Gérgal - Almeria

"El País" nos da el carné

“El Pais” y por extensión el Grupo PRISA lleva seis lustros dando el carné de progre en España. “Ellos” investidos de la sacrosanta púrpura del progresismo, los sumos sacerdotes de “este país”, pontifican y deciden sobre quien es acreedor de tal bendición y bula que permite transitar por la tierra y hacer lo que le venga en gana, pestilencias incluidas, puesto que ha sido ungido con el óleo de los elegidos y eso le supone la diferencia moral, la posesión de la verdad, el camino recto, el pensamiento bueno y el valor ético a que jamás podrán acceder ni siquiera pretender todos los demás, aquellos que han sido arrojados a las tinieblas exteriores. Allí sólo queda espacio para el llanto y el crujir de dientes.

La bendición y la maldición caen sobre todo y sobre todos. Sobre cualquier ámbito y sector de la sociedad española, sea este económico, político, deportivo, musical, literario, plástico, cinematográfico o televisivo. Ellos dicen quienes son los elegidos y el resto debería, resignadamente, aceptar su condena al ostracismo como la más leve y generosa condena a que se ha hecho acreedor. Por el contrario los santificados ya pueden ser la hez de la telebasura, como el tal Vázquez o pretender escudarse en la sociología para servir bazofia como los Sarda, tienen el cielo ganado. Todo les será perdonado. Son “progres”.

Ahora ha tocado el turno a las tertulias. “El País” ha dictaminado a cual puede irse y cuales están contaminadas. Acudir a ellas será motivo de “sambenito” , auto de fe y conducción inmediata a la hoguera de los “fachas”. Son de derechas-ha clamado-, son malignas, son sectarias, son intolerantes. Les ha faltado añadir, aunque podía leerse entre líneas, que suponen la condenación eterna y sin remisión de todos aquellos que las ven y no digamos ya de los que participan.

Han lanzado el anatema quizás preocupados que a través de las DDT pueda existir algún resquicio que no esté controlado por el omnímodo poder-por cierto el suyo económicamente es una quiebra-que ellos representan, del que siempre se han aprovechado y cuyos privilegios se han visto obligado a compartir ahora a regañadientes con Roures y la Sexta. Nos han excomulgado. Bueno, algunos llevamos ya muchos años. Y tan frescos, oye.

Porque resulta risible que sean los campeones del sectarismo los que se pongan a dar lecciones de pluralidad. Pero las dan sin pudor alguno . Y lo peor, hay gente, mucha gente, que hace de ello su doctrina. Pues, ¿para que seguir?, que se metan su catecismo y su carné de progre por donde les quepa. Algo debe estar haciéndose bien por la libertad de expresión cuando ladrán.

P.D. Por cierto, el pasado progresista de estos “gurús” no resiste no ya la famosa “memoria histórica”, sino la bien reciente y que algunos conservamos. Empezando por Cebrián y sus oscuros episodios en la Televisión franquista donde bien pudo causar la detención y tortura de dirigentes comunistas como Simón Sánchez Montero y otros demócratas opuestos al Régimen al regreso de la famosa reunión de Munich. A estos “santones” de lo progre no se les vio asomar ni barba ni nariz ni plumero cuando de verdad el serlo acarreaba palos y prisiones. Estaban muy a cubierto y resguardados.

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