Redován - Alicante

Estaba tan cantado el triunfo del PP, que la euforia de sus militantes y simpatizantes de este nuestro pueblo se contuvo tanto que solo un par de cohetes, más o menos, sirvieron para celebrar en la noche electoral la victoria por mayoría absoluta. No obstante, a tenor de lo dado que somos aquí a festejar lo acontecido de cualquier índole, las paellicas de arroz, o marisco si la ocasión lo requiere, congregaran en la sede del partido a todos los votantes y votantas para aplaudir la conquista del poder en la urnas. Nada nuevo bajo el sol de otoño, que aún calienta. Aunque sea lo de menos, los pronósticos numéricos de las encuestas no han clavado el resultado en escaños. Ni el PP ha tenido más de 190 ni el PSOE los 120 que le daban en el mejor de los casos. El ascenso de partidos minoritarios como IU, con 11 diputados y la UPyD con 5 han restado votos y representantes al partido que hasta ahora ha sido de gobierno. Pero ya se harán las reflexiones y análisis pertinentes para tratar de recuperar el espacio político perdido. En cuanto a lo que le espera al Sr. Rajoy y su nuevo gobierno no va a ser diferente a lo que deja el gobierno saliente. La prima de riesgo y su hermana la bolsa de valores no han dado tregua por mucho que haya ganado las elecciones en España un partido de derechas. De hecho, el día después del éxito electoral de Rajoy, aquella ha vuelto a subir y esta, incomprensiblemente al menos para mí, ha bajado su cotización. Ciertamente, el futuro presidente y su gobierno, aún tiene que tomar medidas de ajuste y desarrollar políticas para la creación de empleo con el propósito de recuperar el crecimiento económico. Y ahí es donde tendrá que hilar fino si no quiere que la conflictividad social sea una constante en su mandato. Porque no solo se trata de ajustar sistemáticamente y de crear empleo a cualquier precio, sino que deberá de hacerlo considerando a los destinatarios de tales medidas como los más perjudicados si al final estas son rígidas en exceso. Seguramente los españoles a priori “comprenderán” estas políticas, como manifestó la Cospedal. Si no fuera así no hubieran votado mayoritariamente a su partido. Pero en la política, como en todas las cosas, no solo es la buena voluntad del gobernante la que se impone, si no que “otras voluntades” más bien contrarias el interés general adulteran sus decisiones.

Ahora sólo falta hacer pantanos y que se rocojan esas aguas bien avenidas. Y estaremos como cincuenta años atrás.

50 años hemos retrocedio con el inutil dec zapatero obtusos que soys unos obtusossssss

¿acualo?

seguramente le dejaron las gasas dentro.

Un saludo.

gesinesinelbreve deberias ser mas cauto siendo quien eres.....

no pasa nada garganta si ya ha ganado marianin . ya no hay miedo