Alhama de Almería - Almeria

Nada, que no hay manera. ¡¡Que barbaridad!! ¿Habéis pensado, y mira que lo llevo dicho, que con este o con otro el problema es del pueblo, de todo el pueblo?, ¿ha pasado por vuestra enferma mente la realidad de que con uno o con otro hay que enderezar lo torcido?, ¿se os ha ocurrido pensar que si lo que se especula es cierto estamos embargados para el resto de nuestros días?

Y como solución solo se os ocurre el insulto, la llamada a la insumisión y la preparación, tranquilo en la puerta, a ver pasar el cadaver del vecino. Señores (no se por que os califico así) que el cadaver puede ser múltiple, que esto se puede llevar por delanrte a más de uno. Ya, de hecho, se ha llevado al PSOE. Pero no solo en nuestro pueblo, a nivel provincial. ¿Es que no leeis la prensa nada más que cuando os interesa? ¿Que clase de ciudadanos, que no demócratas, sois?

Ahora lo que toca es apechugar con los problemas. Aportar idéas conjuntas para salir de los problemas. Esto no es el Parlamento señores, esto es un pequeño pueblo con gente que pasa hambre y los que se presentan a su gobierno, de una u otra ideología no han de tener más horizonte que el bienestar común. El que gobierne, para dirigir y el que esté en la oposición para oponerse a lo mal planteado y apoyar lo bueno. En una pequeña comunidad eso es lo que toca y quien no lo haga así, quien solo piense en su beneficio y en el de los allegados, que se quede en su casa, que se dedique a otra cosa. Basta ya de intereses partidistas y personales. Basta ya de bufones de medio pelo que jalean lo contrario de lo que toca si a ellos, lo que toca, no les conviene. Basta ya de energúmenos desaforados que solo buscan la destrucción del oponente sin importarle que se pierde en el intento.

Si son ciudadanos leales, si son gente de bien, si alguna vez han pensado en la política local como un medio de ayuda al pueblo y no como el medio del enriquecimiento propio, ¡¡BASTA YA!! Sean personas, al menos una vez en su vida y trabajemos todos hombro con hombro para el buen fin de una época que se presume nefasta. Así sea.