un gran articulo de un obrero de izq El típico obrero de derechas El típico obrero de derechas te lo encuentras en todos los sitios habidos y por haber: en el bar de la esquina, en el supermercado, en el trabajo, en las calles más concurridas, en el ceñido ascensor y hasta en las sala de espera del médico. Son un verdadero azote para la democracia. Un auténtico obstáculo para la democratización de la sociedad, para la conquista de mayores derechos sociales y humanos . Un verdadero lastre para combatir la homofobia, el machismo o la intolerancia al diferente. Y un retraso en toda regla para construir una sociedad más justa, digna, libre e igualitaria. Por desgracia es difícil persuadirles de la noche a la mañana. Se pegan como lapas al mismo sistema opresor y viciado. Absorben las energías más nocivas del mismo. Son fáciles de someter y amansar. Huyen de toda manifestación en defensa de la clase trabajadora. No los verás en las manifestaciones sindicales, ni en la defensa de la sanidad o educación pública, ni en las marchas de la precariedad laboral o la dignidad de las personas. Como tampoco los veréis solidarizándose en una huelga de trabajadores. Ni reivindicando un aumento salarial o mejoras en las relaciones laborales. Suelen mirar para otro lado en asuntos de marginación, de desahucios, de pobreza, de paro o de injusticias. Son poco o nada solidarios con el resto de trabajadores en situaciones conflictivas. Suelen llevar una vida de lo más simplona. Ven la televisión del sistema: TVE, Antena 3,Tele 5, La Sexta, 13 TV...Leen la prensa del sistema manipulador y mediático: ABC, La Razón, El País, El Mundo...Son los que dicen a los cuatro vientos que todos los políticos son iguales, pero a diferencia de los abstencionistas y de los indiferentes, estos siempre votan a los mismos que los explotan. Son los típicos obreros de derechas, los que buscan cualquier excusa para enfrentar, denigrar y menospreciar a los de su misma clase social. Son los que rechazan al extranjero, al diferente... Tienen pocas neuronas a la hora de buscar mejoras en condiciones laborales, sociales o políticas. Son de pena, a veces, hasta dan una amarga tristeza. No por lo que hacen, sino porque muchos de ellos o sus familiares están parados o pasando verdaderas miserias. Y hay obreros de derechas de todo tipo. Los hay algo más refinados y con cierto aroma a progre y a un ligero toque social-liberal. Presentan un comportamiento más sutil. Leen El País , ven La Sexta TV. Votan al PSOE. Están al día en autores de derechas como Álvaro Pombo, Sánchez Dragó, Savater o Vargas Llosa. También los hay más toscos, someros y rudimentarios. Estos suelen votar indistintamente al PP, al PSOE o a UPyD. Y los hay también tozudos, obcecados, que se declaran obreros de derechas y acostumbran orgullosos y desafiantes semejante condición. Estos votan siempre a la derecha. Todos ellos, los progres, los toscos y los obcecados, de alguna manera tienen algo en común: un vaporoso poso de ignorancia e indiferencia en sus formas de sentir y de pensar. En sus formas poco solidarias para el resto del pueblo trabajador. Solo un soplo de esperanza. Que algún día, no muy lejano, algunos de estos arquetipos de obreros de derechas, cambien su forma de ver la realidad y tomen conciencia y partido y se acerquen a esos otros obreros, trabajadores, que no comulgan con las ideas de derechas. Que no comulgan con este Gobierno y sistema opresor. Y donde podamos todos celebrar ese nuevo tiempo de una sociedad más igualitaria, más justa, más solidaria, libre y digna. En avanzar, no en un modelo del Medioestar, sino de un Estado de Bienestar de todos nosotros y no solo de unos pocos señoritos burgueses y privilegiados. |