Casas-Ibáñez - Albacete

Es evidente que en las campañas electorales se deslizan muchos despropósitos e incoherencias. Dentro de ellas, a los dirigentes socialistas les ha dado ahora por equiparar a los obispos españoles con los “ayatolás” iraníes. Lo hizo días pasados el desacreditado Alfonso Guerra y lo repitió ayer el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. Lo curioso es que, con esta comparación, los próceres socialistas revelan la inconsistencia de su propuesta alianza con la civilización islámica, entre cuyos dirigentes figuran los propios ayatolás.

Porque una de dos: o los representantes del clero chiita son los nuevos salvadores de la humanidad, o unos dictadores que tratan de imponer al mundo entero su teocracia, cosa que, obvio es decirlo, jamás han pretendido los obispos. Pero más llamativo todavía es que un Gobierno laicista, que no admite la más mínima observación crítica puertas adentro, acuse a los prelados católicos de ser como los “ayatolás”, con los cuales aspiran a tender un puente de entendimiento. Cabría preguntarse si es que el islamismo les resulta a los laicistas gubernamentales más apetecible como aliado, para acentuar así su rechazo de la Iglesia como piedra angular de la civilización occidental. En todo caso resulta revelador que los islamistas españoles hayan aconsejado votar al PSOE, quizás por la hostilidad de este partido al catolicismo, al que acaso aspiran a sustituir en un futuro más o menos lejano.

Seguramente por eso y siguiendo con la perversión del lenguaje que impone el pensamiento único de ZP, la forera Elisa Gil dejó plasmado en un mensaje el pasado 17-02-2008 (Conversación TODOS CONTRA IBERDROLA), lo siguiente :

"Creo que para tener una opinión algo más válida y, por tanto, más útil hay que tener la mente un poco más abierta porque si no acabamos convirtiéndonos en "ayatolás" o talibanes y con este tipo de personas no vamos a ningún lado; o mejor, con este tipo de personas vamos al desastre."

Se nota cuales son las fuentes donde bebe intelectualmente esta Elisa Gil (supongo que es un nombre inventado, porque en Casas Ibáñez no conozco a ninguna persona con ese nombre).

que bueno!!!