La Gineta - Albacete

La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, su Gobierno, todo el Grupo Parlamentario Popular y los dirigentes de este partido confían en su fuerte control mediático para que tenga la menor trascendencia posible ante la opinión pública que en dos años hayan cambiado de manera tan radical su concepción de la democracia parlamentaria y de lo que significa el trabajo de un diputado regional cuando era capaz de defender en 2012 que aumentar el número de escaños no supondría ningún coste al contribuyente y se garantizaba una mayor representatividad de los ciudadanos; y en 2014 decir que con la reducción de 16 escaños se ahorra y que los castellano-manchegos estarán mejor representados que nunca en la sede de la soberanía popular.

Así lo ha hecho Cospedal, que tanto en mayo de 2012, con la aprobación de una reforma electoral que aumentaba en cuatro escaños los 49 actuales, como ahora en julio de 2014, con otra reforma electoral que reduce un tercio su número, salió a la tribuna del pleno de las Cortes regionales para decir que sendas iniciativas eran un "paso histórico" porque garantizaban una mayor representatividad democrática de los castellano-manchegos en su Parlamento.

Pero lo más curioso, como se recoge en la nota de la Junta sobre su intervención, Cospedal recalcó en 2012, en plena crisis y con los brutales recortes de su Gobierno a toda marcha, que la reforma que aumentaba en cuatro escaños el Parlamento era una ley austera porque,"el hecho de aumentar el número de diputados no supone ningún incremento de gasto con relación a la ley anterior".

Dos años después, se supone según sus propias declaraciones, las del PP y su coro mediático, con España y Castilla-La Mancha enfilando la senda de la recuperación económica, Cospedal se planta en la misma tribuna para señalar que reducir un tercio los escaños significa un ahorro a las arcas públicas, a la vez que acercar las instituciones a los ciudadanos.

No solo eso. En 2012 Cospedal dijo que aumentar el número de escaños garantizaba de manera real la igualdad de los votos de los ciudadanos de la región y hace "más certero y más importante" el principio de territorialidad". En 2014, los mismos argumentos, pero con un tercio menos de diputados que pone más barreras para que los partidos minoritarios emergentes puedan conseguir el suficiente porcentaje de votos que les permita acceder a las Cortes.

Algunos dirán que son cosas de la política, otros muchos señalarán que es el miedo del PP y de Cospedal a perder las elecciones tras constatar que en los dos años que han pasado de 2012 a 2014 cada vez tienen menos apoyo ciudadano.

Una pérdida electoral debido a sus recortes, al incumplimiento flagrante de su programa electoral, a la contrarreforma ideológica y moral, propia de la extrema derecha, y al caso Bárcenas, que ha soliviantado a una gran parte de la ciudadanía, cada vez más pobre y con pocas esperanzas de mejorar en los próximos años sus expectativas laborales y su precaria calidad de vida.

Julio Sánchez El porvenir de clm.