¡¡Vaya semanita!! ¡¡Vaya semanita!! Consejo de Europa; rescate de la banca; déficit; funcionariado; datos E.P.A. Ni en los más oscuros tiempos de nuestra historia, Armada Invencible incluida, se había llegado a tanta hondura en el pozo del descalabro. Nunca había sido tan nefasta nuestra situación. Y todo de la mano del que se llama “partido de los pobres, de los oprimidos, de los parias de la tierra” Y es que se ve que necesitan tener pobres, oprimidos y parias para subsistir, para tener razón de ser, para tener alguien que les escuche, aunque no les entienda. Pero, si entiende el estómago…. Todo comienza con alabanzas, mano en el hombro incluida, del presidente francés a un señor que, con cara de lelo, se ve elevado al séptimo cielo: Uno de sus ídolos lo ha tocado. ¡¡Albricias!! Pero en menos de cuarenta y ocho horas llegan las bofetadas, ¡y de qué manera! Todas seguidas, y más cara de lelo, pero esta vez de lelo acoj..ado: “Tu banca necesita un rescate” y, nada menos, que la cuarta parte de toda Europa. “Solo Grecia está peor que tú” y presumíamos de que nosotros no somos Grecia. “Has de atar corto a las autonomías” y hasta hace poco presumíamos de nuestro estado autonómico como ejemplo de gestión sobre todo las de determinado signo donde las ayudas, el estado del bienestar y todos los eccéteras que les queramos colgar, servían para que se les llenase la boca a estos gestores de pacotilla. “Reducción inmediata y drástica del déficit”, lo hecho es insuficiente porque no basta con congelar pensiones y bajar sueldos de funcionarios. “Hay que reducir entre 800.000 y 1.000.000 de funcionarios”, y más cara de lelo porque, ¿dónde colocan a tanto primo, amigo, chupóptero con carnet, tonto útil para todo?, ¿cómo justificar tanto despilfarro en empresas públicas creadas para tal fin sin más utilidad que servir de ong para vagos varios con el dinero de todos? Todo esto ha tenido que oír el mago de las finanzas, ese al que, o no le llegaron a dar las clases de economía en dos tardes, o su escasa (yo diría nula) capacidad le impidió el aprovechamiento. Se ha aireado hasta la saciedad lo que más ha sonado, el rescate de la banca. Una banca que presentó, con las bendiciones del Banco de España, unos números que, por lo que se deduce, eran más falsos que este gobierno. Y eso ha servido de cortina de humo, espesa cortina de humo, para ocultar el resto de las órdenes que no son menos graves. Y si los números no eran falsos, si eran veraces, ¿qué ha hecho el presidente, salvo poner la cara ya mencionada, no defendiendo la realidad, tragándoselas dobladas para decir solo amén? Y para rematar la faena, anteayer salen los datos de la E.P.A. (Encuesta de Población Activa). Y nos deja unos datos aterradores: Casi el 22% de paro; 1.425.000 hogares en los que todos sus miembros están en paro, en los que no entra ni un euro, que tienen que buscar, para subsistir, la ayuda de las asociaciones como Cruz Roja y Cáritas. Si, esa de la iglesia, de esa iglesia a la que le niegan el pan y la sal. Salvo que el curita en cuestión sea aberchale. A ese se le protege, y se le anima a seguir en la lucha “por la paz”. ¡Qué humorada tan patética! Y en televisión Pepiño y el Ministro del paro, perdón, de trabajo. Ese que, días antes de ser nombrado, encabezaba pancarta en mano la patochada de huelga amañada para intentar dar un poco de “vidilla” al genio de la política actual, el inefable Zp. Y salen con cara compungida, como si les importase algo cualquier dato más allá de los que señalan que irán muy pronto a la calle con una tremenda patada en el trasero. Y se atreven a decir que se están tomando las medidas para reactivar la economía, ¿reactivar aún más la suya?. Creo que si, que eso es lo que quisieron decir. Pero lo dijeron de la forma que ellos saben para conseguir que los incautos creyesen lo que ellos querían que creyesen. Y hablaron, sin concretar de medidas, de progreso, de salida de esta miseria y, seguro, que al apagar los focos, al quedarse solos, se felicitaron el uno al otro por lo bien que habían vuelto a mentir, por lo buenos actores que son, que saben poner la cara correspondiente a cada ocasión. Porque sabedores de que ellos se irán “bien colocados”, sin estrechuras, sin necesidad de subsidio de paro, aunque lo solicitarán, con un vergonzoso sueldo vitalicio, la plebe les importa lo que a cualquier ciudadano la boñiga que estercola las macetas. Solo que algunos de estos ciudadanos pueden echar de menos que no haya boñigas que recoger, como en otros tiempos, para ganarse unas pesetillas con que comprar un pan para llevar a su casa. Y ya, dentro de solo 23 días, a las urnas. Pobre quien tenga la desgraciada responsabilidad de formar gobierno. Pobre si es honrado, claro, porque si es como los salientes, ancha es Castilla (para que nadie se mosquee, las dos Castillas) ¡Cuántas decisiones y de que calado hay que tomar! Cuánto parásito que poner de patitas en la calle. Cuánto despacho cerrado y sus inquilinos, con sus adjuntitos, a la p.ta calle. Cuánto vehículo oficial fuera de la circulación así como sus ocupantes. Cuánta tarjeta de crédito anulada y sus usuarios cesados, para que no la puedan utilizar en saunas, en cenas vergonzantes, en vinos carísimos, en bolsas de doritos……Cuántas empresas públicas que cerrar para cercenar su permanente déficit, pues no producen nada más que gastos en nóminas ya nombradas. En definitiva, cuánta siega de mala hierba es necesaria. Mala hierba que ha embrozado y contaminado la buena siembra. En total y aunque nos asuste, un incremento inmediato del paro de otro millón más. Pero este es útil. Este ayudará a generar, mediante el ahorro una buena cantidad de miles de millones de euros que, a través del ICO, pueden revertir en crédito blando en las empresas y pymes para fomentar la creación de empleo. Este ahorro proveerá de fondos a la administración para poder pagar a las empresas los trabajos encargados y que no tengan que cerrar porque las facturas no cobradas cercenan su economía, los dejan sin liquidez. Y esto es de necesidad perentoria. No vale estudiar seguir asfixiando al ciudadano medio, al que está totalmente controlado por su nómina, porque este terminará quedándose también sin trabajo y entonces, ¿a quién vamos a subir los impuestos?. Cuando se produce un brote de gangrena, hay que amputar el miembro. Y nosotros tenemos gangrenado casi la totalidad del cuerpo. Ahora más que nunca hay que meditar muy bien que vamos a hacer con nuestro voto. Ahora más que nunca hay que pensarse si debemos darlo y, si lo damos, estar prestos a aniquilar a los que salgan y sigan la senda de los que se van. Aunque la disfracen, aunque haga de ella un escenario distinto pero en el que se represente la misma función que venimos sufriendo desde hace 7 años, 7 meses y 16 días. Ahora más que nunca hay que exigir a los que salgan, por medios pacíficos, pero con contundencia, el cambio, de una vez por todas, de la Ley Electoral. Esta no vale más que para amparar a medradores y vividores con el sudor ajeno. Porque señores…….¡¡Vaya semanita!! |