Benidorm - Alicante

Pedro Pubill Calaf, el cantante conocido como Peret, ha muerto en Barcelona a los 79 años, unos meses después de anunciar que padecía cáncer y 50 años después de inventar el género de la rumba catalana, una de las aportaciones más auténticas que ha dado España a la música popular.

Aunque, en realidad, lo de la invención es una de esas leyendas muy peretianas, encantadoras y llenas de picardia. La rumba catalana nació porque era lo natural y no vino de un mente preclara, y eso que la de Peret lo era, sino de un contexto. En realidad, la rumba nació en dos barrios de Barcelona, en la calle de la Cera, por el raval, donde reinaba Peret; y en el barrio de Gràcia, donde el chico listo era Antonio González, el Pescaílla, el marido de Lola Flores. Peret dijo siempre que lo 'del Pesca' estaba bien pero no era exactamente rumba catalana, que sólo lo suyo era 'pata negra', pero, ahora que ya ha pasado todo, no hay por qué darle más vueltas.

Además, si hiciéramos sociología de la rumba, veríamos que Peret y el Pescaílla tenían vidas paralelas: los dos eran gitanos relativamente prósperos. La familia Pubill-Calaf salía adelante con la venta de textiles, igual que los González se dedicaban al flamenco con cierto éxito.