamentaria de Educación. Y la ex consejera de Cultura y actual presidenta del PSOE-A, Rosa Torres, presidirá la comisión de Presidencia.
Una salida similar se les dio a otras dos ex consejeras que abandonaron sus cargos con la llegada de José Antonio Griñán a la Presidencia de la Junta: la que fuera titular de Justicia, Evangelina Naranjo, preside la comisión de Igualdad y Bienestar Social; y la ex consejera de Educación, Teresa Jiménez, preside la de Gobernación y Justicia.
Todos estos ex miembros del Consejo de Gobierno se mantienen como diputados autonómicos.
En el caso de Begoña Álvarez, que fuera hasta hace unos meses titular de la Consejería de Justicia y que no es parlamentaria, se la nombró a los pocos días de ser cesada consejera electiva del Consejo Consultivo de Andalucía.
«Juego de sillas»
Respecto al nuevo equipo de Griñán, nombrado hace unos días, todo apunta a que los nombramientos responden a lo que el presidente del PP andaluz denomina un «juego de sillas», ya que son altos cargos que abandonan otros altos cargos para incorporarse a nuevos altos cargos.
La nueva consejera de Presidencia, Mar Moreno, viene de la Consejería de Educación (y anteriormente de la de Obras Públicas). El consejero de Economía, Antonio Ávila, era hasta hace dos semanas el titular de la Consejería de Presidencia. La consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, ejercía hasta ahora de consejera de Economía y anteriormente de viceconsejera en este mismo departamento. El consejero actual de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, era miembro de la mesa del Parlamento y hasta hoy secretario general del PSOE de Granada. El nuevo consejero de Empleo, Manuel Recio, era delegado de la Junta en Almería. El nuevo consejero de Cultura, Paulino Plata, ha sido hasta ahora parlamentario, pero fue consejero de Agricultura y Pesca y posteriormente de Turismo con sendos equipos de Gobierno de Manuel Chaves.
En cuanto a los viceconsejeros, ha seguido el «juego de sillas»: El que fuera viceconsejero de Justicia, José Ortiz Mallol, ahora que desaparece este departamento, pasa a ser secretario general para la Administración Pública en la Consejería de Hacienda y Administración Pública. Justo Mañas, hasta hace unas semanas viceconsejero de Vivienda (también desaparecida), pasa a ser viceconsejero de Empleo. Y la que fue viceconsejera de Cultura, Isabel Muñoz, acaba de ser nombrada vocal de la Agencia andaluza de Defensa de la Competencia.
Segundos niveles
Este «baile» de altos cargos sigue produciéndose en los puestos de segundo nivel de la Administración andaluza, que sufren en mayor manera la desaparición de las dos consejerías, aunque la Junta sigue resolviendo la situación laboral de muchos.
El director general de la Oficina del Portavoz del Gobierno, Francisco Perujo, era el máximo responsable de la Agencia Andaluza de Flamenco.
En la Consejería de Gobernación y Justicia, el nuevo director general de Administración Local, Domingo Sánchez Rizo, era el delegado de la extinta Consejería de Justicia en Cádiz. Y la nueva directora general de Voluntariado y Participación, Rosario Ayala, era la delegada de la también desaparecida Consejería de Vivienda en Sevilla.
En Hacienda y Administración Pública, la nueva interventora general de la Junta, Rocío Marcos, era la directora de la Agencia de Defensa de la Competencia. Mientras que el que era interventor general de la Junta, Manuel Gómez Martínez, pasa a ser director general de Finanzas. Y la que era secretaria general técnica de la Consejería de Justicia, María Pérez Porras, pasa a ser directora del Instituto andaluz de Administración Pública.
En la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, Luis Nieto, que fue secretario general técnico de este departamento, pasa a ser su viceconsejero. Gaspar Llanes, que era presidente del Consejo de Defensa de la Competencia pasa a ser secretario general de Economía. Y Amalia Rodríguez, que era secretaria general del Consejo Económico y Social pasa a ser la nueva directora de la Agencia de la Defensa de la Competencia.
En Obras Públicas y Vivienda hacen una simbiosis de las dos consejerías. El que era director general de Transportes, Eduardo Tamarit, pasa a ser secretario general de Planificación. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, hasta hace unos días delegado de Urbanismo en el Ayuntamiento de Sevilla pasa a ser secretario general de Vivienda. Y la que fue directora de Edificación de la Empresa Pública del Suelo (EPSA), Rosa Urioste, pasa a ser directora general de Inspección de Ordenación del Territorio.
En la Consejería de Empleo, Pedro Eugenio Gracia, que el pasado mes de enero fue nombrado director del Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), abandona este puesto para ser director general de Calidad de los Servicios para el Empleo del SAE. Mientras que la que fue delegada de la Consejería de Obras Públicas en Almería, Alejandra Rueda, acaba de ser designada directora gerente del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).
En Cultura asume la Viceconsejería Dolores Carmen Fernández Carmona, hasta hace unos días delegada de la Consejería de Obras Públicas en Málaga.
Estos son sólo unas perlas, existen muchas más, que vienen a ratificar el «juego de sillas» existente en la «oficina de recolocación Chaves-Griñán S. L.», según la llama Javier Arenas....

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